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Stories | La generación del matrimonio

In the Mood for Love

El cine es la mejor herramienta para volvernos románticos, aunque la mayoría de las veces todo acabe mal. Al final, lo importante es el camino

Antonio M. Ruiz

Sábado, 31 de mayo 2025, 00:02

La visibilidad y el reconocimiento de historias fuera del ámbito normativo es un hecho. El amor en el colectivo LGTBI riega la literatura, la música y muy especialmente el cine. La riqueza que aportan estas obras al imaginario colectivo ayudan, además de sus aportaciones indiscutiblemente artísticas, estéticas y políticas, a un necesario proceso de normalización social, al igual que lo fue la aprobación del matrimonio. Así pues, valgan estas cinco obras cinematográficas, referentes de los últimos treinta años.

(1997)

'Happy together'

'Happy togheter'. El tango de sus protagonistas es ya una imagen icónica.

Viajar a Argentina para conocer las Cataratas de Iguazú es el pretexto que los dos protagonistas llevan a cabo en esta decadente y destructiva historia de amor, buscando un nuevo punto de partida en su relación, sustentada en continuas peleas y reconciliaciones. Sin embargo, Lai Yiu-fai y Ho Po-wing no lo consiguen y deciden sobrevivir separados. El primero encuentra trabajo como portero en un bar de tango, en un matadero, en un restaurante... El segundo se prostituye. El sentimiento de Lai Yiu-fai como migrante es cada vez mayor, así como el contraste cultural que sufre. Las rupturas y retornos se suceden. Lai Yiu-fai espera y anímicamente se descompone, mientras su relación con Ho Po-wing se destruye, maltratada por los celos, la violencia emocional y la manipulación psicológica.

El film trata a sus dos amantes en un contexto más amplio que el homosexual, radicando ahí uno de los grandes aciertos de la obra: si, evidentemente, la acción se desarrolla en ambientes periféricos a los que se ha relegado a los protagonistas por su condición sexual, las situaciones que se producen podrían asemejarse a las atravesadas por cualquier relación entre dos seres humanos.

Obra de transición para Wong Kar Wai, que recibió en 1997 el Premio a mejor director en Cannes, 'Happy Together' brilla por la paleta de colores saturados del director de fotografía Christopher Doyle, así como por su banda sonora, que contiene el incontestable homónimo tema de The Turtles y el igualmente famoso 'Cucurrucucú paloma', de Caetano Veloso.

(2011)

'Tomboy'

'Tomboy'. Valiente película sobre el primer amor de un personaje trans.

El segundo film de Céline Sciamma se sumerge con una delicadeza extrema en la transexualidad infantil. Laure (Zoé Héran) ejerce su rol de hija preadolescente en el seno familiar. Su madre, inmersa en los preparativos de su nueva maternidad, no es capaz de detectar qué ocurre con su primogénita, al igual que su padre. Sin embargo, el cambio de domicilio supondrá para Laure una oportunidad de mostrarse tal y como es, un chico como cualquier otro de su edad. Su aspecto y vestimenta le facilitarán ser aceptado por los demás; bañarse en el río, pelearse, jugar al fútbol como un niño más. En esto tendrá una inesperada aliada en su hermana pequeña, Jeanne, que verá en Mickäel (Laure) un hermano que la proteja. La llegada de nuestro protagonista no pasará inadvertida por Lisa, con la que, después de experimentar qué es un beso, vivirá su primer amor. Sin embargo, todo empeora con la llegada del nuevo curso escolar. A partir de aquí, la cotidianidad de la historia muestra su reverso más oscuro, ya que mantener su secreto resultará imposible para Mickäel, viéndose avocado a descubrirse tal y como es ante sus compañeros.

Es justo reconocer la composición que Zoé Héran hace de su personaje, en esta historia que evidencia, una vez más, la incomprensión social sobre la identidad sexual.

(La vida de Adèle, 2013)

'La vie d'Adèle'

'La vida de Adèle'. El filme fue un éxito de crítica y se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

El comportamiento sexual entre dos mujeres en el cine, como en otras artes, se ha visto relegado a la instrumentación pornográfica heteropatriarcal en la inmensa mayoría de representaciones. La adaptación cinematográfica que en 2013 Abdellatif Kechiche realizó de la novela gráfica de Julie Maroh 'Le bleu est une couleur chaude' es una perfecta muestra del debate generado entre opiniones que subrayan la mirada sesgada del director, frente a las que destacan el largometraje como una obra lésbica a considerar. Adèle, inmersa en su vida escolar de adolescente, ve como su mundo se tambalea cuando recibe el primer beso de una compañera. A partir de aquí, iniciará un camino de búsqueda de su sexualidad que le llevará hasta Emma, una chica con el pelo azul algunos años mayor que ella. El film nos cuenta el crecimiento de Adèle como persona, marcado por su relación con Emma, sus inseguridades y su tristeza, a la par que su felicidad. Sin embargo, después de unos años, Emma parece estar más interesada en su faceta de pintora que en la propia Adèle, que buscará comprensión en un compañero de trabajo.

