Travistiendo la moda
Lo 'drag' ha emergido con fuerza desde los márgenes culturales para infiltrarse en más armarios de los que a alguno le gustaría reconocer
Antonio M. Murcia
Domingo, 1 de junio 2025
La moda, ese espejo en constante evolución de la sociedad, ha bebido históricamente de diversas fuentes de inspiración, y eso es una realidad: el arte, la cultura, la música, los movimientos sociales… Sin embargo, en las últimas décadas, una influencia vibrante ha emergido con fuerza desde los márgenes culturales, quizá oscuros y muy desconocidos para gran parte de la población, para infiltrarse en las pasarelas y los armarios de todo el mundo: la moda drag.
¿Te sorprende? Pues la realidad es que lejos de ser una mera expresión artística circunscrita a la noche y el espectáculo, el universo drag ha inyectado una dosis de creatividad sin complejos, desafiando normas de género y expandiendo los límites de la estética convencional. A su vez, se ha convertido en fuente de inspiración para muchos diseñadores, no solo abanderados de la moda más urbana, sino para aquellos que también forman parte de la industria del lujo.
Y es precisamente esa libertad creativa la que ha comenzado a permear la moda que vemos en las tiendas y en las revistas. Elementos que antes se consideraban exclusivos del vestuario drag, como las siluetas exageradas, el uso audaz del color y el maquillaje como una extensión del look, han encontrado su camino hacia colecciones de diseñadores de renombre y, progresivamente, ha ido calando en el vestuario cotidiano.
Pensemos, por ejemplo, en el auge del 'contouring' y el 'highlighting' en el mundo del maquillaje.Aunque popularizado por celebridades, sus raíces se encuentran innegablemente en las técnicas teatrales utilizadas por las drag queens para esculpir y transformar sus rostros. Del mismo modo, la tendencia de las cejas marcadas y definidas, que ha oscilado entre diferentes formas a lo largo de los años, encuentra una de sus expresiones más icónicas y audaces en el universo drag. Tendencias que, evidentemente, han ido evolucionado con una técnica más cuidada, aunque su origen siempre ha estado entre bambalinas.

En el ámbito textil, la influencia es igualmente palpable. Las hombreras voluminosas, que experimentaron un resurgimiento en la década de los 80, vistas en las propuestas de Thierry Mugler, evocan la teatralidad y el poder que muchas drag queens proyectan a través de sus siluetas. Los corsés y las prendas ajustadas, tradicionalmente asociados a la feminidad hiperbolizada del drag, han sido reinterpretados en clave contemporánea por diseñadores, aportando una nueva sensualidad y estructura a la vestimenta femenina y, en ocasiones, masculina. De hecho, Vivienne Westwood ha jugado con esta prenda a lo largo de su carrera; el corsé, elevándolo como símbolo de poder y sensualidad.
Los corsés, las hombreras y las prendas ajustadas siempre se han vinculado a la moda drag
Por otra parte, no se puede obviar la cuestión de género. La moda drag, en su esencia, desafía la binaria tradicional de masculino y femenino. A través de la transformación y la performance, las drag queens exploran y cuestionan las construcciones sociales del género, ofreciendo una visión fluida y performativa de la identidad. Un aspecto que empezamos a ver con propuestas innovadoras de firmas de lujo como Yves Saint Laurent en 1966 con 'Le Smoking', un traje de noche para mujer que marcó un hito al difuminar las líneas entre las vestimenta masculina y femenina, completamente revolucionario para la época.

La moda drag desafía la concepción binaria tradicional de masculino y femenino
La influencia también se extiende al ámbito de la estética 'camp', caracterizada por su artificialidad, su teatralidad y su sentido del humor. Elementos como los estampados llamativos, los colores neón, los accesorios exagerados y la mezcla inesperada de texturas, que son señas de identidad de muchas drag queens, también se han podido ver en pasarela. Empezando en los años 30 y 40 con las propuestas de Elsa Schiaparelli y su uso del color con motivos inesperados, o los característicos estampados de Emilio Pucci en los años 60 y 70 donde sus combinaciones de colores vibrantes apelaban a la alegría del espíritu Drag.
El estilo 'camp' siempre ha estado presente en la moda, pero el drag lo ha elevado a arte
El 'camp' siempre ha estado presente en la moda, pero el drag lo ha elevado en forma de arte. Además, nos ha dado una lección de que la moda no siempre tiene que ser seria o minimalista, convirtiéndose en una forma de expresión divertida, provocadora y reivindicativa.
La visibilidad que ha ganado la cultura drag en los últimos años, impulsada por programas de televisión como 'RuPaul's Drag Race', ha acelerado su impacto en la moda convencional. Lo que antes era un fenómeno underground ha llegado a una audiencia global, exponiendo a millones de personas a la creatividad desbordante y la estética única del drag. Esta mayor visibilidad ha generado una demanda de prendas y, sin duda, ha servido más que nunca como inspiración para impulsar la cultura de la moda.

Ahora más que nunca nos permitimos jugar con la ropa, viendo incluso patrones de origen femenino como el corte cropped en prendas y estilos más 'masculinizados'. Sin embargo, es crucial abordar esta apropiación con sensibilidad y reconocimiento. Es fundamental recordar que muchas de las tendencias que hoy vemos en la moda convencional tienen sus raíces en una subcultura que históricamente ha luchado por su reconocimiento y sus derechos. Celebrar la influencia del drag implica también reconocer y honrar a las comunidades que lo han cultivado y desarrollado.

Al fin y al cabo, la moda drag ha dejado una huella imborrable en la confección convencional. Su audacia, su creatividad sin límites y su desafío a las normas de género han enriquecido el panorama de la moda, inyectando nuevas ideas y perspectivas.El legado del drag continúa expandiéndose, demostrando que la verdadera vanguardia a menudo nace en los márgenes, lista para conquistar el centro del escenario.
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