Málaga disfruta de una noche inolvidable en el Martín Carpena
El público abarrotó el Palacio de los Deportes en el duelo estrella del Torneo del Centenario de la FEB, el España-Estados Unidos
No sólo reinan las peinetas y abanicos este fin de semana en Málaga. Los amantes del baloncesto prefirieron otro escenario distinto al recinto ferial… Al ... menos durante unas horas. Este fin de semana, el Martín Carpena escribió una nueva hoja en su libro de historia. Desde luego, no todos los días los aficionados pueden disfrutar en directo de tres de los mejores equipos del mundo: Estados Unidos, Eslovenia, y por supuesto, España… Y a sólo dos semanas del Mundial.
Una cita de lujo, con motivo del Torneo del Centenario de la FEB, que puso la capital costasoleña en boca de todos durante tres intensos días. Tres jornadas de lleno absoluto en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, que abrió sus puertas a personas de todas las nacionalidades: ingleses, americanos, franceses, alemanes, belgas, eslovenos, daneses… Y también a familias y grupos de amigos llegados de todos los rincones de España, que escogieron pasar estos días en Málaga para disfrutar de sus ídolos en directo.
Cada partido fue especial en el pabellón, pero sin duda, este domingo vivió su día grande con un siempre trepidante Estados Unidos-España. Un duelo ilusionante, que logró captar la atención de múltiples generaciones, que se reunieron este domingo en los aledaños del Carpena engalanados con sus mejores camisetas de baloncesto. Reinaban las banderas de España y las elásticas del conjunto nacional, desde las más 'vintage' hasta las nuevas, las negras y doradas del centenario.


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Pero se complementaban bien con las vistosas camisetas de la NBA y de Estados Unidos, vestidas tanto por extranjeros como por seguidores españoles, que cumplieron el sueño de ver juntas y enfrentadas a las dos mejores selecciones del mundo. Pancartas en varios idiomas y hasta con luces, bufandas específicas del partido, equipaciones muy diversas… Pero sobre todo destacaba la Ilusión en la cara de los asistentes cuando empezó a botar el balón y arrancó el baile de mates, bandejas, 'alley oops', triples...
Un público entregado con los dos mejores equipos del mundo, y también con la fantasía que se montó en un Martín Carpena reluciente y más brillante que nunca gracias al precioso juego de luces que organizó la FEB a través de unas pulseras que regaló a los asistentes. Todo ello unido al violín electrónico de Pablo Navarro, al 'show' musical inicial, y de nuevo al buen 'rollo' de la 'dance cam', los animadores… Una auténtica fiesta que nadie olvidará jamás.
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