El cine lésbico, en muchas ocasiones, ha sido relegado a una visión pornográfica y heteropatriarcal

Marcada desafortunadamente por sus escenas sexuales entre Adèle y Emma (estupendas Adéle Exarchopoulos y LéaSeydoux), la obra de Kechiche es un retrato del anhelo y la necesidad de conexión con el otro, de una búsqueda de la identidad y del deseo, así como de la aceptación del dolor.

(2017)

'Call me by your name'

'Call me by your name'. La película recoge escenas eróticas, aunque la mayoría sutiles.

La historia del amor estival que mantienen Oliver (Armie Hammer), un joven de 24 años que llega en calidad de asistente de un experto en la cultura grecorromana a la casa familiar de éste en el norte de Italia; y Elio (Timothée Chalamet), hijo adolescente del académico, es el eje central de la, a ratos acertada, a ratos chirriante, obra de Luca Guadagnino. Como la estación veraniega, el metraje del film discurre lenta y sosegadamente, apoyado en la perdurable fotografía de Sayombhu Mukdeeprom, pormenorizando las largas horas que atraviesan sus personajes. Elio, como cualquiera de su edad, es inseguro, vulnerable; no duda en mostrar sus dotes al piano en una muestra de su virtuosa altanería ante el visitante. Oliver, de carácter marcadamente seductor y esquivo, parece querer pasar de puntillas por la vida de sus anfitriones. El personaje que interpreta Chalamet pronto empieza a encontrarse confuso ante la irrupción del extranjero. La relación entre ambos es un tira y afloja, marcada por su falta de entendimiento. La casa de ensueño en la que viven, las bicicletas, las albercas de agua estancada, los bañadores mojados, las camas desechas, las comidas en el porche, los baños de sol, las escaleras como nexo de unión entre las habitaciones y lo que ocurre dentro de ellas, la obsesión por los cuerpos,…, todo suma para que la sensualidad de la historia traspase la pantalla, predominantemente azul y verde. Poco a poco, Elio descubrirá el despertar sexual de la mano de Elio, para luego experimentar el amargo zarpazo de la ruptura.

'Call me by your name' fue un éxito de taquilla,

aunque el filme es irregular

Visión amable y edulcorada del primer amor con un pretendido carácter universal, el filme, con una primera parte superior a la segunda, pide al espectador benevolencia en su mirada: la madurez sexual de los progenitores con respecto a la tendencia emergente de su hijo contrasta con la norma imperante de los primeros años ochenta en los que se desarrolla la acción. Eso sí, la visita de la pareja homosexual está metida con calzador, y el discurso final del padre a Elio lleno de didactismo desluce el final de la película.

('Retrato de un mujer en llamas', 2019)

'Portrait de la jeune fille en feu'

'Retrato de una mujer en llamas'. La directora narra con maestría los inicios de un amor entre dos mujeres.

La negativa de Héloïse (Adèle Haenel) a posar para el retrato de su boda, lleva a la pintora Marianne (Noémie Merlant) a hacerse pasar dama de compañía en su castillo de las afueras del París de finales del siglo XVIII con objeto de estudiarla durante el día y llevar a cabo su cometido por la noche, durante una semana. El lienzo será la presentación de la dama a su pretendiente, un noble milanés que la elegirá como esposa a partir del cuadro. Héloïse ya despidió a otro artista que precedió a la pintora; sabe que acceder al posado puede suponer el fin de su independencia. Marianne, antes de aceptar su falso rol de acompañante propuesto por la madre de la futura casadera, se enfrenta a una imagen inacabada a la que le falta el rostro, por lo que irá componiéndolo con la información que obtiene de Sophie (Luàna Bajrami), criada de Héloïse. El paso de los días irá propiciando un acercamiento entre la aristócrata y la pintora.

Céline Sciamma se ha convertido en una directora clave en la escena cinematográfica europea

Los personajes se desenvuelven en un mundo propio, sin la influencia masculina; la directora, que también los escribe (ganó el premio al mejor guión en el Festival de Cannes de ese año), los mima en su delicada construcción alejada de la sensiblería o el maniqueísmo. Impera la igualdad; en esta historia de amor romántico, doloroso y vital, no hay dominación entre sus personajes ni están influidos por su jerarquía social. La intención de Céline Sciamma es plasmar el nacimiento del deseo de sus heroínas a través de imágenes provistas de una aparente sencillez, buscando el equilibrio entre arte y política; el espacio creado por las tres protagonistas es el de la independencia y el desarrollo individual y colectivo. Se deconstruyen los roles de género establecidos: mientras Héloïse se aferra a su deseo de emancipación de las férreas normas heteropatricarcales en una continua huida del matrimonio, Marianne vive en una eterna defensa de su profesión y forma de vida, la pintura, en poder de los hombres desde tiempos inmemoriales.

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