Jaime Touchard: «Mercamálaga necesita crecer para emprender nuevos proyectos»

El pasado mayo, en plena marejada económica y tras la marcha por jubilación de Fernando Méndez, Jaime Touchard tomó el timón del mercado mayorista más grande de Andalucía Oriental. Lleva en el cargo diez meses, pero se sabe muy poco de él. En distancias cortas, este albaceteño de 43 años lo primero que cuenta es que es de Hellín, -«la ciudad del tambor», recalca orgulloso- y que tiene dos hijos pequeños que le absorben cada segundo que pasa en casa. Hombre optimista, celebra los resultados de comercialización de 2010, «ya que para lo que podría haber caído nos hemos mantenido gracias a los mayoristas», destaca al tiempo que recuerda la necesidad de ampliar Mercamálaga. «En cinco años debe ser una realidad, ya que sino no podemos seguir creciendo», señala.

-Cuénteme, ¿cómo llega un albaceteño de Hellín a Málaga?

-Yo estudiaba en Murcia Ciencias Empresariales y acabé en Mercamurcia haciendo sustituciones. De ahí me dijeron que me mandaban a Málaga para seis meses y, ya ve, aquí llevo ya quince años.

-¿Cómo ha sido su trayectoria?

-Pues en principio vine para ocuparme de las estadísticas. Luego asumí contabilidad y empecé a llevar también las nóminas hasta que me nombraron subdirector financiero. Y así, poco a poco, he llegado a la dirección.

-Llega en plena crisis, ¿cuáles son los retos que se ha fijado?

-Lo que estamos intentando es mantener la comercialización y la cuota de mercado e ir modernizando las estructuras. Tenemos proyectos energéticos, medioambientales o de renovables. También abordamos campañas de promoción y queremos intensificar la labor con los colegios para el consumo de frutas. Ahora con la crisis estamos centrándonos en mantenernos, aunque somos optimistas y pensamos que esto tiene que salir adelante. Cuando pase será el momento de ir planteando otras inversiones. A día de hoy somos un gran centro distribuidor. Tenemos el 44% de la cuota de mercado de fruta en Málaga y el 34% en pescado y, lo que queremos, es coger más comercialización a través de la logística y de actividades complementarias a los mayoristas, pero para eso, para crecer, necesitamos una ampliación.

-¿El traje se ha quedado pequeño?

-Nos quedan dos pastillas para edificar, pero claro, en cuanto salgan -que creemos que será en cuanto pase la crisis- ya no podremos crecer más salvo que logremos la ampliación. En ella se estudiaría incluir un mercado de la carne, que debe contar con el visto bueno de operadores locales.

-El Ayuntamiento ha reservado 90.000 metros para la ampliación, aunque no ha fijado fecha de ejecución. ¿Qué plazos manejan?

-El proceso requiere su tiempo. Primero debe aprobarse el PGOU y hay que pasar unos trámites burocráticos. Tenemos el 98% de los puestos ocupados, pero aún tenemos esas dos parcelas libres que he mencionado para poder construir algo. Lo deseable es que en cinco años estuviera la ampliación, porque luego hay que urbanizar y hacer otras cosas.

-Hablemos de números. El pasado 2010 cerraron con un descenso del 1,18% en la comercialización. Dentro de lo malo, se resiste...

-Estamos aguantando bastante bien gracias a los mayoristas, que se han movido cuando ha habido problemas. En lo que va de año parece que la tendencia es a repuntar un poco hacia arriba, así que somos optimistas. De hecho, estamos resistiendo la crisis mejor que otros mercados.

-Son la despensa de Málaga, ¿qué productos se están caducando en la 'alacena' porque con la crisis ha bajado su demanda?

-Lo caro es lo que se vende menos. Están saliendo bien los boquerones, las sardinas, los pescados pequeños y, sobre todo, los congelados por sus bajos precios. Por contra, ha descendido la venta de la merluza de pincho o la dorada salvaje (se compra más de piscifactoría). En cuanto a fruta y verdura, el consumidor opta por las de temporada, más baratas.

-Acaban de cerrar un acuerdo con las asociaciones de hosteleros y hoteleros para impulsar relaciones comerciales. ¿Cómo se concretará?

-Pues en eso estamos. De momento, lo celebramos porque es algo que nunca se había logrado.

-Me sorprende,¿por qué?

-Pues porque no venían a Mercamálaga a comprar. Una persona que trabaja en un restaurante hasta las dos de la mañana no se va a venir aquí a las cuatro de la madrugada. El problema, pues, es logístico y hay que estudiar cómo solucionarlo para que puedan comprar sin venir aquí, a través de las nuevas tecnologías o creando una central de distribución. Hay que ver qué necesitan y analizar qué podemos darle desde Mercamálaga.

-El ahorro energético es otra de sus aspiraciones. ¿Para cuándo la planta fotovoltaica en el recinto?

-Aún no está adjudicada. El concurso quedó desierto, por lo que ahora estamos en negociación libre con dos de las empresas que se han interesado. Ya le hemos enviado todos los informes a nuestra matriz, Mercasa, y en dos meses empezaremos los trámites burocráticos. Confío en que en un año lo tengamos terminado.

-También tienen en marcha un plan de reciclaje de productos orgánicos, ¿cómo está funcionando?

-Este proyecto es un éxito. Antes, los restos de pescado iban al vertedero. Ahora, todo va a un frigorífico, donde se conservan una semana y los lunes una empresa nos los retira gratuitamente para hacer pienso. Incluso nos han visitado otros de otros mercados para copiar el modelo. Ahora el reto es montar un punto limpio para que los mayoristas reciclen.