Un menor se inventa que lo habían secuestrado en Málaga para no ser detenido tras una persecución

Los hechos tuvieron lugar hace unas semanas. Sobre las cuatro menos cuarto de la madrugada, la Sala del 092 de la Policía Local de Málaga recibió una llamada en la que se informaba de que se estaban llevando a cabo carreras ilegales de coches en la calle Catedrático Cristóbal Cuevas, situada en la zona de Soliva. Incluso había espectadores que animaban a los participantes.

Se movilizaron varias unidades, que se dirigieron hacia la barriada. En el cruce de la citada vía con la calle Doctor Norman Bethune, de pronto apareció un coche ante una de las patrullas. Se trataba de un Ford Fiesta, que circulaba a gran velocidad e hizo un derrape justo delante de los policías locales.

La dotación activó las señales acústicas y sonoras de la sirena para darle el alto al conductor. Sin embargo, las fuentes consultadas por este periódico han indicado que, lejos de atender los requerimientos de los agentes, el turismo se dirigió a gran velocidad de frente contra el vehículo patrulla, al que esquivó en el último momento antes de llegar a embestirlo. Pasó muy cerca del coche policial, pero logró evadirse y se inició una persecución a gran velocidad que transcurrió por varias calles de la zona.

En su huida, las fuentes han explicado que actuó de la misma manera con otra patrulla que intentó cortarle el paso. El conductor circuló hacia los policías locales de frente y los esquivó justo antes de impactar con ellos.

El sospechoso logró tomar algo de distancia durante la persecución. Sin embargo, no tardó mucho en perder el control y estrellar el turismo después de subirse a la acera en una rotonda de la calle Navarro Ledesma. Pero no se detuvo, el conductor se bajó del turismo y abandonó el lugar a la carrera, ocultándose en una zona de campo abierto sin que pudiera ser localizado por los agentes.

Pero los policías locales lo habían visto varias veces durante la persecución. Tenían sus características, por eso les sorprendió cuando, casi una hora más tarde, en el momento en el que la grúa procedía a la retirada del turismo, el joven regresó al lugar del siniestro. Las fuentes consultadas han indicado que el joven hacía aspavientos y pedía auxilio.

Al parecer, contó desde lejos que había sido secuestrado, que le habían atado y robado el coche, que estaba a nombre de su padre. Pero los agentes lo habían visto y lo reconocieron inmediatamente. Por ello, cuando los agentes se acercaban a él, con la intención de detenerlo, el sospechoso volvió a huir a la carrera, esta vez sin éxito, ya que fue alcanzado y arrestado. Supuestamente, ofreció una fuerte resistencia, lanzando patadas y puñetazos contra los policías locales.

Los agentes comprobaron que se trataba del hijo del propietario del coche, un menor de 16 años que no tenía el carné de conducir. Tras su detención, se procedió a su traslado a dependencias policiales.