El futuro del Unicaja habla español
La ampliación de contrato de Alberto Díaz hasta 2024 fortalece el que posiblemente sea el mejor bloque de jugadores nacionales de la Liga ACB
El Unicaja anunciará en las próximas horas la ampliación de contrato de Alberto Díaz hasta 2024. La continuidad del base malagueño consolida el que puede ser el mejor bloque de jugadores nacionales de la Liga Endesa. El club ha hecho un importante esfuerzo para amarrar al pelirrojo, todo un referente para el club y los aficionados. Su continuidad en la que es su casa asegura al Unicaja mantener un grupo de jugadores españoles de primerísimo nivel que sin duda será la base de los futuros proyectos deportivos de la entidad de Los Guindos.
Aunque el conjunto malagueño no ha realizado grandes fichajes este verano, las renovaciones han sido importantes y fortalecen un núcleo que tiene continuidad un año más. Lo llamativo de ese grupo que forman Díaz, Suárez, Jaime Fernández, Brizuela, Guerrero y ahora también Francis Alonso es que el Unicaja los ha reunido en relativamente poco tiempo y a pesar de la enorme competencia que hay en el mercado por hacerse con los jugadores españoles de cierto nivel.
Cada uno representa un caso distinto principalmente por cómo se gestionaron sus llegadas. El primero fue Carlos Suárez, una petición expresa de Joan Plaza que estaba al tanto de su situación en el Real Madrid. El madrileño no imaginaba en 2013 que encadenaría siete temporadas en Málaga, que sería capitán del equipo y que tiene en su mano retirarse en el cuadro malagueño si finalmente cumple su renovado contrato, que expira en 2023.
Díaz, por su parte, fue una imposición del club a Plaza. Tras dos cesiones al Bilbao y al Fuenlabrada, el presidente Eduardo García, apostó por él para completar la plantilla de la temporada 2015-2016. El malagueño se ha consolidado con su esfuerzo hasta convertirse en uno de los mejores bases nacionales.
Con Jaime Fernández, el Unicaja cambió su guión habitual. Reacio a pagar traspasos, vio en el madrileño un jugador en claro crecimiento, como así se ha demostrado a pesar de las lesiones. Después de muchos años, el club abonó su cláusula para liberarlo del contrato que tenía en el Andorra. Jugador diferencial, el verano pasado amplió su vinculación con el Unicaja hasta junio de 2023, ahora se recupera de una doble operación en los talones,
Otra caso distinto fue el de Rubén Guerrero, repescado tras su etapa en la NCAA. Llegó en la recta final de la campaña 2018-2019. Casimiro quería probarlo y dio su O.K. para que continuase. Acaba contrato en junio de 2021 y posiblemente en breve se revisará su situación. Lo mismo ocurrió con Francis Alonso, con dos temporadas todavía de contrato por delante, aunque el escolta estuvo cedido, si éxito en el Fuenlabrada. Ahora tendrá la oportunidad de volver a jugar en el Unicaja.
El círculo se cierra con Darío Brizuela, otra situación excepcional, pues si raro era que el Unicaja pagase por un jugador, más extraño fue que lo hiciese a mitad de temporada, como pasó con el vasco, que tiene tres años más de contrato. El director deportivo, Manolo Rubia, insistió hasta conseguir su contratación. Tanto en su caso como en el de Jaime Fernández, fueron maniobras muy certeras del club que en un mercado abierto habría tenido muy complicado fichar a ambos. Este núcleo nacional destaca, salvo en el caso de Suárez, por su juventud, por lo que parece muy claro que el Unicaja del futuro hablará español.
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