Retos de los destinos de sol y playa, decanos del turismo, tras la peor crisis
Hoteleros señalan el decreto de modernización, en trámite en la Junta, como clave para reposicionar la Costa del Sol
Son la flor y nata del turismo. El alma de esta industria y los principales generadores de riqueza y de empleo pese a ser los ... decanos de una industria que encara su recuperación tras la peor crisis de su historia. En la Costa del Sol, los hoteleros tienen claro que el resposicionamiento del destino tras la pandemia pasa por el decreto de modernización de los establecimientos que ya tramita la Junta de Andalucía y para el que el vicepresidente andaluz, Juan Marín, pidió el pasado jueves el apoyo de los grupos parlamentarios para sacarlo adelante. «Sin ese nuevo marco normativo no podremos recuperarnos», asegura el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque.
Si la vuelta de los británicos es clave en la reactivación, el reposicionamiento del destino pasa por esta norma, que permitiría a los establecimientos ganar en edificabilidad para actualizar sus instalaciones a las nuevas demandas y garantizar poder competir en calidad con países como Turquía, Grecia, Egipto y Marruecos que disponen de estos grandes complejos, que además venden a precios con los que la Costa no puede pensar en revalidar. «Es necesario apostar por la calidad que es lo que permite este decreto, que además dimensionará la inversión tal y como ocurrió en los antecedentes del mismo en Magaluf, la playa de Palma o Ibiza. El quebranto financiero es bestial y será difícil posicionar la Costa sin esta nueva norma», recalca Luque.
Nuevo paradigma
Asimismo, el informe confirma que «estos destinos se enfrentan en la actualidad a un cambio de paradigma competitivo. Los nuevos parámetros de seguridad sanitaria, la consolidación de los competidores en el Mediterráneo Oriental (con Egipto y Turquía a la cabeza), las transformaciones en los modelos de comercialización de la oferta, y obsolescencia de las instalaciones se suman a la presencia de un consumidor cada vez más informado, más exigente y con mayores alternativas».
El informe Solytur deja claro que uno de los grandes problemas de la oferta del litoral mediterráneo y las islas es que sufren graves problemas de financiación dado que sus ingresos públicos per cápita son un 38,7% inferiores a los de la media de destinos españoles. «La restricción que impone el, aún hoy, inadecuado sistema de financiación local para los destinos turísticos del litoral se ha visto agravada en los últimos años por la Ley de Estabilidad Presupuestaria que impide a los ayuntamientos poder utilizar los superávits acumulados. Así, muchos de los municipios de la costa que han de liderar las políticas de mejora competitiva aplicadas a un sector como el turismo que es, con mucho, el más relevante de su sistema económico, se ven notablemente restringidas», señalan desde Exceltur.
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El estudio avanza que también se enfrentan a una profunda evolución de sus escenarios tradicionales, marcados por la combinación de factores globales como el cambio climático, el envejecimiento de la población, la seguridad sanitaria o la digitalización, a lo que suman transformaciones de la propia industria, como es la pérdida de peso de los touroperadores tradicionales frente a nuevos modelos de distribución 'online', o la concentración de operadores de transporte, alojamiento y otros servicios. «La capacidad de adaptación competitiva va a ser determinante para abrir un nuevo ciclo de prosperidad, sostenible basada en los parámetros diferenciales que definen el nuevo escenario turístico global», precisa.
Redefinir posicionamientos
Asimismo, advierte Exceltur de que «la mayoría de los destinos de sol y playa españoles necesitan redefinir gradualmente sus posicionamientos de oferta y demanda para los próximos veinte años, en base a una gama de productos que trascienden del mero aprovechamiento de recursos básicos como el clima y su cercanía al mar, superando la lógica que fundamentó su inicial crecimiento y desarrollo inmobiliario». De esta manera instan a apostar por la renovación de servicios, edificaciones y espacios públicos a través de inversiones estratégicas selectivas para atraer nuevos tipos de alojamientos y equipamientos de ocio. «Ello pasa por la disposición previa de una hoja de ruta estratégica con visión transversal, consensuada y de medio plazo para cada destino», insisten. El futuro exige cambios.
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