
ENRIQUE BELLVER
Viernes, 1 de octubre 2010, 04:03
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He podido comer este plato no hace muchos días en compañía de mi buen amigo y escritor gastronómico Fernando Rueda, quien en su libro 'La Cocina Malagueña' hace una extensa referencia al mismo. Su origen hay que buscarlo en la tradición aceitera de nuestra comarca norte, más concretamente en Antequera. Hoy la fórmula del tostón molinero está casi desaparecida y se prepara en muy pocos establecimientos. Es una hogaza de pan encharcada en aceite y era el dulce más popular que preparaban en los molinos aceiteros a la hora de elaborar un dulce. No hay duda de que tiene unas raíces moriscas y judías muy fuertes, por el maridaje que existe entre la naranja y el aceite.
Elaboración
Cortamos el pan en rebanadas gruesas y después en dados, procurando, eso sí, que cada uno de estos dados tenga su corteza. Los metemos en el horno y dejamos que se tuesten. Una vez tostados los sacamos del horno y los sumergimos en aceite por espacio de una hora; se sacan y escurren.
Cuando los tengamos bien escurridos los colocaremos en una fuente y por encima les rociamos con zumo de naranja hasta que queden bien empapados. Antes de servirlos se les espolvorea azúcar y canela al gusto. Este tostón molinero se acompaña perfectamente con una copa de vino dulce de moscatel fresquito.
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