Marbella

El refugio de la «crème de la crème»

N. CASTRO

Sábado, 13 de julio 2013, 18:06

En abril de 1973 Marbella se ponía de largo para la inauguración del hotel Incosol. El actor Stewart Granger, protagonista de la 'Las Minas del Rey Salomón', fue su primer cliente. Al galán de cine estadounidense le siguieron otros muchos personajes acaudalados, hasta el punto de que, según cuentan, hubo una época en el que las propinas llenaban los bolsillos de los trabajadores hasta llegar a doblar su sueldo. Centenares de ricos y famosos formaron parte del libro de reservas del establecimiento especializado en moldear sus siluetas al tiempo que ofrecía un hospedaje de primera categoría.

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Entre los nombre de los ilustres huéspedes que han trascendido figura el de Camilo José Cela, que destacó por su fidelidad a los tratamientos. Tanto es así que el escritor dio forma a su último manuscrito en las habitaciones del establecimiento. No fue el único que encontró la inspiración en sus terrazas. Dalí dio rienda suelta también a su delirio artístico durante sus estancias en el hotel y la clínica.

El príncipe Rainiero de Mónaco con Grace Kelly, el rey Fahd, el actor Mel Ferrer o Aga Khan eligieron asimismo Incosol para mantener los kilos a raya y el espíritu descansado con los cuidados 5 estrellas del establecimiento. El nombre del hotel se cuela incluso en una de las canciones que Joaquín Sabina entonaba por la década de los 80: «¡Oh! Cristina. Dirige su oficina sentada en la piscina de Incosol». El cantautor hacía referencia a Cristina Onassis, una de las clientes fijas que ayudó a mantener durante años la estela de distinción de este buque insignia tocado y hundido.

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