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Pérez-Sauquillo, en un momento de la entrevista. :: Carlos Moret
Tomás Pérez-Sauquillo: "Invercaria ha sido el mayor error de mi vida"
ENTREVISTA

Tomás Pérez-Sauquillo: "Invercaria ha sido el mayor error de mi vida"

«Me han metido en medio de la hostilidad entre dos partidos», afirma el expresidente de la empresa de capital riesgo de la Junta y asegura que reconoce estar «preocupado» ante su imputación judicial

JUAN CANO

Martes, 30 de abril 2013, 22:25

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En su perfil de Linkedin figura, como empleo anterior, la presidencia de la empresa Inversión y Gestión de Capital de Riesgo de Andalucía. Sin embargo, no aparece el acrónimo con el que es comúnmente conocida: Invercaria. O lo que es lo mismo, el buque insignia de la Junta para financiar proyectos en sectores estratégicos, que está siendo investigado por conceder ayudas millonarias a proyectos que, según la Fiscalía, fracasaron poco después del cobro. Tomás Pérez-Sauquillo (Madrid, 1946), que fue presidente de la entidad entre 2005 y 2010, rompe su silencio un par de semanas antes de comparecer ante el juez, que lo ha citado como imputado por un presunto delito de malversación.

Usted es abogado y promotor inmobiliario. ¿Por qué decidió saltar al sector público? ¿Quién le puso Invercaria encima de la mesa?

Francisco Vallejo (exconsejero de Innovación de la Junta). Cuando me habló de Invercaria, yo era consejero delegado de un grupo empresarial que pretendía llevar a cabo la ampliación de Puerto Banús. Me contó el proyecto y pensé: «Puedo hacerlo».

¿Y en qué consistía exactamente?

Lo atractivo era tener la oportunidad de acercar la administración al ciudadano y apoyar las pymes andaluzas. Mucha gente desconoce cómo funciona el capital riesgo, pero es algo apasionante: se cree o no en los proyectos. Un dato: en EE UU, por ejemplo, el índice de fracaso está entre el 30 y el 40%. Un año después de mi cese (dejó la empresa en 2010), se produjo una fusión de Invercaria con tres sociedades. En ese momento de máxima crisis, donde el valor de muchas grandes empresas era cero, la depreciación de los activos de la entidad alcanzaba el 15%. Por eso no entiendo nada de lo que está pasando. Después de irme creyendo que lo había hecho fenomenal, con unos porcentajes por encima de la media, me encuentro con que soy atacado de la forma más injusta. Llevo 36 años como profesional y mi conducta ha sido intachable.

¿En qué se basa la Fiscalía para decir que se habrían concedido ayudas superiores a 25 millones a sociedades que pocos meses después del cobro carecían de actividad?

La única realidad objetiva es que, cuando se produce la fusión, la depreciación es del 15%. Sostiene la Fiscalía que se detectan graves irregularidades según la Cámara de Cuentas, que no dice eso exactamente. En el resumen recoge unos ajustes contables y se detiene en tres puntos, como por ejemplo que no existían instrucciones para la contratación de trabajadores. Eso no es un tema grave. Desde el punto de vista penal, ridículo.

Otro aspecto que destaca la Fiscalía es que Invercaria carece de control financiero de la administración.

Es cierto que Invercaria no tiene intervención general del Estado. No lo decido yo, como es lógico. Pero no estamos hablando de correcto o incorrecto. Hablamos de un proceso penal contra Tomás Pérez-Sauquillo.

Si se apuesta por los proyectos porque se cree en ellos, y no hay auditoría, ¿no se puede caer en el riesgo de aprobarlos por otras afinidades?

En esa interpretación hay una contradicción enorme. Con esa fórmula, Invercaria solo tiene un 15% de fracaso. El ciudadano normal entiende si una persona abusa del dinero público y, o bien se lo lleva, o bien hace que se lo lleven los demás.

A la hora de conceder una ayuda a uno u otro, es más fácil tomar la decisión si no existe ese control...

Sí, pero hay un matiz. Cuando me hice cargo de Invercaria, di orden de que, desde el primer día, nos auditara Price Waterhouse. Las únicas salvedades que ha puesto en los cinco años que he sido presidente fueron que le faltaban tres balances a empresas participadas por Invercaria. Yo soy un hombre del sector privado. De hecho, fiché a Cristóbal Cantos y lo convertí en mi mano derecha porque conocía la empresa pública y me iba a ayudar a entender la administración.

¿Cómo explica la denuncia de Cristóbal Cantos, en la que que aseguraba haber recibido presiones para hacer «informes predatados» con el fin de justificar las inversiones?

