La mejor fórmula para mantener una ciudad
Expertos analizan en el Foro Sando las ventajas e inconvenientes de municipalizar o privatizar servicios urbanos
Francisco jiménez y mariví morilla
Miércoles, 17 de diciembre 2014, 01:39
¿Cuál es la mejor fórmula para que servicios públicos como la limpieza viaria, el mantenimiento de los parques, el abastecimiento de agua o la conservación del las carreteras sean lo más eficientes posible? La respuesta depende del cristal con que se mire, pero la realidad es que la gestión de los servicios urbanos que competen a los ayuntamientos tiende cada vez más a dejar de ser cien por cien pública para ser encomendada a manos privadas, bien mediante un modelo mixto como ocurre con Limasa o apostando directamente por una externalización plena, que se da mayoritariamente en sectores muy específicos como el mantenimiento de las zonas verdes o la reparación de baches. Precisamente la especialización es, junto a la reducción de costes fruto de la competencia para hacerse con los contratos, la tarjeta de presentación que las empresas ponen sobre la mesa de las administraciones públicas para tratar de convencerles de que el futuro pasa por la colaboración público-privada. Para analizar las ventajas e inconvenientes de los distintos modelos de gestión, el Encuentro sobre Servicios Urbanos Municipales organizado por SUR y Sando para conmemorar el 40.º aniversario de la constructora malagueña reunió ayer a responsables de distintos empresas y departamentos de los ayuntamientos de Málaga, Vélez, Sevilla y Almería.
¿Público, privado o una solución intermedia? «La bondad de lo público es que no hay que abonar el IVA, pero lo malo es que no hay un pliego de condiciones al que ceñirse», explicaba a modo de resumen Rafael Arjona, que desde 2003 está al frente de Limasa, la empresa mixta que se encarga de la limpieza y la recogida de residuos de la capital. En el caso concreto de Limasa, cuyo contrato de concesión expira en abril de 2017, el también presidente de la Asociación Nacional de Empresas Públicas del Medio Ambiente abogó por constituir una entidad pública a través de la cual se subcontraten las tareas a distintas empresas especializadas en su ámbito, desde la limpieza viaria hasta la retirada de podas, pasando por el tratamiento de los residuos.
Parques y Jardines
Por su parte, el director del Área de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, se declaró un firme convencido de la externalización del mantenimiento de las zonas verdes, como ya ocurre en la capital. «Esta fórmula nos ha permitido crecer, y crecer bien», remarcó Gutiérrez del Álamo, quien destacó cómo la ratio de áreas verdes útiles en Málaga ha pasado de los 1,3 metros cuadrados por habitante que se contabilizaban en 1995 a los 7 actuales. En cuanto a la contratación, defendió que el reparto de la ciudad en cuatro lotes (jardinería histórica y los tres restantes por los 11 distritos) «ha sido muy positiva por la especialización que conlleva».
En términos similares se expresaba su homólogo en Vélez, Ernesto Zayas, quien además puso el acento en que «los ayuntamientos difícilmente tienen capacidad para asumir con personal propio la puesta a punto de todos los parques y jardines públicos». Desde la experiencia en el Consistorio de Sevilla, el director general de Medio Ambiente también apostaba por la privatización y por la especialización. «La división por zonas de la ciudad con diferentes contratos supone una gran ventaja a la hora de agilizar los trabajos a desarrollar, pero también hay que valorar la posibilidad de separar las labores de jardinería del mantenimiento del arbolado viario», propuso Francisco Ibáñez, quien aprovechó su estancia en Málaga para «mirar lo verde y constatar que esta ciudad hace una magnífica gestión de sus parques».
Loas para Málaga que también llegaron desde Almería, pero esta vez en materia de conservación urbana y todo lo que conlleva el asfaltado de calles y la reparación de baches y demás desperfectos. En la capital almeriense no hay ninguna planificación, por lo que se actúa a demanda, de forma que «si un barrio no se queja difícilmente se va a reasfaltar un vial», reconocía Javier Garrido, jefe de Servicio Técnico de la Gerencia de Urbanismo de Almería que, por cierto, «funciona sin gerente para evitar injerencias».
Considerado un referente en materia de conservación viaria, el Ayuntamiento de Málaga sí que lo tiene todo planificado, con una consignación presupuestaria asegurada que permite contratar sendos planes de asfaltado (este año se ha actuado en 97 vías abarcando más de 120.000 metros cuadrados) y de conservación que se han traducido en diez mil microactuaciones en los barrios. Se atienden las demandas ciudadanas, pero además se dispone de un inventario de todos los elementos urbanos y se realizan dos inspecciones anuales en todo el término municipal, que se elevan a cuatro en el Centro Histórico y las principales avenidas. «Las ciudades desarrolladas tienen más de un 30% de calles, plazas y aceras, así que hay que considerar esos espacios como un bien patrimonial del que estar orgullosos y también mantenerlos en el mejor estado posible», advirtió el jefe de Arquitectura e Infraestructuras de la Gerencia de Urbanismo de Málaga, Javier Pérez de la Fuente, quien pese «a los resultados satisfactorios» reclamó una mayor inversión municipal en labores de conservación viaria porque «a la larga, supone un ahorro importante en reparaciones».
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