Un autobús pierde el control mientras aparcaba en la Cueva de Nerja y aplasta a tres vehículos

Un aparatoso accidente de tráfico que, por fortuna, solo se quedó en un monumental susto, sin que afortunadamente hubiera que lamentar daños personales, tan solo cuantiosos desperfectos materiales. Esto fue lo que vivió ayer la Cueva de Nerja, donde a primera hora de la mañana, sobre las 10.30 horas, un autobús, del que se acababan de bajar los pasajeros, un grupo de unos cincuenta turistas italianos de visita al monumento natural, se empotró contra tres vehículos estacionados en el recinto.

Al parecer, el conductor del autobús, de nacionalidad italiana y de mediana edad, pudo cometer un fallo con los pedales, al confundir el freno con el acelerador mientras daba marcha atrás para aparcar, de forma que el vehículo, que cuenta con un sistema automático de conducción, se precipitó contra un muro, arrollando a varios árboles, dos farolas, las pérgolas del aparcamiento y aplastando casi totalmente a dos turismos estacionados, un Wolskwagen y un Mercedes, y causando daños menores a un Opel.

Hasta el lugar se desplazaron, a última hora de la mañana de ayer, efectivos de la Policía Local, del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) y una grúa de grandes dimensiones procedente de Sevilla, donde está radicada la empresa propietaria del autobús, Transportes Casal, para remolcarlo. Las tareas comenzaron pasadas las 15.00 horas y se prolongaron hasta las 18.30 horas. Tras empujar el autocar con la grúa, éste arrancó sin problemas por lo que se marchó del recinto conducido por el mismo profesional que ocasionó el siniestro.

Los dueños de dos los coches afectados, una empleada de la Fundación Cueva de Nerja y una pareja de turistas madrileños, se mostraron «apesadumbrados» por lo sucedido, pero confesaron su «alivio» porque el suceso no ocasionara daños personales, ni siquiera al conductor del autobús. Por su parte, el gerente de la Fundación de la Cueva de Nerja, Ángel Ruiz, lamentó lo sucedido pero se felicitó también porque no hubiese ocurrido «ninguna desgracia personal».

Ángel Ruiz explicó a SUR que los daños en el recinto serán asumidos por la compañía de seguros del autocar, al igual que los de los tres turismos que fueron aplastados.