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Promotores y agentes inmobiliarios confían en que la recuperación vendrá de la mano de este colectivo, que compró tres mil casas en 2010. :: SUR
Los extranjeros se afianzan como el principal salvavidas del mercado inmobiliario
MÁLAGA

Los extranjeros se afianzan como el principal salvavidas del mercado inmobiliario

Los foráneos sostienen el leve aumento de las ventas y su demanda de información se ha incrementado en un 43%

ALMUDENA NOGUÉS anogues@diariosur.es

Lunes, 4 de abril 2011, 11:44

El mercado inmobiliario tardará aún en sobreponerse del estallido de la burbuja. Sin embargo, la buena noticia es que se empiezan a atisbar ciertas luces al final de este túnel. Esta tabla de salvación, al que se aferran estos días con optimismo promotores y agentes inmobiliarios, tiene acento extranjero. Para británicos, alemanes, escandinavos o rusos la tormenta de la crisis ha amainado y, atraídos por las suculentas rebajas que ha registrado la vivienda en la provincia (en muchos casos superiores al 30%), vuelven a poner sus miras en Málaga, principalmente en la Costa del Sol, con Marbella como principal imán.

Lo dicen los expertos que trabajan en este sector y lo confirman con números las estadísticas. A tenor del último informe sobre compraventa de inmuebles, publicado por el Ministerio de Fomento, durante el último trimestre de 2010 de las 6.457 transacciones contabilizadas en Málaga casi un millar (905) estuvieron protagonizadas por foráneos (el 14%). No solo se trató del mejor resultado de España (solo superado por el de Alicante) sino que representó un aumento del 31% respecto al trimestre anterior.

Pero hay más. Si se repasa el cómputo anual de operaciones, las cifras demuestran claramente que son lo extranjeros los que sostienen el crecimiento en la provincia, donde se pasó de las 22.224 viviendas vendidas en 2009 a las 22.442 de 2010. Si se descuenta de este total las transacciones propiciadas por este colectivo, el saldo hubiese sigo negativo (del 0,15%), pasando de 19.103 inmuebles adjudicados a 19.074.

Buenas perspectivas

Con estos resultado sobre la mesa no es de extrañar que el sector centre ahora sus esfuerzos en captar a este mercado, ya que como vaticinan, es el que impulsará la recuperación del mercado residencial, donde el futuro se vislumbra más alentador. Ignacio Osle, director de ventas de Taylor Wimpey España (promotora británica especializada en segundas viviendas para extranjeros) confía al respecto en que será este colectivo el que permitirá que el negocio inmobiliario comience a resurgir, «será una recuperación lenta pero sostenida», precisa. «2011 ha comenzado con buenas perspectivas: solo en el primer trimestre, las peticiones de información de foráneos en nuestra oficina de Benahavís se han disparado un 43%, lo cual demuestra que algo está cambiando», añade Osle.

Y añade otro dato ilustrativo: «Hace tres años teníamos unas 130 casas disponibles y hoy por hoy solo una. Esto evidencia el potencial de absorción del stock que tienen estos compradores», sentencia este experto, al tiempo que subraya la demanda emergente de países escandinavos, holandeses, belgas y rusos centrada sobre todo en la franja en torno a la Milla de Oro, que sigue siendo la joya de esta corona.

Para el coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, Ángel Yagüe, la clave de este empuje del mercado extranjero reside en el fuerte ajuste de precios, «especialmente atractivos para ciudadanos de países que están superando la recesión económica y que entienden que es un gran momento para comprar», sostiene. En su opinión, pues, este segmento es el único que puede aportar un balón de oxígeno al ladrillo. «La demanda nacional está muy debilitada por la alta tasa de paro, la situación económica que no mejora y las crecientes restricciones crediticias».

Sobre el perfil del comprador foráneo, el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores, José Prado, afirma que responde a una persona de unos 55 años, que ha fidelizado la Costa con al menos tres visitas anteriores, jubilado o prejubilado y autónomo. Los datos del Ministerio de Fomento completan esta radiografía: la mayoría se decanta por la segunda mano (731 de las 905 viviendas vendidas a este colectivo al cierre de 2010 encajaban en esta tipología) a un precio medio que ronda los 233.963 euros.

Prado coincide en que la recuperación del mercado residencial vendrá por el tirón extranjero, en su opinión motivado en gran parte por el empuje alemán y el británico. Pero para ello, insiste, hay que vencer el estigma de la inseguridad jurídica, «que ha generado una gran desconfianza», apostilla en alusión a la amenaza de derribo de viviendas ilegales. «Por suerte no se ha tirado ninguna y se están legalizando, lo que está ayudando a recuperar la imagen de la provincia», añade.

Juan Antonio Pérez, director de la Cátedra Inmobiliaria del Instituto de Práctica Empresarial (IPE), celebra que los extranjeros sigan prefiriendo la Costa del Sol, «por su fuerte imagen de marca, su clima y su tirón alrededor de Marbella». El problema, advierte, reside en la financiación, «ya que muchos, al pedir el préstamos, se topan con el escollo de los bancos. Aún así, las miras están puestas en su pujanza», concluye.

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