

Secciones
Servicios
Destacamos
Iván Gelibter
Domingo, 8 de febrero 2015, 01:43
Luis Machuca está satisfecho con su trabajo, y valora las facilidades que ha tenido con la Diputación y los ayuntamientos.
Noticias relacionadas
¿Está contento de cómo está quedando la obra del Caminito del Rey?
La verdad es que sí. Era un desafío, y, con toda modestia, tengo la satisfacción de que todo está resultando como esperábamos. Es una obra muy diferente a todas las demás que había realizado en todos los años que llevo de profesión.
¿A qué se debe?
Bueno, es que es diferente. La dificultad puede estar muchas veces en la gestión. En este caso pues sorprendentemente me he encontrado con que esta gestión, en la parte política, se han llevado muy bien. El presidente de la Diputación ha tenido mucha mano izquierda, y he visto como todos los alcaldes querían que se hiciera esta obra. HA habido voluntad política, Bendodo ha estado ágil y diplómatico, llamando a estos regidores de distintos colores políticos y buscando una postura común.
¿Se puede decir que ha sido un ejemplo de colaboración?
Mire, esto es una de las cosas que aún me permite tener esperanza, hablando como ciudadano, de que se pueda hacer en más sitios. Que las cosas que nos importan están por encima del resto. Lo cierto es que sí, la obra ha sido un ejemplo de colaboración entre administraciones.
Todo el mundo está a favor del Caminito, ¿es por esta causa?
Nadie ha puesto más trabas de las lógicas en un proyecto así. Había que idear algo que pudiera pasar los problemas administrativos. Ydespués, claro, la voluntad política. Mire, para que una obra salga bien el que promueve tiene que hacer su parte. El equipo del arquitecto tiene que hacer la suya y saber dirigir la orquesta, para explicarlo de alguna manera. El consultor tiene que poner la voluntad precisa para evitar las trabas que mencionaba antes, consiguiendo así que todos los actores hagan bien su papel. Como uno lo haga mal, las cosas se tuercen. Es cierto que algunos se sacrifican más que otros. Por ejemplo el contratista puede estar perdiendo dinero con una obra, pero si ve que hay un interés grande y buen resultado... lo que importa en este caso es la repercusión.
Una repercusión que ya está teniendo...
Exacto. Por eso la constructora tiene más interés aún de que salga bien. Si el resultado es óptimo todo el mundo sale beneficiado. Yotra tema importante es que nadie quiera imponer nada. Aquí cada uno sabe de los suyo, y hay un punto de partida y unas metas. Le repito, esta es la clave, y no siempre se cumple. Aquí, en la obra del Caminito, sí está ocurriendo.
¿Y qué papel juega usted?
Bueno, soy como el director de orquesta. Hay muchos músicos y al final es uno el que tiene que decir quién toca en cada momento. El que construye se tiene adaptar al dibujo, y el que diseña tiene que ver las circunstancias en las que se va a realizar.
¿Cómo fue el proceso?
La historia del Caminito es un tanto singular. Yo ya había realizado otros proyectos de la Diputación, y el presidente me habló del Caminito, y me dijo que estaba decidido a realizarlo en esta legislatura, y me sugirió que lo estudiara. Mi primera opinión fue que no se podría ejecutar de ninguna manera (sobre el proyecto original), y le dije que había que hallar otra manera. Existían problemas medioambientales que se tenían que solventar. Aquí empezó todo, y eso que los alcaldes estaban resignados a que, una vez más, esto no iba a ocurrir. Creé mi propio equipo para que siguieran un diseño y una estrategia común. Además, hay que recordar que hay un plan especial. No es solo el Caminito como tal, también había que pensar qué pasaría si se presentan en el Chorro un millón de personas. Se corría el riesgo de morir de éxito.
Suena a que las gestiones previas no fueron sencillas.
Hombre, tenga usted en cuenta que tardamos más en diseñarlo que en construirlo. Tres años frente a uno. Esta es la complejidad, y además que todo hay que resolverlo de manera simple, que no simplona. Se tiene que notar lo mínimo posible. Por eso em parece admirable lo que hiceron hace 10 años. LAs vigas de tren esas que están metidas en la roca... y encima que entonces había personas colgadas en cuerdas con poca seguridad y conocimiento. Para esta obra hemos contado con alpinistas expertos en la materia, con unos arneses muy seguro, y aún así es difícil. Es que nosotros hemos usado un helicóptero para poner el puente del desfiladero de los Gaitanes.
Elementos modernos en una obra 'artesanal', ¿no?
Hemos intentado inspirarnos en cómo se hizo la primera vez, pero ha sido muy diferente. Me parece increíble cómo lo hicieron entonces. Pero bueno, una vez que solventas los problemas técnicos y medio ambientales, la cosa ya avanza. Lo que sí era importante era hacer algo que dure, porque por el propio lugar en el que se levanta, el Caminito tiene y tendrá sus riesgos. Por mucho que hagamos no se puede poner puertas al campo, nunca mejor dicho. A veces llueve torrencialmente, y hace viento, y hay piedras sueltas que se pueden desprender. Yno le quepa duda de que habrá piedras que puedan caer sobre el camino, así como peligros de deslizamientos.
Es decir, que hablamos de una obra en contínuo mantenimiento
Efectivamente. Esa es otra de las partes del proyecto. Cómo se va a gestionar, de qué manera se va a mantener. Porque la sostenibilidad del Caminito se le supone, pero hay que ocuparse de que sea así. No se va a caer, pero tenemos que buscar e idear sistemas que permitan que este mantenimiento sea fácil de realizar y que no cueste mucho dinero. Si se va a usar hay mantenerlo, por lo que las piezas que sean fáciles de romper, también sean fáciles de arreglar. Espero que dure cien años o más, como el antiguo camino.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.