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EFE
Miércoles, 23 de enero 2008, 02:58
El máximo representante de la cocina de vanguardia en el mundo, Ferrán Adrià, clama por la libertad como principio básico de la cocina y apuesta por evitar las polémicas en el mundo de la gastronomía. «Libertad, libertad y libertad» han sido las primeras palabras de este genio de la cocina en su exhibición de ayer en Madrid Fusión, encuentro al que asistieron los cocineros Juan Mari Arzak, Pedro Subijana y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros. Adrià cree fundamental que «cada uno haga lo que quiera» en la cocina, pero sin polémicas, ya que «bastantes problemas hay ya en la vida como para que la cocina sea uno más». Considera que la cocina está para divertirse y para disfrutarla como un placer y, en la medida en que los restaurantes son negocios privados «cada uno hace lo que le apetece».
Pero aunque Adrià era el más esperado de los participantes, fue Karlos Arguiñano quien conquistó al público que acudió al encuentro. El más popular y televisivo de los cocineros españoles, Karlos Arguiñano fue homenajeado junto a otros colegas extranjeros por su labor divulgativa de la cocina. En el centro mundial de la cocina de vanguardia, Arguiñano admitió que hace platos domésticos para la gente que cocina y para aquellos que tienen que empezar a hacerlo, como unas patatas con chorizo o unas simples alcachofas con una gotita de aceite de oliva virgen.
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