El Unicaja comienza en modo arrollador (98-75)

El arranque del partido escenificó las apuestas de cada equipo. Mientras el Lenovo Tenerife buscaba a sus jugadores interiores, principalmente a Shermadini, el cuadro cajista se volcaba en la línea de tres puntos. El choque estuvo marcado en todo momento por un nivel de acierto sobresaliente. Como el Unicaja le entraban los triples uno detrás de otro, perfecto. El equipo canario respondió vio la apuesta y mantuvo el pulso también desde la larga distancia con las canastas de Abromaitis. Con los dos equipos viendo el aro como una piscina, el partido tenía ritmo por la anotación, que no por la velocidad del juego o por la defensa, que brillaba por su ausencia. La aparición de Ristic por su capacidad para jugar de espaldas al aro o para lanzar de tres, descolocó al Unicaja, que cerró el primer cuarto perdiendo por 24-26.

La diferencia era mínima y el partido entró en el ritmo que al Tenerife le gustaba, más lento, más pausado. Su buena circulación de balón le permitió enganchar una buena racha anotadora, un parcial de 3-10 culminada precisamente por un triple del pívot serbio, uno de sus dos fichajes para esta temporada (33-36, min.15). Llegó entonces la reacción del Unicaja, que ahora sí defendía con más intensidad e incluso pudo correr algún contragolpe. El cambio fue evidente y quedó reflejado en un parcial de 12-5 que dejó el partido 45-40 al descanso. En los primeros 20 minutos, el equipo malagueño lanzó friolera de 21 triples (anotó 9), mientras que sólo realizó 11 tiros de dos. El porcentaje era bueno, pero había que mantenerlo o buscar alternativas interiores y de momento no las había.

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Notas a los jugadores del Unicaja ante el Tenerife

No le hizo falta al Unicaja mantener ese sensacional acierto desde la línea de 6,75 porque por suerte encontró otras alternativas como la calidad de Will Thomas, la velocidad de Perry y sí, algún triple salpicado, en este caso de Barreiro. Por ahí empezó a romperse el partido, porque el cuadro canario ahora no lograba responder y porque el Unicaja aceleraba el ritmo sin que su rival pudiese seguirlo. Del 57-54 en el ecuador del cuarto se pasó a un 67-54 en sólo dos minutos. El Unicaja lo hizo tan bien que incluso sacó del partido a Huertas. Por si fuera poco, al conjunto que dirige Ibon Navarro no le hizo falta que aparecieran sus referencias ofensivas. Por ejemplo, Ejim estuvo sublime, con 14 puntos, sin fallo en los lanzamientos, y cinco rebotes, a estas alturas del partido. Y qué decir de Will Thomas, que dio otro recital de baloncesto. Quedaba todo el tercer cuarto, pero la diferencia (71-61) y las sensaciones invitaban a pensar en positivo.

El Unicaja olió la sangre y fue a por el partido. Dos triples seguidos de Taylor, excelente al final del choque, y Carter, junto con un mate terrorífico de Sima, mandaron a la lona al Tenerife (81-64). Quedaban mucho partido, siete minutos, pero la diferencia de intensidad defensiva y la velocidad de ejecución entre los dos equipos era enorme. Uno, el malagueño, sigue su crecimiento, y otro, el Tenerife, parece estancado, al menos de momento.