Por qué una tormenta como la de ayer
Aire frío en las capas altas y cálido cerca del suelo. Nubes y viento de Levante. Un experto en meteorología explica cómo se forma una depresión atmosférica de esta magnitud
TEXTO: JUAN CANO
Sábado, 22 de septiembre 2007, 04:50
SALVANDO las diferencias con la película protagonizada por el actor George Clooney, el temporal que ayer se vivió en Málaga se puede considerar, a escala local, como «la tormenta perfecta». El jefe del servicio de Predicción y Vigilancia del Centro Zonal de Meteorología (CZM) de Andalucía Oriental, José Luis Ramírez, explicó ayer a SUR las causas de este fenómeno climático, que anuncia la entrada del otoño.
Como piezas de un rompecabezas meteorológico, todos los elementos encajaron ayer a la perfección para crear una situación de inestabilidad «inusual» en Málaga. Para empezar, el origen de la tempestad hay que buscarlo en una depresión aislada en altura, situada a unos 5.500 metros de altitud, lo que provocó un embolsamiento de aire frío.
Ayer se llegó a los 16 grados bajo cero en las capas altas de la atmósfera. Una temperatura muy poco habitual para esta época del año. «Lo normal es que haya 10 ó 12 grados bajo cero por estas fechas, pero no 16», apunta el jefe del servicio de Predicción del CZM, con sede en Málaga.
Combinación explosiva
Esa depresión de aire frío que se cernió sobre la provincia se unió a los aires cálidos y húmedos que caracterizan al último mes del verano, y que se situó en las capas más bajas. «Esa combinación de aire frío arriba y aire cálido y húmedo en niveles bajos es muy explosiva, porque el aire caliente tiende a subir, como el aceite», añade Ramírez.
La situación meteorológica reunía todos los ingredientes necesarios para la inestabilidad. Pero aún hubo más. «Viento máximo», dice el jefe de Predicción. De Levante, húmedo, que procede del mar. Porque la lógica de la meteorología dice que los vientos, cuando proceden de la izquierda, provocan una inestabilidad más acusada, según relata Ramírez.
Cóctel climático
Hasta ahí, todo en orden. Pero, ¿por qué las fuertes precipitaciones, que en algunos puntos llegaron a ser de un granizo de enormes dimensiones? El responsable del servicio de Predicción recuerda un precedente en Fuengirola, hace ya algunos años, en el que las bolas de granizo alcanzaron el tamaño de pelotas de ping-pong. Aunque las de ayer parecían más bien de tenis.
El último ingrediente que le falta al cóctel climático son las nubes, que, para fraguar la tormenta perfecta, deben ser del tipo cumulonimbo. Para entenderlo, las que tienen la forma de una coliflor. «Si la intensidad de las corrientes es la adecuada -aclara Ramírez- se producen grandes precipitaciones y, como en el caso de ayer, el granizo».
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