Yo pregunto, ¿se está autoinculpando Cristóbal Cantos? Porque el 50% de los proyectos eran suyos.

¿Se siente traicionado por él?

Mucho. No ha querido hacerme daño y al único que ha hecho daño es a mí. Estoy seguro de que, si le pregunta por mi honradez, él no dudaría.

Otra de las supuestas irregularidades detectadas por la Cámara de Cuentas es que el organigrama de Invercaria estaba incompleto.

No es verdad. Nada más llegar a Invercaria, sin obligación ninguna, redactamos el plan director, que recogía los procesos para seleccionar proyectos. Y eso se lo debo a Cristóbal Cantos, fue una aportación suya. En el acta número 3 se aprueba el plan director 2005-2008. Y en 2007 se vuelve a hacer uno nuevo que sustituye al anterior. En 2008 se analizan todos los perfiles, organigramas, remuneraciones... con una consultoría externa. Y se toman decisiones: echamos a tres personas. Por eso cada vez que leo que no había organigrama... No entiendo qué información se está manejando. Invercaria no tenía ni dinero y ya existía un plan director.

¿Recibió algún tipo de presión para aprobar un determinado proyecto?

¿Usted cree que hubiera consentido, a mi edad, que alguien me hubiera presionado? No, no es cierto. Sí es verdad que captaban proyectos y los mandaban para que nuestros analistas decidieran si eran interesantes o no.

¿Tiene la sospecha de que esos proyectos se filtraban por simpatía o afinidad política?

Yo puedo decir que si alguna vez ha ocurrido, no me he enterado.

¿Considera que hubo cierto descontrol financiero en Invercaria?

Cero. Sinceramente, no lo hubo. ¿Aquí quién ha insinuado descontrol? Si no hubiera sido por lo que dice Cristóbal Cantos, nadie habría hablado de eso.

La Fiscalía también apunta a que se concedieron subvenciones muy superiores al valor de la propia empresa. ¿Cómo explica eso?

¡Es que el capital riesgo es eso, apostar por un proyecto! En unas empresas como estas, que eran semillas, como no las atiendas, te las cargas tú.

En el caso de FIVA, ¿por qué se concedieron las ayudas antes incluso de que se creara la sociedad?

Pero esto es lo normal. Se han fijado en FIVA, pero lo lógico es que esto suceda en casi todas, porque lo que apruebas son proyectos de capital riesgo en los que, si entras en ellos, eres socio constituyente. Los estudiamos muchísimo antes. Y vamos desembolsando según se va necesitando.

Aun así, ¿cómo se justifica una inversión de 1.120.000 euros en una feria virtual con la creación de una página web que está inactiva?

Voy a explicar FIVA, porque se corre el riesgo de malinterpretar las cosas. FIVA nace de Invercaria porque yo soy un hombre emprendedor. Fui yo mismo quien lo propuso a la consejería. Les planteé: ¿Qué os parece crear un portal para que las pymes andaluzas puedan estar en las grandes ferias, que tengan un gran escaparate para que las puedan ver en toda España y en todo el mundo? Les gustó tanto el proyecto que me dijeron: «Adelante Tomás». Cogí a dos empresas, Corporación Gráfica y Grupo Imagen. Yo tenía la idea de una ciudad virtual, algo espectacular. El número dos de Innovación, Ángel Garijo, me dijo: «Tomás, tienes que buscar una empresa de mucho músculo tecnológico». La IBM de Andalucía era Novasoft. Los llamamos y quedaron tan seducidos que no solo querían hacer el software, sino también participar. Presenté FIVA en todas partes. ¿Hay alguien que no creyera en el proyecto?

¿La Junta no le pidió explicaciones por un proyecto fallido de 1,1 millones impulsado por usted mismo?

No, en absoluto. A mí nadie me dijo nada. Es más, lo consensué con el secretario general. Pero sí fue una espina clavada para mí, porque yo creía en ese proyecto, era bueno para Andalucía. De hecho, yo sigo pensando hoy que FIVA es rentable si hubiera decisión política para que se incorporaran todas las empresas andaluzas.

¿Invercaria ha sido el error de su vida? ¿Volvería a fichar por ella?

Nunca. Ha sido el mayor error de mi vida. Si llego a sber todo esto... He perdido dinero por estar en Invercaria, porque abandoné proyectos que me resultaban muy rentables. Tenía una promoción en Puerto Llano constituida en 2004, un año antes de entrar en Invercaria y no pude ocuparme de ella. Esa mala gestión me ha costado 270.000 euros.

¿Va tranquilo a la declaración?

No. Yo estoy preocupado, porque veo que se me ataca sin indicios y sin razones. La indefensión que siento me da miedo. Me han metido en medio de la hostilidad de dos partidos.

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