El gimnasta incansable

El irlandés Kieran Behan se enamoró de la gimnasia a los seis años y ya entonces tenía claro que competiría en unos Juegos. Pero eso fue antes de sufrir dos lesiones muy graves y de que los médicos le dijeran en varias ocasiones que se olvidara de ese sueño olímpico, porque no volvería a andar.

A los 10 años le encontraron un bulto en una pierna que resultó ser un tumor benigno, pero en la operación le mantuvieron el torniquete demasiado apretado y durante demasiado tiempo y salió de la operación con el nervio dañado. Kieran no podía andar y el mínimo roce en la pierna le hacía gritar de dolor. Siguieron 15 meses de burlas de sus compañeros de colegio y advertencias de los médicos acerca de la imposibilidad de que ese nervio se regenerara, pero Behan volvió a caminar y regresó al gimnasio.

Ocho meses después Kieran tuvo un accidente que pudo costarle la vida. Se dio un golpe en la nuca con la barra fija que le causó daño severo en el oído interno afectando a su equilibrio, de forma que el mínimo movimiento le producía desmayos y pérdidas del conocimiento. El muchacho apenas podía mover la cabeza o comer solo, y mucho menos andar. Su madre se lo llevó a casa desoyendo las recomendaciones de los médicos, que insistían en mantenerlo ingresado en el hospital. «Puedo andar. Mamá, diles que puedo andar», repetía.Incansable, tras dos años de dura rehabilitación consiguió recuperarse y volver al deporte. Para poder hacerlo tuvo que trabajar limpiando su gimnasio, y organizando ventas de pasteles y golosinas y lavados de coche porque la familia no podía financiar los costes.

Después de esto se rompió un brazo y una muñeca. Luego se rompió un ligamento cruzado de la rodilla. Visitaba el hospital tan a menudo que los servicios sociales llegaron a sospechar que era víctima de abusos. El peor momento lo pasó cuando en 2010, a pocos meses del Europeo, se rompió el ligamento cruzado de la otra rodilla. Cuenta su madre que esta fue la lesión más dura de superar.

Las primeras alegrías llegaron cuando ganó tres medallas en la Copa del Mundo de 2011 y cuando consiguió la clasificación para Londres en el preolímpico. Es el primer irlandés que se clasifica para unos Juegos Olímpicos y competirá en salto, barra fija y suelo. Aunque él mismo dice que no se engaña pensando que puede conseguir una medalla, Kieran Behan es ya, antes de empezar, uno de los héroes de la competición.