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Las propiedades de la cúrcuma, el nuevo dorado de la salud

La cúrcuma, el nuevo dorado de la salud

Qué opinan los expertos sobre la moda de tomar esta especie india y sus cualidades para el organismo

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Martes, 25 de febrero 2020

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Cierto. Es difícil fiarse de los alimentos que de repente y por doquier se presentan como milagrosos. Por sistema, o por mero bombardeo, tendemos a desconfiar. Algo así puede suceder con la cúrcuma, una especia oriunda de la India, base del color del curry, que llega como la última estrella de la cocina por la multitud de beneficios que le son atribuidos. ¿Pero en qué medida es realmente capaz de mejorar la salud?

Los estudios científicos que han intentado demostrar sus 'poderes' se cuentan por decenas. Van desde reparar el hígado graso hasta mitigar la depresión, la diabetes o el dolor articular. Pero ningún ensayo médico contrastado en humanos es lo suficientemente serio como para atribuir a esta especie propiedades curativas como tales. Hasta hoy, eso sí. Habrá que estar pendiente porque la investigación sobre ella se está volviendo cada vez más interesante. Lo único que se sabe con certeza es que antinflamatoria y rica en antioxidantes. De ahí que pueda contribuir a prevenir de alguna manera enfermedades como el cáncer, donde este proceso juegan un papel imporante. Pero como puede suceder con otros grupos de alimentos.

E-100 es el otro nombre que se le da como aditivo de productos industriales como el queso chedar, la mostaza, el chorizo o la sobrasada

Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, explica que esa especie de superpoder que se le atribuye radica en que la cúrcuma –como otras especias que crecen salvajes– sintetiza una gran cantidad de fitoquímicos, sustancias bioactivas que ayudan a la planta a protegerse de agresiones como bacterias, virus, mohos, hongos o un clima adverso.

«Precisamente son estas sustancias bioactivas las que han demostrado tener un efecto beneficioso sobre la salud, protegiéndonos del eventual desarrollo de diversas enfermedades», apunta Russolillo. El experto recuerda que este proceso se replica en otras especias, aunque con distintas propiedades a la cúrcuma, como el pimentón, que sería su equivalente español. «En mi opinión deberíamos ser más responsables a la hora de consumir y apostar por productos de nuestros campos, por nuestra identidad alimentaria, y no dejarnos seducir por los de otras culturas», valora el experto nutricionista, aunque reconoce que la moda de la cúrcuma está justificada.

Es la base del curry, el condimento que da color a la cocina India. La mayoría de la cúrcuma es producida en este país y un 80% de la misma es consumida allí.

Joaquín Sanjosé, portavoz del grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Medicina familia y Comunitaria (Semfyc), es más tajante. «Conferir propiedades a una sola especia es reducir muchísimo el papel que tiene una dieta completa en la salud. Es el conjunto lo que nos mejora», valora, mientras recuerda que no hay un estudio concluyente que avale propiedades milagrosas. Hace años se relacionó su carácter anticancerígeno tras un estudio que analizaba la bajísima incidencia de cáncer en India, donde se consume de forma masiva. Pero el análisis no descartaba la influencia de otros factores, como los epigenéticos de la propia población.

Muchos pacientes preguntan a sus médicos si tomándola se librarán del dolor de su articulaciones, a modo de fármaco. «El mensaje que yo doy es que no gasten dinero en suplementos porque no les va a solucionar su problema», apunta Sanjosé, quien no niega que la especie sea un potente antixoidante, que es saludable y que si gusta ¡adelante! con aderezar recetas.

Es rica en vitamina B6 necesaria para obtener energía de los alimentos, produccir glóbulos rojos y el funcionamiento de los nervios.

¿Hay riesgo de pasarse? La OMS fijó de 1 a 3 gramos diarios para que no produzca los escasos efectos adversos que se le conocen, como la diarrea. «Un poco en cada plato a diario está bien. Lo suficiente para dar sabor a la receta sin llegar a estropearla», aconseja Russolillo. Lo que sí se ha demostrado es que el cuerpo no la absorbe con facilidad, por lo que es necesario mezclarla con otros productos como la pimienta o el aceite para que surta efecto.

Las infusiones, que también han llegado al supermercado, es otra forma de incluirla en los hábitos diarios. La química nutricionista Ángela Quintas es uno de los expertos que abogan por la especie dorada para restablecer la barrera instestinal, clave para la buena digestión.

Los alérgicos e intolerantes al gluten, que tienen vetados otros condimentos, o quienes no puedan comer ajo también tienen en ella una aliada para dar color al plato, sabor a la comida y vida al organismo.

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