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JUAN RAMÓN PADILLA
Martes, 2 de julio 2013, 12:26
Sangre, sudor y lagrimas. La sangre de Ibón y Antonio Muñoz, vendados en sus cabezas; el sudor de todo un plantel modesto y que se dejó la piel para remontar el 4-2 de la ida, y las lágrimas representadas en Ismael, que ha marcado el gol más importante en la historia del Centro de Deportes El Palo. Corría el minuto 83, un balón quedó muerto tras un saque de esquina a unos 22 metros de la línea de gol. Ismael, que se había quedado para defender, le puso el alma en su disparo con la pierna derecha y el balón se cuela entre una maraña de piernas y ajustado al poste derecho de Marc. La locura. El Palo había remontado el 4-2 de la ida y se acabó el partido a pesar de los ocho minutos de descuento.
El Palo es de Segunda B. Los cánticos «sí se puede» se cumplieron en el popular Nuevo San Ignacio. Esta querida barriada malagueña emula lo logrado por otros equipos de la provincia en anteriores temporadas y militará la campaña que viene en Segunda B. Tumbó al Deportivo B en un partido que queda ya para la historia de este club de más de medio siglo. Ha sido una eliminatoria de infarto y donde todo se decidió en los últimos instantes de un 'play-off' apasionante.
Según lo esperado
El partido se ciñó al guion previsto. El Palo dominando desde el pitido inicial y el Deportivo B muy atrás, con solo la referencia de Luis, autor de tres goles en Riazor, como hombre de punta. Dani Pérez dio entrada a Párraga por el sancionado Durán y otros jugadores tocados como Jesule, Aranda, Francis Flores e Ibón, la columna vertebral de este equipo, intervinieron de inicio. Hubo excesivo juego aéreo de los locales que sabían que era una de las bazas que tenían explotar, pero buscaron este recurso desde muy pronto, dejando atrás el juego más combinativo que sabe hacer este equipo. El primer acercamiento peligroso llegó en el minuto seis en un saque de banda cuando el balón se quedó muerto en la frontal, pero el remate se fue alto. La primera jugada polémica tampoco se hizo esperar, en el minuto 12, la posición de fuera de juego de Ibón en su remate que acabó en gol fue muy protestada.
El balón no pasaba apenas por el creador Flores ni tampoco aparecía el eléctrico Javilillo por la banda derecha. Lo hizo más que como extremo, como rematador en el minuto 25, pero su tiro en diagonal no encontró la puerta deportivista.
El conjunto gallego, con Fernando Vázquez, técnico del primer equipo, como espectador excepcional, seguía demasiado parapetado atrás, pero El Palo no encontraba facilidad para crear ni tampoco para rematar en sus balones colgados. Tuvo que ser Francis Flores el que asustó a la defensa gallega con un lanzamiento que salió rozando la escuadra derecha de Marc. Comenzó la impaciencia paleña, porque no llegaba ese primer gol antes del descanso. Otras de las aproximaciones de los del San Ignacio la firmó Guerrit, cuyo pase lo remató Javilillo pero no encontraban el portal gallego.
Antes del descanso, Dani Pérez tuvo el contratiempo de tener que sustituir a Antonio Muñoz, muy castigado en su tobillo derecho, además de una brecha en la cabeza. Dio entrada a Ismael, al que le esperaba la gloria. Además, el Deportivo B llegó por primera vez a los dominios de Loren en un remate de Siribe de cabeza tras una falta lateral. El equipo gallego consiguió su objetivo, irse al intermedio imbatido.
Acoso y derribo
En el segundo tiempo comenzaba con el peligroso Luis culminando una jugada individual que acabó en las manos de Loren. La larga temporada ha hecho mella en muchos jugadores, entre ellos a Ibón. El donostiarra dejó su puesto a Julio. Y el paleño iba a ser clave. Su saque de esquina un minuto más tarde iba a provocar el uno a cero, tras un remate espectacular de cabeza de Jesule. Más paleño no pudo ser el gol, además de ser jugadores de este equipo, son vecinos de la barriada malagueña. Quedaba media hora y la afición y el equipo empezaba a creerse la remontada. Aunque tuvo el contratiempo de la roja directa en el minuto 66 de Igna por una dura entrada sobre Luis que acabó siendo sustituido.
No debía notarse en exceso jugar con uno menos en el popular San Ignacio, y ya quedaba la heroica. Y de eso, El Palo sabe bastante. Ya no había táctica, ni nada lógico en el fútbol. Solo pundonor, echar el resto, colgar balones y esperar que llegara el segundo. Eso sí, con concentración atrás porque un gol de los deportivistas dejaba la eliminatoria sentenciada. Y llegó la jugada que quedará en los anales de la historia de este humilde club: la ya contada de Ismael que confirmaba la remontada. Ya no hubo más reseñable en ocasiones. El Palo durmió el partido, sacó su experiencia y provocaba el delirio una vez que cerca de las 10 de la noche el colegiado pitaba el final que sonaba a música celestial.
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