El Gobierno se opone al colegio musulmán de CpM porque «la religión es para los templos»

El presidente de la Ciudad se opuso ayer a la apertura en Melilla de un colegio musulmán por entender que ese tipo de centros contribuiría a crear guetos. Juan José Imbroda asegura que una cosa es hablar del grado de intensidad con el que se viva el hecho religioso y otra muy distinta es separar a los niños en función de su credo.

El jefe del Ejecutivo rechazó la propuesta de Coalición por Melilla, que aspira a convertir la antigua Residencia de Oficiales en un colegio público donde prime la enseñanza del islam y lo hizo asegurando que esos centros se acaban convirtiendo en «guetos». Imbroda reconoció en el pleno que hace un tiempo tuvo sobre su mesa una petición similar, a la que se opuso por los mismos motivos.

El líder de Coalición por Melilla cree que lo importante, más que la propuesta, es coincidir en el análisis de la realidad. Mustafa Aberchan insiste en que el modelo social de convivencia debe asentarse sobre la diversidad confesional y laica. También comentó que los musulmanes merecen el mismo trato que el resto de ciudadanos porque, en caso contrario, se pondrá el peligro esa convivencia. Respecto al colegio, dijo que los hebreos tienen el hispano israelita y los católicos La Salle y el Buen Consejo.

Precisamente sobre la posibilidad de convertir en colegio musulmán la Residencia de Oficiales, Miguel Marín dijo que ese edificio sólo puede tener un uso educativo, que su rehabilitación costaría 3,5 millones de euros y que por su distribución sería imposible habilitar aulas.

Los cepemistas aprovecharon su interpelación para pedir un esfuerzo mayor en la protección de la tradición religiosa y el uso del tamazight, para decir que no se puede estar indiferente ante la desaparición de esa lengua por «imposiciones coercitivas» y para relacionar la pérdida de la identidad de muchos alumnos con los índices de fracaso escolar.

El Gobierno local, por su parte, repasó en el pleno algunas de las actuaciones que ha puesto en marcha en los últimos años para luchar contra ese fracaso, recordó las muchas actividades que se organizan para conmemorar las festividades de las distintas confesiones y dijo que «la religión es para los templos».