
SUR
MÁLAGA
Lunes, 6 de julio 2020, 00:25
El empresario Ricardo Arranz, propietario del Hotel Villa Padierna y presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, está citado el miércoles 8 en la Audiencia Provincial a la vista oral por un presunto delito de coacciones tras la denuncia interpuesta por una sociedad con la que en 2012 firmó un acuerdo de cesión de uso de locales comerciales, tanto para el establecimiento de Benahavís como para el de Carratraca, para un servicio de salud y 'wellnes'. La Fiscalía solicita para Arranz dos años de prisión, y la acusación particular pide también su condena por apropiación indebida, en línea con el auto del Juez Instructor. Los hechos se remontan a 2014 cuando, según los denunciantes, Arranz impidió la entrada a los hoteles al personal de BDB Wellness que desarrollaba sus servicios. Expusieron que «cambió las cerraduras de las puertas de acceso y retuvo por la fuerza los bienes, ordenadores, mercaderías, maquinaria e instalaciones que se encontraban en su interior». El Juzgado de Instrucción nº5 de Marbella ordenó en un auto en 2015 la apertura de las instalaciones para que la empresa pudiera retirar los bienes de su propiedad. Arranz califica este proceso de «estupidez» y aclara que se rescindió el contrato, con la presencia de una notaria, tras comprobar que incumplía el acuerdo y recibir las quejas de clientes del hotel de que «les obligaban a pagar en efectivo para así ocultar los ingresos y evitar la comisión».
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