Marián Fernández Espejo: «La empatía es fundamental para gobernar»

Nacida en 1962, Marián Fernández Espejo tiene ramalazos malagueños, gaditanos y jienenses que le vienen de una familia cien por cien andaluza. Pese a no ser de Carratraca, en mayo de 2011 se convirtió en la primera alcaldesa del PP en este municipio, que cuenta con tres concejales populares, dos de IU y dos del PSOE. -Lleva prácticamente un año y medio en el cargo. ¿Es ser alcaldesa lo que esperaba?

-Yo pensaba que era muy complicado. Esto es un pueblo que ha sido gobernado siempre por IU, salvo dos legislaturas en que estuvo el PSOE. Pensaba que era complicadísimo, pero había algo en mí que me decía que tenía muchas posibilidades. Enfoqué la campaña a que la gente me conociera como persona. Era complicado que el PP saliera, pero en mi partido lo veían. Ellos ya me llamaban alcaldesa antes de que saliera elegida.

-¿En qué consiste su día a día?

-Básicamente en atender todas las visitas que tengo. Yo no tengo agenda, no suelo dar cita a la gente. La gente viene aquí y la atiendo a diario. Escucho desde un problema que un vecino tiene con su paga, a problemas domésticos y muchos relacionados con obras, porque al estar Carratraca catalogada como un BIC (Bien de Interés Cultural) se paralizan muchos expedientes. Procuramos agilizarlos al máximo y tranquilizar a los vecinos.

-¿Cómo lleva lo de llegar a acuerdos con la oposición por tener mayoría simple?

-Es complicado. La oposición no está muy por la labor. Les ha dolido mucho perder las elecciones.

-¿Y cómo es su trato con los vecinos, independientemente de las preferencias políticas de cada uno?

-Fantástico. Se me ha acogido muy bien, teniendo en cuenta que no soy de aquí. Yo hablo con todos, me preocupo por la gente... La empatía es fundamental para gobernar. Lo mismo me tomó un café con una abuela que un vino con un albañil. Me suelo apuntar a todo y voy a todo lo que puedo. El pueblo es muy agradable, me siento muy cómoda y no me puedo quejar de los vecinos.

-¿Cuántos trabajadores tiene el Ayuntamiento?

-Ahora son doce. Estoy encantada con ellos. Son fantásticos y me ayudan mucho.

-¿A qué se dedica la gente de Carratraca?

-Antes se vivía mucho de la construcción, pero ahora, con la crisis, tenemos muchísima gente parada. Estoy intentando traer obras a Carratraca. Ahora vamos a arreglar la torre, que está en muy mal estado. Este año el festival del Embrujo Andalusí lo hemos organizado nosotros, no hemos contratado a una empresa. Eso ha servido para dar trabajo a 40 personas. Es lo que voy intentando: traer cosas para dar trabajo a los vecinos. Lo que pretendemos en un futuro es vivir del turismo, porque aquí no tenemos industria ni nada. Los que están trabajando se van fuera. La gente joven se casa y se va a Ardales a vivir, porque aquí no hay pisos y para construirlos hay que pedir muchos requisitos. Pero creo que poco a poco se van a arreglar las cosas.

-¿Sigue siendo complicado construir por ser BIC el casco urbano?

-Construir no se puede, sí se pueden arreglar viviendas. Hay muchas casas antiguas, pero lo de hacer una promoción habría que estudiarlo, remitirlo a Cultura... y podría ser viable, pero lento. Yo he hecho llamamiento a los empresarios que quieran hacer algo aquí. Necesitaríamos otro hotel de menos estrellas, porque el que tenemos es de cinco. Serviría para atraer a otro público, aunque no digo que el que hay sea malo.

-¿Cómo intenta darle vida al pueblo?

-Organizando muchas cosas desde el punto de vista turístico. Hemos hecho la ruta de la tapa, el Embrujo Andalusí, la feria gastronómica... Es la única fórmula. Queremos analizar cómo aprovechar más el Palacio de Trinidad Grund, ya sea poniendo un museo o albergando eventos.

-¿Qué supone el balneario y el hotel para el pueblo?

-La gente del balneario, prácticamente no la vemos. Van del hotel al balneario por un pasadizo y salen poco. Pero sí supone mucho en el sentido que la gente que trabaja en el balneario y en el hotel son de aquí. Cuanto mejor le vaya al hotel, mejor para nosotros. Es la empresa que más puestos de trabajo genera en Carratraca.

-¿Cuántos habitantes tiene el pueblo?

-Algo más de 820, viene siendo así desde hace unos años.

-¿La gente joven se marcha o se queda?

-Bueno, van y vienen, pero muchas parejas se casan y se marchan porque no tienen donde mudarse. Falta una promoción de viviendas, pero hay poco interés de empresas. Está la cosa muy mal. Esperamos que vengan tiempos mejores y estoy segura que así va a ser si todos ponemos de nuestra parte.

-¿Cuáles son los proyectos prioritarios del Ayuntamiento?

-El arreglo de la plaza de Toros para organizar cualquier evento o espectáculo; arreglar el Palacio de Trinidad Grund para lo mismo. Ahora vamos a remodelar la torre. Vamos a inaugurar pronto un nuevo gimnasio público al lado del polideportivo. Lo estamos terminando. Y me gustaría hacer una piscina municipal para los niños, pero es complicado. Carratraca tiene un millón de euros de presupuesto. La Diputación nos ayuda muchísimo. A ver si dentro de un par de años pudiera ser factible lo de la piscina. Es un sueño que tengo, porque para mí los chavales y los abuelos son lo más importante del pueblo.

-¿Qué es lo más satisfactorio de su trabajo?

-Es el interés que tengo por mis vecinos. Me interesa todo lo que les interese a ellos y creo que ellos lo saben, y cuando vienen aquí saben que me voy a desvivir por intentar solucionar su problema. Lo que siempre les digo es que no tengo una varita mágica, hay muchas cosas que no puedo arreglar. Lo más satisfactorio es que creo que la gente me ha aceptado. El trato es agradable, aunque siempre están los detractores y es lógico. Me gusta mi trabajo porque me da la posibilidad de ayudar a mucha gente, y eso es lo que siempre he querido.