
José Ignacio García, rector de la UNIA
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José Ignacio García, rector de la UNIA
«La sede de Málaga es nuestro corazón digital y de innovación»El Consejo de Gobierno de la Junta ha nombrado hace dos semanas a José Ignacio García Pérez rector de la Universidad Internacional de Andalucía por ... otros cuatro años. Natural de Íllora (Granada), se licenció en Económicas en la Universidad de Málaga. Es catedrático de Análisis Económico en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla. La UNIA sigue celebrando esta semana una nueva edición de sus tradicionales cursos de verano en Málaga, un programa que incluye 12 actividades, seis cursos, de cuatro días de duración, y seis encuentros, que tienen una duración entre 15 y 20 horas.
–Acaba de renovar su cargo de rector de la UNIA por otros cuatro años, ¿qué balance puede realizar de esta etapa al frente de la Universidad Internacional de Andalucía?
–El balance es positivo. Pese a la Covid-19, hemos podido desarrollar un proyecto de universidad que sitúa a la Internacional de Andalucía en una buena posición para asumir el futuro de la Educación Superior. Hace pocas semanas exponíamos en el patronato el balance de nuestro plan estratégico que, a un año de finalizar, tiene un cumplimiento global de los proyectos por encima del 75%. Hemos dado pasos firmes en materia de posgrado, liderando a nivel nacional con programas duales. También en internacionalización, con una red más fuerte que nunca con Iberoamérica a través del grupo La Rábida. Sin olvidar la apuesta por la innovación docente o el apoyo a la investigación, con un nuevo centro especializado.
–Este año sus cursos de verano en Málaga se han trasladado a septiembre, ¿cuál es la razón de este cambio de fechas?
–Nuestra sede tecnológica ha mantenido, tradicionalmente, su oferta de cursos de verano en el mes de septiembre. Es cierto que de manera muy puntual desde la Internacional hemos explorado otras fechas, pero su marco temporal es ese. Por dos motivos fundamentales. El primero, porque en esas fechas registramos una mayor demanda de la sociedad, tanto de la provincia como de otros puntos de Andalucía. La segunda, es por evitar coincidir con los cursos de la Universidad de Málaga. Las ofertas de ambas instituciones son complementarias. Concurrir en el tiempo solo reduce la oportunidad de los ciudadanos de poder matricularse en aquellos cursos que les puedan interesar.
–¿Qué diferencia estos cursos de la UNIA de otros tantos cursos que se ofertan a lo largo del verano?
–Los cursos de verano tienen una marca propia, especialmente los de la UNIA por su indiscutible tradición. Precisamente, este año se cumplen 80 años de los primeros, organizados en nuestra sede de La Rábida, en Huelva. Aquellos fueron especiales, no solo porque eran un programa casi pionero en España. Hubo algunos casos anteriores, pero estos fueron sin duda los primeros con una orientación internacional.
–¿Qué característica especial tienen sus cursos?
–Un valor clave es la convivencia. Estos cursos transcurren en pocos días y dan pie a una relación más estrecha entre los estudiantes y, de manera muy especial, con los ponentes. Pero si algo juega a favor del éxito de este programa es que abre las puertas de la Universidad a toda la sociedad, tocando temas que les resulta realmente interesantes. Esto es posible con una oferta diversificada y plural, que este año ha sido más accesible que nunca gracias a la colaboración de la Fundación Unicaja. Hemos trazado una alianza que fortalece el programa de becas, con más y mejores condiciones.
–Recientemente ha nombrado a Conchita Travesedo nueva directora de la sede de Málaga. ¿A qué se debe este relevo y qué espera de la nueva directora?
–Conchita Travesedo está realizando una labor magnífica liderando nuestra sede tecnológica, en el edificio Mena. Viene con un muy buen aval, como es su gestión en el centro adscrito de la UNED en Málaga, además de con muchas ideas que van a permitir fortalecer este espacio. Con todo, toma el testigo de Paco González Fajardo, a quien de nuevo agradezco aquí sus años de trabajo en la Internacional.
–¿Qué misión ha encargado a la nueva directora?
–Personalmente, a Conchita Travesedo le he hecho el encargo de continuar potenciando la presencia de la UNIA en Málaga. Seguimos siendo una universidad pública desconocida en la ciudad, pese a llevar varias décadas de actividad. Tiene, además, varios retos importantes, de los que destacaría dos. El primero es consolidar esta sede como lo que es: nuestro corazón digital y de innovación. El segundo, acoger las relaciones con el Magreb, hacia donde queremos intensificar nuestra actividad internacional durante los próximos años.
–¿Qué papel juega la UNIA entre las universidades públicas andaluzas?
–La Internacional de Andalucía es un puente que conecta dentro del sistema universitario público, pero también, y, sobre todo, fuera de él. Esta misión es fácil de ver si miras a nuestros orígenes. No tenemos un Consejo Social, pero sí un Patronato donde, entre otros miembros natos, están presentes todos los rectores andaluces. No tenemos profesorado propio, pero sí la puerta abierta a incorporar a los docentes del resto de universidades y, hay que decirlo, de otras instituciones y empresas.
–¿Teme que la UNIA se relacione casi de manera exclusiva con los cursos de verano de La Rábida o Baeza, los de mayor tradición?
–Los cursos de verano es nuestro programa más reconocido, sin duda. El motivo lo hemos citado hace un momento: es el de mayor impacto social, porque abre la puerta de la universidad a todo tipo de públicos. Pero nuestra razón de ser, nuestra misión, es fundamentalmente la formación de postgrado. Ahí es donde estamos poniendo el foco y es por lo que se nos está reconociendo cada vez más.
