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Susana Díaz y Diego Valderas aplauden tras la votación del Presupuesto para 2015 en el Parlamento andaluz.

PSOE e IU aprueban el que podría ser el último Presupuesto del Gobierno de coalición

Los socios aparcan también la tensión para votar juntos contra una propuesta del PP para un pleno sobre fraude en los fondos públicos

Maria Dolores Tortosa

Miércoles, 24 de diciembre 2014, 01:16

PSOE e Izquierda Unida aparcaron ayer sus tensiones y votaron juntos el Presupuesto de la Junta para 2015 (29.652,2 millones de euros, 2,1 millones más que los de este año). Se trata del tercer presupuesto que acuerdan y votan juntos los socios de gobierno en Andalucía, pero también pueden ser los últimos al menos esta legislatura, según coincidieron fuentes de ambas formaciones políticas.

El presupuesto permitirá, según puntualizó Susana Díaz este lunes al grupo socialista, un año de «estabilidad política, social y económica». Pero a ninguno de los dos partidos se le escapa que aún agotando la legislatura será difícil negociar un nuevo presupuesto el próximo otoño para un 2016 en el que deberían celebrarse las elecciones autonómicas, si no hay adelanto.

Montoro confirma aplazamiento de los 426 millones

  • El Ministerio de Hacienda comunicó ayer tarde mediante un escrito el aplazamiento de las liquidaciones de la financiación autonómica de 2013, lo que afecta especialmente a Andalucía, ya que su saldo negativo alcanza los 426 millones de euros.

  • Este aplazamiento forma parte del compromiso alcanzado el lunes por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su entrevista con la presidenta de la Junta, Susana Díaz. La comunicación se efectuó después del Consejo de Política Fiscal y Financiera y según fuentes de la Junta, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no comunicó a la consejera del ramo, María Jesús Montero, nada sobre qué tipo de aplazamiento concede su departamento. La Junta confía en un año de carencia y 20 años de plazos de la deuda, sin bien admiten que Hacienda podría aprobar una prórroga solo de diez años.

Sobre la mesa está si cara a esas elecciones PSOE e IU pactarán una ruptura, mantendrán el Gobierno hasta la fecha electoral o acabarán tirándose los trastos a la cabeza. IU ya ensayó este fin de semana una propuesta de ruptura con un referéndum entre las bases de su formación para decidir si continuar en la Junta condicionado a la aprobación de cinco leyes de calado social como la renta básica, la banca pública, la de Agricultura integral con el banco de tierras, la de mínimos energéticos vitales y la de igualdad y contra la violencia de género.

El PSOE no ve dificultades en sacarlas adelante la mayoría de ellas, pero no acepta envites del socio Izquierda Unida. Varios diputados socialistas se acercaron ayer a la presidenta para felicitarla por la respuesta sosegada, pero contundente, dada a IU, cuando le advirtió de que no consentirá que nadie le ponga «fecha de caducidad a este Gobierno», ya que la convocatoria de elecciones es de su competencia.

A partir de mayo

Tanto unos como otros admiten en privado que el mapa político puede cambiar tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo, cuando se verá si hay realmente irrupción de Podemos y con qué consecuencias. Hasta esa fecha PSOE e IU garantizarán la continuidad de un pacto que, como se vio ayer, funcionará en lo fundamental. Pero a partir de entonces nadie asegura qué puede ocurrir ni en Izquierda Unida, pero tampoco en el PSOE, como apuntó el coordinador de IU, Antonio Maíllo, al subrayar la propia tensión sobre el futuro político de Susana Díaz, si dará el salto a la esfera nacional o no en función del resultado de unas municipales y autonómicas responsabilidad de Pedro Sánchez. De ahí que el mes elegido por IU para situar su hipotético referéndum para abandonar la coalición con los socialistas sea junio, dos semanas después de las municipales.

Una coyuntura, la de Díaz, que se ha convertido en el nuevo argumento del PP andaluzpara erosionar la labor de la presidenta. El portavoz de este partido en el debate presupuestario, Rafael Carmona, lo escenificó con un remedo de la canción Penélope de Serrat al acusar a la presidenta de estar «en la estación con sus zapatitos de tacón esperando a que pase de nuevo el tren», en alusión a sus declaraciones en Toledo la pasada semana.

Pero ayer el pacto siguió funcionando y cumpliendo con lo que Díaz le pidió a IU un día antes: con «responsabilidad, lealtad y madurez» para dar estabilidad a Andalucía. El portavoz de Izquierda Unida en materia económica, Ignacio García, subrayó que las cuentas aprobadas «consolidan la estabilidad» de Andalucía y recordó que su formación ha sido la «columna vertebral» de la estabilidad del Gobierno andaluz toda la legislatura.

Futuro robusto

Las cuentas aprobadas incluyen cerca de 400 millones de euros para restituir complementos en las pagas extra de los empleados públicos y la jornada completa de los eventuales del Servicio Andaluz de Salud y 18 millones de euros para poner en marcha la banca pública, empeño de IU para dar su respaldo. También destinan 1.123 millones de euros a infraestructuras y otro tanto en incentivos a las empresas para la creación de empleo. La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que es un presupuesto pensado para un «futuro robusto en lo económico y justo y progresista en lo social».

La mejor prueba del algodón del pacto estuvo en el rechazo de las 450 enmiendas presentadas por el PP al proyecto de ley. No fue el único voto en contra de los popularse. PSOE e IU también unieron sus votos en la junta de portavoces para rechazar la celebración de un pleno extraordinario en enero para que la presidenta explique el proceso, concesión, seguimiento y control de fondos públicos ante los casos de corrupción investigados por los tribunales: ERE, plan Bahía, cursos de formación y facturas falsas de UGT.

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