La invasión de los carriles bus y las paradas se cobra medio millar de multas cada mes

Como cada mañana, el tráfico es intenso en la avenida de Andalucía en dirección al centro. Los vehículos avanzan con lentitud por los tres carriles de la calzada mientras por la derecha aparece un coche que circula ajeno a las retenciones propias de la hora punta porque su conductor ha decidido abrirse camino por el carril bus. Podría tratarse de un despiste, pero en este caso resulta difícilmente creíble teniendo en cuenta que el vial reservado para el transporte público está separado del resto por unas protecciones instaladas precisamente para impedir su ocupación. Unos metros más adelante, el vehículo en cuestión tiene que reducir la marcha porque hay otro de una empresa de reparto parado con las luces de emergencia encendidas mientras su conductor recoge un paquete de un establecimiento cercano. Justo por detrás, se aproxima un autobús de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) repleto de viajeros que se ve obligado a esperar hasta que el carril vuelva a quedar libre. Lejos de ser algo esporádico, este tipo de situaciones están a la orden del día en las carreteras de Málaga, aunque no todos los infractores son 'cazados'. Aun así, la Policía Local llevaba impuestas hasta finales del pasado mes de noviembre un total de 5.222 multas -una media de 16 al día y 475 al mes- a conductores que obstaculizan el paso del transporte público, afectando especialmente a los autobuses urbanos, aunque también a los taxis e incluso al bus turístico.

Todo ello a pesar del pellizco que supone para el bolsillo si son pillados, ya que la ordenanza municipal de Movilidad califica estas conductas al volante como infracciones graves castigadas con 200 euros, cuantía que se reduce a la mitad si se abona en el acto o en los veinte días naturales desde el siguiente al de su notificación.

Ligero descenso

Aunque aún quedan por contabilizar las formuladas en diciembre, el balance de 2011 no llegará a las 7.453 que se registraron a lo largo de 2010, con una media diaria de 20. La razón de este descenso no parece estar en la mayor concienciación ciudadana, sino más bien en la crisis económica, que también ha reducido la intensidad del tráfico en la ciudad, y en el aumento de viajeros de la EMT. La ecuación es sencilla: menos coches en la calle igual a menos multas.

Lo que no cambia son los incumplimientos de la normativa más habituales. A la cabeza se encuentran los estacionamientos en las paradas de autobuses, con un total de 2.387, seguidos por la invasión (1.097) y el estacionamiento (1.070) en los carriles bus (1.097). En la estadística facilitada por la Policía Local se constata un fuerte incremento de las sanciones impuestas por parar el vehículo unos minutos en el vial reservado para autobuses y taxis (463 hasta noviembre frente a las 183 de todo 2010). A modo de curiosidad, también destacan los 38 motoristas multados por aparcar en paradas de autobuses a pesar de que los vehículos de dos ruedas lo tienen mucho más fácil a la hora de encontrar aparcamiento en la vía pública.

La mayoría de los infractores son captados por alguno de los tres sistemas de videovigilancia que hay operativos (cámaras fijas en varios puntos, el vehículo específico que controla la doble fila y la ocupación de carriles bus y, por último, las patrullas de la Policía Local dotadas con videocámaras). De hecho, desde la Policía Local defienden este sistema como el más eficaz, no solo porque el conductor se queda sin argumentos ante la evidencia de las imágenes, sino porque no obliga a ningún agente a parar el coche patrulla para poner la multa entorpeciendo aun más la circulación.