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HORIZONTES CERCANOS

¿Y por qué Málaga es AGP?

PEDRO LUIS GÓMEZ

Domingo, 24 de junio 2012, 03:29

El verano nos llega con la segunda pista del aeropuerto debajo del brazo, obra que será inaugurada por la ministra de Fomento el próximo martes para, acto seguido, participar en el Foro SUR sobre Infraestructuras. Todos esperamos que Ana Pastor nos traiga alguna que otra buena noticia, o sea, posibles nuevas obras públicas para la provincia y proyectos ilusionantes, porque la verdad es que las necesitamos como 'agua de mayo', y eso que estamos en junio. Y para que la pista funcione como es debido, para ello necesitamos turistas, y de ello precisamente, de cómo atraerlos, nos habló también en un foro de esta casa el casi recién estrenado consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, quien anunció las líneas maestras de su departamento, sin duda el más 'apetitoso' de todos, porque si algo hay que aún funciona en esta Andalucía de nuestras dichas es el referido sector, todavía en 'números azules'. Por cierto, ya que hablamos de aeropuerto y de turismo, recordar una vieja aspiración del sector turístico de la Costa del Sol: que el código IATA de Málaga no sea el de AGP como hasta ahora, sino SOL, que está libre y se puede porque ahora el aeropuerto se llama desde el 6 de junio de 2011, o sea hace un añito, Aeropuerto Málaga-Costa del Sol.

AGP no significa absolutamente nada, sino que en su momento se decidió sin tan siquiera cumplir la norma de elegir tres letras del nombre de la capital en la que se ubica, como ocurre en la casi totalidad de los 6.000 códigos que existen en el mundo, porque ya estaban utilizadas, así que se recurrió a una segunda opción: dos letras de Málaga más una tercera libre en los mundos perdidos de por ahí, y esa fue la P. De ahí 'AGP' (suma de MálAGa y P). O sea, Paquito el Chocolatero. Vamos que la historia de las tres letras es mucho menos hermosa que esas leyendas urbanas que circulan en esta tierra malaguita de nuestros amores tan dada a chorraditas parecidas: que si AGP viene de 'Agripina', que si son las siglas de 'Aeropuerto Gran Picasso' y cosas así, o eso que siguen contando nuestros románticos guías de que la torre que le falta a la Catedral no se construyó porque el dinero fue destinado a la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, cuando lo que sirvió fue para hacer el entrañable Camino de Antequera...

Por cierto, en el referido Foro SUR que se celebrará en el Parador de Golf con la ministra Ana Pastor más de uno brindará aunque sea simbólicamente por nuestro añorado y llorado Manuel Becerra, redactor de este periódico durante muchos años y especialista en infraestructuras y que tanto escribió y luchó no solo por esa segunda pista, del aeropuerto que ahora se inaugura sino también por el soterramiento de San Pedro, que será inaugurado también ese día.

Manuel Becerra, al que se le sigue debiendo el nombre de una calle por cierto, seguro que estará feliz allá donde esté por estos aconteceres, así como muy especialmente por las risas y los primeros arrumacos de su hija, a la que desgraciadamente nunca conoció en vida, pero que desde hace ya algunos meses está aquí entre todos nosotros, en esta tierra de María Santísima, para llevar para siempre el apellido de su padre y, sin duda, alegrar a toda su familia.

Fernández-Casamayor. UNA FELIZ CELEBRACIÓN Por cierto, ya que hemos hablado del primer templo y monumento malagueño, referir que junto a los abogados Gonzalo y Mariano Vergara y al profesor y parlamentario andaluz Antonio Garrido Moraga, el vicario general de la diócesis y a su vez deán de la Catedral, Alfonso Fernández-Casamayor, celebró hace unos días su recuperación de una gravísima enfermedad que felizmente ha superado. Todos estaban contentos y no era para menos, porque además, la 'nueva sangre' del 'número dos' de la Iglesia malagueña (que no fueron pocas las transfusiones que tuvo que recibir) lo ha revitalizado aún más, por lo que aún tiene ahora más ganas de acometer los grandes proyectos con los que sueña desde siempre, y cuyo particular ranking lo encabeza la finalización de las obras de la Catedral. ¿Y cómo celebraron la feliz nueva del buen estado de salud del vicario de la diócesis?: nada más y nada menos que con un maravilloso rabo de toro con patatas fritas en un conocido restaurante de calle Calderería, que bastante tiempo aguantó el bueno de don Alfonso con dietas blandas y cositas por el estilo tras la tremenda operación quirúrgica a la que fue sometido. Ni que decir tiene que todos brindaron y se desearon, ante todo y por encima de todo, salud. Pues eso, que nunca falte.

