Interceptan en Estepona la lancha que se fugó tras el accidente donde murió un funcionario de Aduanas

Juan Cano y Alvaro Frías

Málaga

Sábado, 17 de julio 2021, 00:55

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El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) ha conseguido intervenir frente a las costas de Estepona la embarcación que se fugó tras el accidente en el que perdió la vida José Luis Domínguez Iborra, que era el observador áereo del helicóptero siniestrado.

El accidente tuvo lugar la madrugada del pasado domingo, cuando los funcionarios del SVA detectaron la embarcación navegando a unas 40 millas al sureste de Sotogrande, entre las provincias de Málaga y Cádiz.

El helicóptero de Vigilancia Aduanera acudió en apoyo de la patrullera, que llevaba unos 45 minutos detrás de la lancha, de tipo recreativo, y que se dio a la fuga al percatarse de la presencia de los funcionarios.

Cuando la aeronave realizaba la maniobra de aproximación, por causas que aún están bajo investigación, se precipitó al mar. El helicóptero quedó boca abajo. El piloto y el copiloto lograron salir por sus medios, pero el observador aéreo se quedó dentro.

Todo apunta a que sufrió un golpe que le hizo perder el conocimiento, ya que el funcionario, de 62 años, era uno de los más experimentados del SVA. Llevaba 42 años de servicio activo, la mayoría de ellos en medios aéreos, y miles de intervenciones a sus espaldas.

La patrullera abandonó la persecución y acudió a socorrer a Domínguez Iborra. Dos miembros de la tripulación se tiraron al agua y, con ayuda de los pilotos, lo rescataron. Lograron reanimarlo en la embarcación, pero cuando iban de camino al puerto de Sotogrande entró nuevamente en parada y falleció.

La madrugada de este miércoles, los funcionarios del SVA volvieron a toparse frente al litoral de Estepona con la misma embarcación recreativa que se les había escapado tres días antes debido al accidente del helicóptero. Y otra vez se dio a la fuga.

Tras una nueva persecución, los agentes lograron interceptar la lancha, que iba cargada con 20 garrafas de combustible. Se presume que iba a un punto de encuentro en alta mar para que repostara alguna semirrígida (en el argot se les conoce como gomas).

En la lancha interceptada viajaban tres hombres de origen marroquí, uno de ellos residente en España y los otros dos, en situación irregular en el país, por lo que se les detuvo en virtud de la Ley de Extranjería y fueron entregados en comisaría.