Detenido por agredir con un hacha a los agentes que instruían una denuncia por violencia machista

Lo que comenzó como una llamada anónima alertando de un presunto caso de violencia machista en Mijas acabó convirtiéndose en una detención por desorden público, desobediencia y atentado contra la autoridad. Tras la llamada registrada en la Jefatura el pasado 2 de mayo acabó obligando a varias unidades de Policía Local y Guardia Civil a detener a un vecino que «llegó a atacar mientras sostenía el hacha a uno de los agentes», según destaca el informe elaborado tras la intervención, al que ha tenido acceso SUR. Durante el forcejeo, otro de los intervinientes acabó herido tras recibir diversos golpes. El documento también explica que, al llegar al lugar de los hechos, una vivienda ubicada en la urbanización Riversol, cerca del núcleo de La Cala de Mijas, «se oían golpes, fracturas de cristales y voces de un varón». Tras pedir en más de una ocasión que alguien saliese de la casa, el detenido abrió la puerta principal «esgrimiendo un hacha en actitud agresiva».

Además, y pese a las preguntas de los asistentes se negó a explicar si se encontraba solo o acompañado. Tras observar «sangre y más daños en el rellano», la unidad decidió pedir refuerzos.

En total, hicieron falta ocho unidades cinco de Policía Local y tres de Guardia Civil para completar el dispositivo. Retener a quien, en más de una ocasión, amenazó a las autoridades con frases como «fuera de aquí, que vais a comer», fue la tarea más complicada.

La documentación especifica que ésta no fue la única actitud agresiva que mostró ante los agentes, ya que mientras esperaban los compañeros de servicio para el refuerzo, en varias ocasiones, salió de las dependencias principales a la terraza «con el hacha en la mano golpeando el mobiliario y cogiendo varias macetas, haciendo ademán de lanzarlas».

Para acceder a la propiedad, desde cuyo exterior ahora aún se observan daños provocados en la puerta del garaje, uno de los funcionarios llegó a emplear un spray de defensa personal. Esta técnica no fue suficiente para reducir al morador, «que en ningún momento soltó el arma», apunta el documento.

Entonces, comenzó un forcejeo durante el que el hombre «seguía dando golpes con el hacha indiscriminadamente». Cinco componentes de este dispositivo hicieron falta para reducirle.

Estaba solo

Al tiempo que parte de las autoridades detenían y trasladaban al centro de salud más cercano tanto al compañero como al imputado, la intervención se completaba con una inspección ocular del interior de la propiedad y los alrededores, momento en que certificaron que estaba solo en todo momento y que los daños no solo los había provocado en la residencia «la casa estaba literalmente destrozada a golpes»; también en el portón de la propiedad ubicada enfrente «presumiblemente ocasionadas por el hacha», especifica el acta de manifestaciones.

Después de recibir el alta médica, se trasladó directamente al cuartel de la Guardia Civil. Desde la Benemérita aseguran a este periódico que el hombre está imputado por la comisión de tres delitos. La llamada de alerta se registró poco después de las 14.30 horas y se dio por finalizada después de las 16.00 horas.

Un reportaje fotográfico de los daños materiales ocasionados en las propiedades, la incautación del arma, de más de treinta centímetros, el parte médico del centro de salud y el informe servirán de pruebas para el enjuiciamiento de un hombre que, según fuentes de la Policía Local del municipio costasoleño, tiene abiertas una orden de búsqueda y alejamiento por agresiones.