La Costa del Sol, en vilo por un millón de británicos
Reino Unido mantiene en jaque al sector de sol y playa, llamado a capitanear la recuperación del turismo esta temporada alta
Reino Unido, que impone cuarentena para quienes viajen a España, mantiene en jaque a la oferta de sol y playa a la que se encomienda este verano la Costa del Sol y España para salir de la crisis de la pandemia. Los buques insignias de este segmento, en el que la provincia malagueña es pionera y referencia internacional, están llamados a capitanear la recuperación de esta industria, pero el sector está en vilo a dos semanas del inicio de los meses claves para esta industria. De la decisión del Gobierno británico, de considerar a España un destino seguro, depende nada menos que la llegada del millón de viajeros procedentes del Reino Unido que entraron por el aeropuerto y que dieron vida a la Costa en junio, julio y agosto de 2019, una cifra con la que se juega este año el éxito de una temporada alta vital para la supervivencia de empresas vapuleadas por la crisis sanitaria.
La pérdida de estos viajeros pone en peligro el futuro de un destino que tiene en el mercado británico a su principal cliente internacional con una cuota del 30% del negocio hotelero y de llegadas de turistas al aeropuerto, y de su oferta de sol y playa, verdadero motor del turismo. Los grandes 'transatlánticos' hoteleros que bordean el litoral malagueño no pueden ni vivir ni reabrir pensando sólo en el mercado nacional o en unas altas ocupaciones tres días del fin de semana. Los establecimientos de 300 o 400 habitaciones que siembran los 150 kilómetros de playa de la Costa del Sol tienen puestas todas las esperanzas en la vuelta de los británicos, cuyo volumen es tan determinante que es imposible sustituir por otros mercados en cuestión de semanas y menos en el contexto actual. Basta conocer que en junio de 2019 llegaron al aeropuerto 325.335 pasajeros británicos. A gran distancia del que es el segundo mercado internacional más importante para el destino que es Alemania y desde donde en este mismo periodo llegaron más de 77.000 viajeros.
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El presidente de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, se muestra contundente: «nos estamos jugando la temporada alta y uno de los factores que van a marcar la diferencia es que los británicos puedan cumplir su deseo de viajar a la Costa del Sol sin obstáculos». Recalca que para este destino «el turismo británico es fundamental, el más importante tras el nacional, y sabemos tanto por las búsquedas que se hacen en internet como por la oferta de plazas aéreas que tienen previstas las compañías, que hay una gran demanda y deseo de volver al litoral malagueño».
Los datos aportados por los informes de Turismo Costa del Sol señalan que antes de la pandemia al aeropuerto de Málaga llegaron entre junio y agosto un millón de pasajeros procedentes de Reino Unido, de los que una parte ya no se espera recuperar.
El panorama es desolador si se tiene en cuenta que en los cuatro primeros meses de este año han llegado al aeropuerto de Málaga sólo 8.860 viajeros ingleses, frente a los 1,3 millones de británicos que recalaron en la provincia de enero a junio de 2019.
Por ello, Salado insiste en que «tenemos que seguir trabajando tanto en la lucha contra la enfermedad para bajar la pandemia como en el campo diplomático, para que el gobierno de Boris Johnson nos ponga en el semáforo verde en la siguiente revisión y no obligue a sus nacionales a esa cuarentena disuasoria al regreso».
En este sentido, critica con dureza que «no es de recibo que el Gobierno de España, una vez más, esté trabajando solamente a favor de las islas y se olvide del resto de destinos turísticos. Una vez más, se produce un agravio inadmisible cuando se trabaja para colocar a Baleares y Canarias con semáforo verde y no al resto de provincias o comunidades. Nos gustaría que el Gobierno de España, aunque sea por una vez, comparta su estrategia con todos los destinos de nuestro país, porque la prioridad absoluta que se da a las islas coincide sospechosamente con el color político de sus gobiernos».
El presidente de Turismo Costa del Sol confía en que la vuelta de los británicos se producirá en cuanto el Gobierno británico elimine las restricciones. Es más, asegura que «estamos detectando que los británicos que tienen aquí su segunda residencia o bien se quedaron aquí durante la pandemia están volviendo ahora, sin importarles la posible cuarentena».
