Una técnica del Materno reduce las operaciones en bebés con hidrocefalia

Los bebés nacidos prematuramente con muy bajo peso están luchando por su vida. Cualquier infección o complicación agrava su ya de por sí delicada situación. Por eso, la sección de neurocirugía infantil del Hospital Regional Carlos Haya ha desarrollado un tratamiento conservador que evita un porcentaje importante de operaciones a bebés prematuros que sufren una hidrocefalia hemorrágica. Este procedimiento se aplica en el Materno Infantil con muy buenos resultados, según dijeron ayer el jefe del servicio de neurocirugía de Carlos Haya, Miguel Ángel Arráez, y el jefe de sección de neurocirugía infantil, Bienvenido Ros. Aproximadamente, un 50 por ciento de los recién nacidos con menos de 1.500 gramos al nacer presentan algún grado de hemorragia cerebral. La mitad de ellos desarrollan una hidrocefalia: es lo que se conoce como hidrocefalia hemorrágica del recién nacido.

El sistema conservador que lleva a cabo el Materno ha evitado casi cien operaciones de bebés con hidrocefalia hemorrágica en diez años. La revista más prestigiosa en neurocirugía infantil ha publicado un trabajo sobre el tratamiento que se hace en el Materno, que es la base de la tesis doctoral de la neurocirujana Lorena Romero. Este protocolo de actuación -que fue premiado en el último congreso de la Sociedad Andaluza de Neurocirugía- combate de forma diferente la hidrocefalia hemorrágica respecto al método que se utiliza en las unidades neuroquirúrgicas pediátricas. Durante los últimos diez años los neurocirujanos han estudiado y registrado la evolución de 271 recién nacidos en el Materno que presentaron algún grado de hemorragia intraventricular del prematuro. Así, 139 bebés desarrollaron hidrocefalia persistente (dilatación de los ventrículos cerebrales por exceso de líquido cefalorraquídeo). Sólo un tercio de ellos (47 prematuros) necesitaron tratamiento quirúrgico definitivo para implantar una válvula de drenaje ventricular para resolver la hidrocefalia, subrayó Bienvenido Ros. El neurocirujano destacó que aplicando este protocolo, que permite hacer un seguimiento clínico estricto del neonato, se evitó la cirugía a un centenar de niños en diez años.

Es mejor esperar

El abordaje clásico de la hidrocefalia hemorrágica consiste en la aplicación inmediata de medidas transitorias (drenajes o punciones evacuadoras) para en una fase posterior llegar al tratamiento quirúrgico definitivo con la implantación de una válvula que drene el exceso de líquido en los ventrículos cerebrales. El sistema aplicado por el Materno, además de evitar los riesgos de complicaciones -la mayoría infecciosas- aboga por mantener una actitud expectante y tratar quirúrgicamente la hidrocefalia en una sola vez y de forma definitiva una vez que el niño ha superado los 1.500 gramos de peso.

Los neurocirujanos del Materno esperan un plazo que oscila entre una semana y un mes para llevar a cabo la operación. En ese tiempo, la patología de muchos niños se resuelve sin que sea necesario llegar a la intervención quirúrgica.