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'Rabbit', pieza de acero creada porJeff Koons en 1986, la más cara de un autor vivo. :: efe

El conejo de la suerte de Koons

El controvertido creador recupera el cetro del artista vivo más caro tras subastarse su 'Rabbit' por 91 millones de dólares

MIGUEL LORENCI

Viernes, 17 de mayo 2019, 00:08

Jeff Koons (Pensilvania, 1955) ha recuperado su cetro de Rey Midas del arte. El controvertido creador vuelve a ser el artista vivo más caro, tras adjudicarse una obra suya por 91,1 millones de dólares (81,5 millones de euros) en la subasta de primavera de Christie's en Nueva York. 'Rabbit' se titula la pieza, una icónica recreación en acero de un conejito inflable con la que Koons destrona al británico David Hockney, hasta ahora rey de las subastas gracias a 'Retrato de un artista (Piscina con dos figuras)', pintura de 1972 vendida por 90,3 millones de dólares (80,3 millones de euros) en noviembre pasado en la misma sala.

La pieza de Koons, estrella de la jornada de Christie's, se remató en 80 millones de dólares, el mismo precio que el lienzo de Hockney. Pero el norteamericano arrebató el récord al británico dado que la suma de impuestos, gastos, comisiones, elevadas tres veces en los últimos meses, disparó la factura final hasta los 91,1 millones de dólares y superó al cuadro del pintor británico por unos 800.000 dólares. Koons, de 64 años, recuperaba así el récord que ya tuvo en 2013 gracias a otro de sus perritos, 'Balloon Dog (Orange)' vendido por 58,4 millones de dólares (52,25 de euros).

El conejo de la suerte de Koons pertenece a una serie de cuatro piezas idénticas elaboradas en 1986. Lo adquirió un comprador en la sala, algo inusual en una adjudicación tan cara. Se supo pronto que se trataba de Robert Mnuchin, marchante y padre del actual secretario del Tesoro de EE UU. El conejo de acero superó con creces las estimaciones de la sala, que habían calculado un precio de entre 50 y 70 millones de dólares.

Con poco más de un metro de altura -104 centímetros-, 'Rabbit' es una de las obras más conocidas del polifacético Koons, que lleva años poniendo patas arriba las convenciones del arte con piezas de dudoso gusto y enfrentándose a acusaciones de plagio. Era una de las once obras de la colección de arte del siglo XX de los herederos del fallecido magnate S. I. Newhouse, expropietario del emporio periodístico Condé Nast, que incluye revistas como Vanity Fair, Vogue o The New Yorker. La subasta de la colección familiar recaudó más de 215 millones de dólares (192,3 millones de euros).

El conejo de acero es ya un icono del arte del siglo XX, la única de las cuatro copias que permanece en manos privadas. Los otros tres inoxidables están en museos de Los Ángeles, Chicago y Catar y se exhiben a menudo. El subastado ayer no se mostraba al público desde 1988, cuando se exhibió en el Museo Fredericianum de Kassel, Alemania. De brillante color plata, el conejo de Koons ha aparecido en numerosas portadas de catálogos, revistas y publicaciones. Una gigantesca recreación del conejo hinchable fue en 2007 el emblema del popular desfile del Día de Acción de Gracias que organiza en Nueva York los almacenes Macy's.

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