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Jesús Hinojosa
Lunes, 8 de diciembre 2014, 20:01
Un centro con una mayor preferencia peatonal y despojado del tráfico de paso para ir de un extremo a otro de la ciudad. Es el futuro para la movilidad del corazón de la ciudad que dibuja el avance de la revisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Centro Histórico, un documento en el que el Ayuntamiento detalla una serie de propuestas que, a falta de ser confirmadas y concretadas en diferentes estudios, suponen un cambio radical en la configuración de la circulación tal y como hoy se conoce.
Junto con los planteamientos ya anunciados de incrementar el espacio peatonal en la Alameda Principal (cerrando al tráfico sus dos laterales), y en las calles Victoria y Carretería, ampliando sus aceras y dejando la calle Victoria en un único sentido hacia el sur, el plan trazado por el equipo de gobierno municipal aboga por restringir el tráfico, limitándolo solo a residentes y vehículos de transporte público, en las calles Álamos, Atarazanas, Frailes y Compás de la Victoria, entre otras. De este modo, el Consistorio quiere asegurarse que la Alameda deja de ser un eje para dirigirse hacia el norte de la ciudad, y que el recorrido por Carretería y Álamos abandona su función como itinerario para desplazarse hacia la zona este por el túnel de la Alcazaba.
El plan parte de la premisa de potenciar el tráfico de paso por el Centro por el eje de la avenida de Manuel Agustín Heredia y el paseo de los Curas, que dispone de tres carriles en cada sentido. Para ello, propone anular la conexión entre la avenida de Cánovas del Castillo y el paseo del Parque, lo que permitiría ganar zona peatonal en la plaza del General Torrijos. Para la Alameda, y su continuidad por el Parque, considera suficiente que el tráfico quede reducido a tres carriles en su calzada central a los que se sumarían dos más para autobuses, si bien aconseja que deje de ser epicentro de las cabeceras de las líneas de autobuses, aunque no dice cómo.
Nuevo recorrido al norte
El recorrido hacia el norte por las calles Puerta del Mar y Torregorda quedaría anulado. En la primera de ellas, habría un nuevo punto de control de acceso al Centro que desviaría los vehículos no autorizados por la calle Panaderos hacia Ordóñez. De este modo, Atarazanas podría ganar en zonas peatonales, y el acceso al mercado Central se propone que solo sea para autobuses, taxis y residentes se haría por García Caparrós y la plaza de Arriola, que cambiaría de sentido para tener como vías de escape las calles Prim, hacia el puente de la Esperanza, y Ordóñez, hacia la calzada central de la Alameda. Para el tráfico hacia el norte se propone potenciar el uso del paso existente bajo el puente de Tetuán, al que provisionalmente podría llegarse desde el eje del Muelle de Heredia por un carril de la Alameda de Colón que invertiría su sentido hacia el norte y la calle Linaje.Para más adelante se apunta la construcción de un túnel bajo la avenida del Comandante Benítez, ya previsto en el Plan General de la ciudad.
Otra propuesta pasa por restringir al tráfico privado la calle Álamos, permitiendo solo llegar hasta su confluencia con la plaza del Teatro para posibilitar el acceso hacia el aparcamiento de Tejón y Rodríguez. Esto implicaría que la calle Ollerías cambiaría de sentido para servir de escape a los vehículos que procedan de este entorno. Además, calle Mariblanca variaría igualmente su sentido para evitar la tentación de usarla hacia la zona de la Victoria y Capuchinos, porque para llegar a ellas el nuevo recorrido que se propone es, desde el eje del Guadalmedina, por Huerto de los Claveles, San Jorge, Empecinado, Carrera de Capuchinos, Refino, Cruz Verde, Altozano y Ferrándiz. El sentido contrario, es decir, desde la zona noreste hasta el otro lado del río, podría ser por Fernando el Católico, Gordón, Paco Miranda, Julio Mathías, Chaves, Diego de Siloé, Carrión, Refino, Postigos y Cruz del Molinillo. Estos cambios implicarían habilitar un tramo de doble sentido en la calle Refino, desde Carrión a Postigos, y conectar la calle Chaves con Diego de Siloé a través de los antiguos barracones del campus de El Ejido.
En cuanto a la calle Victoria, que quedaría solo en sentido descendente, ampliando sus aceras en beneficio del peatón, su recorrido hacia el norte se sustituiría por uno que recorrería desde el túnel de la Alcazaba los laterales sur y oeste de la plaza de la Merced para entrar por Madre de Dios y subir Peña y la Cruz Verde hasta desembocar en la plaza de la Victoria. Igualmente, se limitaría solo autobuses y vehículos autorizados las calles Merced y Frailes, junto al mercado de la Merced. Asimismo, el equipo de gobierno considera que dejar en un único sentido descendente la calle Victoria podría permitir convertir el Compás de la Victoria en una calle de tráfico restringido.
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