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José Antonio Aguilera muestra cómo funciona uno de sus inventos que más éxito ha cosechado. / A.FUENTES
Eurekas inagotables
una historia

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José Antonio Aguilera ha pasado de ser un electricista de Villanueva de Tapia a tener una empresa propia desde la que fabrica sus inventos para todo el mundo

CARMEN MARTÍN

Miércoles, 11 de marzo 2009, 14:34

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Con poco más de 20 años, José Antonio Aguilera tuvo una idea que le cambiaría la vida. Luego vendrían otras, tantas que el joven instalador eléctrico de Villanueva de Tapia pasaría en poco tiempo a ser considerado como un gran inventor y hoy ya puede decir con satisfacción que vive de sus ideas. No en vano, ha creado una empresa desde la que pretende fabricar sus ingenios para todo el mundo.

Fue hace seis o siete años cuando imaginó en su cabeza el primer invento: un sistema de almohadillas neumáticas para repartir el peso de los tronos entre sus portadores, de manera que todos soportasen la misma carga. La idea le vino a raíz de su propia experiencia: «Un compañero y yo portábamos el trono de la Virgen de mi pueblo y, cuando llevábamos un rato, veía cómo él se agachaba y yo llevaba todo el peso y dije: 'aquí hay que inventar algo para repartir el peso del trono entre todos'». Y lo hizo. Se le ocurrió su innovador sistema de almohadillas neumáticas, pero sus compañeros de la cofradía no creían que funcionase y lo retaron a desarrollarlo.

José Antonio Aguilera buscó entonces consejo en un amigo para patentar su invento y, tras tenerlo registrado, se puso manos a la obra. «Cuando no hay dinero, hay empeño, y pusimos tanto que primero colocamos unas válvulas muy grandes y el trono parecía inestable; le pusimos una chiquitilla y no daba tiempo para que pasara el aire. Así, hasta que nos dimos cuenta de que era una fórmula: el volumen por un número y sacamos las válvulas idóneas, que se amortiguan y dejan pasar el aire para repartir el peso», explica ahora José Antonio con su costumbre de hablar en tercera persona, pese a que fue él solo el que dio con la clave.

De idea en idea

Una idea le llevó a otra igual de compleja y el inventor pensó: «si lleno los badenes de las carreteras con agua y le pongo unas válvulas, cuando el coche pase despacito esta se irá para los lados y no pego el leñazo. Voy a patentarlo».

Así lo hizo también, sólo que «preguntando» le hablaron en la Universidad de Sevilla de la existencia de los materiales no-newtonianos, «que son flexibles, pero si se golpean se ponen duros» y los incorporó a su nuevo ingenio.

De igual manera, intentando climatizar una piscina que no llevara placas solares porque el propietario no quería ponerlas ni en el tejado ni en el jardín, recordó que el caucho de las almohadillas de los tronos que él había inventado se calentaba demasiado al sol y pensó en hacer los bordillos de las piscinas de un sistema de este material que calentara el agua con el sol y al mismo tiempo evitar lesiones si alguien se pega un golpe en la piscina «por ser más blandito el bordillo». Este mismo sistema lo ha adecuado también al tejado de las casas para evitar las placas solares.

El problema surgió cuando José Antonio, que también ha ideado una motocicleta anfibia para hacer publicidad en la playa que le ha valido un premio del Club de Inventores, tenía que abonar 6.000 euros por cada patente internacional que quisiera conseguir. Un buen día, vio el anuncio de Bancaja que tenía como eslogan 'Tu idea es tu aval' y se plantó en una de sus oficinas vestido de electricista para conseguir los fondos con los que patentar internacionalmente sus sistemas de almohadillas neumáticas y badenes dinámicos y crear una empresa que los desarrollara.

José Antonio creó así Insosur, y gracias al Centro de Apoyo de Emprendedores se pudo instalar en el Parque Tecnológico de Málaga. Luego llegaron numerosos premios. Además, la empresa de este joven de 28 años entrará a formar parte de una nueva entidad, con otras sociedades y administraciones públicas como la Junta de Andalucía, con el objetivo de fabricar para todo el mundo sus badenes dinámicos y llegar a acuerdos con multinacionales a las que les venderían máquinas fabricadoras con licencia. El Ayuntamiento de Málaga ya está interesado en probarlos.

Además, Insosur ya dispone de un terreno en Villanueva de Tapia, cuya alcaldesa también ha apoyado siempre al inventor, para construir las instalaciones que le permitirán fabricar las almohadillas neumáticas para los tronos. Este año, por lo pronto, ya lo llevarán cofradías de Totana, Mollina, Alcalá la Real, Villanueva de Tapia...

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