El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque, advierte de que la situación del mercado británico «es muy preocupante» y añade que tras la última revisión, en la que Reino Unido sacó de la lista de destinos seguros a Portugal apenas dos semanas después de permitir que los británicos hicieran sus reservas para este país, se ha generado una gran desconfianza a salir de vacaciones al exterior. «Han sido muchos los ingleses que han tenido que ver reducidas sus vacaciones en Portugal para evitar de un día para otro hacer la cuarentena. Otros tantos que se han quedado con las reservas hechas y sin poder disfrutarlas ahora», asegura, para considerar que, si antes tenían más claro que pasarían la próxima revisión, en la actualidad son más pesimistas tanto en el hecho de pasar a estar en verde como a que las llegadas de británicos sean tan elevadas como se preveían. «Es probable que se pierda julio, aunque en caso de ganarlo llegarán menos viajeros por el impacto de lo sucedido en Portugal», afirma Luque, que advierte de que los hoteles irán abriendo a mayor ritmo en julio pero «necesitan de los británicos».
El presidente de los hoteleros coincide en que la recuperación del destino está en manos del segmento de sol y playa, que atrae al 70% de los turistas y genera el 68% de las pernoctaciones, y que es el puntal de esta industria y no sólo en la Costa y en Andalucía sino en el conjunto del país. El primer informe que pone en valor el tirón y la vigencia de la oferta de sol y playa, realizado por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), incluye a Torremolinos y Marbella entre los destino más competitivos de España en este segmento y concluye que son protagonistas de la industria turística.
Los datos hablan por sí solos. Los destinos vacacionales españoles de sol y playa, concentrados en las comunidades de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia, generan un total de 108.000 millones de euros de contribución económica y 1,6 millones de puestos de trabajo en la economía española, lo que supone el 70,5% de todo el PIB turístico español y el 62% del empleo en 2019. Unas cifras que evidencian que mientras este segmento no consiga reactivarse, el turismo seguirá convaleciente del Covid-19 por más que crezca el turismo rural o el urbano. Y para que esta recuperación se produzca es fundamental la apertura del Reino Unido y que a partir del 1 de julio el Certificado Sanitario Europeo garantice la movilidad entre los países de la UE.
Este informe analiza los quince destinos más importantes, dos de ellos en la provincia malagueña, y señala a Marbella como el cuarto más competitivo de España, mientras que Torremolinos se sitúa en el puesto 12. Así se recoge en la primera edición del Monitor de Competitividad de los destinos de Sol y Playa español (SolyTur), en la que se destaca que los municipios de Adeje (Tenerife), Calviá (Mallorca), Benidorm (Alicante) y la malagueña Marbella son los que encabezan la posición competitiva global de los destinos turísticos nacionales de este segmento en base a 58 indicadores, entre los que destacan la puesta en valor de la costa como producto turístico, la diversificación de su oferta, su capacidad alojativa, su dotación de infraestructuras de transporte, el nivel de seguridad ciudadana y sanitaria, entre otros aspectos.
La fuerza de estos destinos se deja sentir en que, a pesar del crecimiento importante de otros segmentos y del alza que se prevé en el turismo de interior o de naturaleza con esta pandemia, representan el 65% del total de la oferta y la demanda turística en España.
Concretamente, las zonas turísticas de sol y playa acogen el 63% de toda la oferta hotelera española y el 65% de su demanda. Es más, 17 de los 20 destinos urbanos y vacacionales con más pernoctaciones hoteleras en España son del litoral mediterráneo y las islas y consiguen concentrar el 75% del total de los turistas extranjeros que eligen España para sus vacaciones. El estudio advierte de una fuerte concentración de viajeros durante la temporada alta, con una concentración del 58% en los meses de verano. De ahí la importancia de que Reino Unido ponga a España en verde para no perder los meses de mayor tirón de viajeros. Luque señala que son 20 millones de británicos los que salen en verano de vacaciones y los que comienzan a hartarse de la estrategia política de su país hacia el turismo. «El Gobierno británico quiere claramente que los ingleses se queden este verano en el país», afirma. Una apuesta que pone en jaque las expectativas de reactivación del turismo y de los destinos de sol y playa.
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