Juan Luis Galiardo . UNA CENA PENDIENTE La muerte de Juan Luis Galiardo ha pillado a todo el mundo con el paso cambiado. Todos sabíamos de su delicado estado de salud, pero también conocíamos su fortaleza, su optimismo y sus ganas de vivir. Gaditano de San Roque estaba enamorado de Málaga y cada vez que podía se venía a pasear por la calle Larios para rememorar «aquellas tardes con mi madre cogido de la mano, porque los de San Roque nos veníamos a Málaga a resolver asuntos o a ir al médico, y el viaje era una gran fiesta. Málaga fue muy importante en mi infa ncia... Por cierto, ¡cómo ha cambiado la calle Larios! Recuerdo que había al final un sitio donde me tomaba una zarzaparrilla maravillosa, que era el único lujo que podíamos permitirnos entonces... Niágara o algo así se llamaba, ¿me llevas?». Desde aquella noche en la antesala del consejo de administración de Prensa Malagueña, en el edificio SUR, al que vino para el programa de TV 'Mirando al Sur', que se emitía entonces en Canal 10 Andalucía, la relación con Galiardo se tornó de profesional a personal, y si no coincidíamos, todas las semanas, una tras otra sin fallar, hasta solo hace tres o cuatro, hablábamos por teléfono de política, de periódicos, de Málaga, de teatro, de cine... En la noche de la víspera de las vísperas de San Juan, el pasado viernes, al pie de la playa, se cumplió su último vaticinio («no olvides, amigo, que yo, como muchos andaluces, soy un poco brujo»): «Un día abrirás tu móvil y me encontrarás muerto...». Lo que se podía tomar como una macabra broma fue realidad. Sobre las 11 de la noche, al abrir la página de sur.es, un urgente anunciaba la muerte de un gran actor, un vitalista, un amante de la vida, un luchador que combatió su estigma de galán guaperas con maravillosas interpretaciones del Avaro o siendo capaz de recitar de memoria poesías de Shakespeare.

Lector empedernido de SUR (»oye, esto de la tableta es un milagro») a través de 'Kiosko y Más' allá donde estuviera, Juan Luis se nos ha ido, cosas de la vida, tras superar difíciles trances de salud, como un cáncer de pulmón y 'cosillas' de la próstata, y lo ha hecho sin avisar, lo que nunca hacía. Es lo único que los que nos sentimos felices de haber compartido con él momentos y vivencias no le perdonamos... Bueno sí, se le olvidaría, porque él no es así. Amigo, la cena con Banderas a finales de este mes de julio la deberemos posponer... Ya te avisamos. No te preocupes. Un abrazo allá donde estés. Y un recuerdo de Escalera, Roche y Montilla, con quien tan buenas migas hiciste...

Isabel López Mayorga. UNA MALAGUEÑA JIENNENSE DEL AÑO La malagueña Isabel López Mayorga ha sido designada por la Casa de Jaén en Málaga 'Jiennense del año 2011', distinción que le será entregada el día 29 en una cena que se celebrará en el hotel Málaga Palacio.

Isabel López Mayorga nació en Málaga, de padre jiennense y madre malagueña, y es hoy por hoy una de las grandes divulgadores del folklore andaluz: escribe poesía, dirige coros, estudia la historia de los bailes de Málaga, participa en la organización de eventos en los que siempre se ponen en valor las tradiciones andaluzas. Casada con cuatro hijos, Isabel es una de esas mujeres que sabe sacar tiempo de donde no existe, y, lo que es más importante, siempre está dispuesta a colaborar con los demás y a trabajar en defensa de nuestras raíces.

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