–¿En qué nueva oferta académica están trabajando en la UNIA?
–Acabo de citar los másteres duales, que son una experiencia de vanguardia al conectar el aula con la empresa. Pero no es el único caso. Estamos desplegando una línea estratégica sobre formación de formadores. Ahí está el máster en Profesorado, el MAES, que reúne las especialidades en FP, donde la oferta andaluza estaba muy limitada. Y debo subrayar la gran acogida del nuevo máster en Tecnología Educativa, impulsado junto con la UMA. Es novedad para el nuevo curso, y ya en su primera edición hemos recibido más de veinte solicitudes por cada plaza ofertada.
–¿Cómo se plantea la nueva relación con la UMA, de la que ha hablado en alguna ocasión?
–Las relaciones con la Universidad de Málaga siempre han sido buenas, por lo que no me planteo ningún cambio. Somos instituciones hermanas y la relación es constante y fluida. Esto nos permite impulsar de manera conjunta proyectos clave, como el máster en Tecnología Educativa o el dual en Transformación Digital. Si algo hay que consolidar a futuro, es este nivel de cooperación.
¿Cuál cree que es su principal aportación al sistema andaluz de universidades?
–Estas singularidades nos dan una enorme fortaleza. Tenemos la suficiente flexibilidad para asumir proyectos de vanguardia. Por ejemplo, liderar los primeros másteres duales oficiales de España, en Transformación Digital y en Logística. Esto no lo hacemos solos, vamos de la mano de las otras universidades, como Málaga. Sin olvidar, por supuesto, atraer el talento de otras partes del mundo. Todos nuestros títulos tienen como aliado, al menos, a una universidad andaluza y del alumnado que aportamos ahí, la mitad es extranjero.
–Con respecto a la oferta de la UNIA, ¿habrá nuevos posgrados? ¿Van a avanzar en la formación dual?
–En este mandato hemos incrementado un 40% la oferta de posgrados oficiales. Es la senda que debe mantener la Universidad Internacional de Andalucía, para cumplir con su fin social. Por lo que, respondiendo a su pregunta, sí, habrá nuevos posgrados. En formación dual tenemos varios en marcha, que esperamos se implementen en los próximos cursos, como en comercio internacional. Su gestión es costosa, por todo lo que implica la coordinación con las empresas colaboradoras, además de la parte docente tradicional, pero seguiremos manteniendo esa apuesta. Habrá más títulos dentro de la línea de formación de formadores, por ejemplo, en la rama de enseñanzas artísticas. Y seguiremos incorporando propuestas que aporten valor al sistema universitario público andaluz, que lo complemente y permita sumar aspectos de vanguardia.
–¿Qué supone para la UNIA la sede tecnológica de Málaga?
–Como he señalado, Málaga es el corazón digital e innovador de la Universidad Internacional de Andalucía. Desde aquí se gestiona, por ejemplo, nuestro campus virtual. También asume el liderazgo de todo lo relacionado con la innovación docente, siendo sede del vicerrectorado del ramo. La sede tecnológica es nuestra ventana hacia el futuro de la universidad. Sin olvidar, por supuesto, lo que implica tener presencia física en un ecosistema institucional, empresarial y emprendedor con tanto dinamismo como el malagueño.
–Tienen planes para mejorar y ofrecer más servicios en su sede de Málaga, ¿los puede concretar?
–Le he destacado la parte, digamos, más interna, de gestión. Pero Málaga tiene su carácter y planificación propia a otros niveles. En materia docente, son claves las alianzas con los colegios de médicos y abogados. Es una pieza estratégica donde queremos seguir profundizando, por ejemplo con las empresas del PTA, para ofrecer una formación ajustada a la demanda de los profesionales. En materia de difusión de la investigación, hay dos claves. La Cátedra UICN de Conservación de la Naturaleza va a ser, cada vez más, un punto de encuentro de expertos en este ámbito. Como puente con el Magreb, esta sede gestionará los encuentros científicos entre grupos de investigación andaluces y del norte de África.
–El consejero Villamandos ha presentado el nuevo programa de financiación de las universidades públicas, ¿cree que puede resolver la tradicional infrafinanciación universitaria?
–Como rector de la Internacional, tengo una opinión positiva sobre el nuevo modelo recientemente aprobado. Es la primera vez que se define de manera tan transparente y concreta la financiación de la UNIA. El reparto de fondos entre universidades tan diversas como son las 10 andaluzas es una tarea complicada. Pero hay dos aspectos fundamentales donde se va a avanzar con este nuevo modelo de financiación: por un lado, garantizar la suficiencia financiera, esto es que haya recursos para el correcto funcionamiento de la actividad, y, por otro, contribuir con una buena planificación de las inversiones, tanto para infraestructuras como para atender los retos estratégicos de cada universidad. Será una buena definición de los incentivos lo que nos permitirá, a través de los contratos programa, seguir dando pasos hacia la excelencia.
–También se plantea un nuevo catálogo de titulaciones. Aunque la UNIA no imparte grados, ¿cómo considera que debe ser el modelo de estudios de grado y máster? ¿No hay un excesivo solapamiento?
–El modelo universitario español es de corte generalista. Durante décadas hemos construido un sistema que apuesta por facilitar el acceso a la educación superior, con una amplia implantación geográfica. Es de ahí de dónde venimos. ¿Debe ser ese el futuro? Es una pregunta difícil de responder, aunque el cambio es inevitable. Lo que está claro es que cada vez más veremos títulos de carácter interuniversitario, como los organizados por la UNIA, incluso fuera del entorno español. Esto permite mayor fortaleza, además de dibujar líneas de especialización que corrigen ese posible solapamiento.
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