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J. CANO
Jueves, 5 de diciembre 2013, 08:27
Para María del Carmen Márquez, la madre de Sergio Retamar, el joven de Coín asesinado en 2012 en la localidad inglesa de Bournemouth, «ninguna sentencia es suficiente». Ni siquiera la que ayer dictó el juez Ian Burnett, que ha condenado a cadena perpetua al autor del crimen, Karl Addo, un hombre de 30 años, diagnosticado de esquizofrenia paranoide, que compartía piso con la víctima.
Sergio Retamar era, en palabras del juez Burnett, «un brillante joven español de 23 años que vivía y trabajaba en Bournemouth; quería mejorar su inglés y por tanto sus perspectivas, entre otras causas por la difícil posición económica de España en los últimos años». El 17 de julio de 2012, su cadáver apareció decapitado y mutilado en el piso en el que convivía con su asesino. Año y medio después del crimen, que conmocionó a ambos países, la justicia británica ha dictado sentencia.
Trabajaba de camarero
Apenas llevaba un año en esa pequeña localidad del sur de Inglaterra, donde trabajaba como camarero en el hotel Britannia para pagarse su estancia. El asesino, que se había escapado de Londres para no ser internado en un psiquiátrico, llegó al municipio en mayo. Dos meses después, mató al joven. Fue detenido después de que varios testigos advirtieran a la policía de que habían visto huir a un hombre manchado de sangre en dirección a la estación de autobuses. Karl Addo confesó el crimen durante el juicio. Según el fiscal del caso, Nigel Pascoe, el condenado creía, en sus episodios esquizofrénico, que estaba siendo atacado por grupos mafiosos y que su compañero de piso formaba parte de uno de ellos.
El magistrado recordó ayer al dar a conocer la sentencia que el joven malagueño fue víctima de un «ataque profundamente violento y frenético». Calificó el suceso de «brutal asesinato» que ha tenido «un impacto profundo y duradero sobre su madre y su familia». Sergio Retamar era hijo único.
El juez Burnett ordenó que Addo sea internado de por vida en el psiquiátrico de alta seguridad de Broadmoor (sudeste de Inglaterra), según el fallo, dado a conocer por Efe. Aunque su situación se podrá revisar tras un periodo mínimo de seis años y medio, el magistrado considera que es un individuo tan peligroso que previsiblemente su condena no será modificada.
«Nada volverá a compensar la pérdida, Sergio es una persona imposible de reemplazar», expresó la madre del joven, que acudió a la vista judicial en Bournemouth con una foto de su hijo para conocer el fallo, «aunque me queda el consuelo de que estará privado de libertad mucho tiempo y no podrá infligir este dolor a otra familia».
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