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RAFAEL RODRÍGUEZ y Jesús Hinojosa
Málaga
Lunes, 31 de enero 2022, 12:36
Ya hay fecha para el regreso a Málaga del Cristo Coronado de Espinas, de la Cofradía de los Estudiantes, tras el proceso restaurador llevado a cabo por el profesor y escultor Juan Manuel Miñarro. Todo apunta a que será este viernes cuando la talla de Pedro Moreira viaje desde Sevilla, lugar donde se encuentra establecido el taller de Miñarro, hasta la iglesia del Santo Cristo de la Salud de la capital malagueña, donde volverá a estar al culto este fin de semana.
El hermano mayor de Estudiantes, Jorge Alcántara, ha explicado a SUR que está previsto que la imagen pueda reponerse al culto este mismo sábado. «Estamos muy contentos con el resultado de la restauración», ha apuntado Alcántara, quien ha anunciado que el regreso del Cristo se va a hacer coincidir con la ejecución de la reforma de la capilla, que va a consistir en una adaptación de la mesa para colocar la imagen del Coronado, y en la instalación de un nuevo fondo de madera para la zona superior en la que se encuentra la imagen de la Virgen de Gracia y Esperanza, recientemente también restaurada por Francisco Naranjo. A ese fondo de madera se ha aplicado una policromía de imitación a mármol, semejante a otros altares del templo.
Aunque en principio se estimó que la efigie del Coronado de Espinas llegaría a Málaga a finales del mes de febrero, dado que el titular de los Estudiantes será uno de los catorce protagonistas del vía crucis magno que se celebrará el próximo 5 de marzo, primer sábado de cuaresma, con motivo del centenario de la Agrupación de Cofradías, lo cierto es que las labores de restauración, por parte de Juan Manuel Miñarro, han concluido antes de lo previsto. En concreto, la talla ha permanecido en el obrador hispalense por espacio de tres meses, donde ha sido objeto de una restauración interna y de su policromía. En este sentido, y como ya advirtió a SUR el hermano mayor de los Estudiantes, Jorge Alcántara, la escultura precisaba «una subsanación de la estructura interna, ya que existía cierta inestabilidad entre la talla y el basamento sobre el que se muestra sentada la figura», explicó. «Para la fijación de la imagen a la peana, por ejemplo, era importante también su restauración», añadió Alcántara. Pero, además, existía un número importante de puntillas metálicas de épocas anteriores que se han retirado.
Reparada la estructura interna, Miñarro también ha procedido a la limpieza de la talla y a la reintegración de la encarnadura en aquellas zonas donde había desaparecido, mediante técnicas estables, siempre respetando escrupulosamente la policromía bien conservada, ya que, como recalcó el hermano mayor, «había bastante pintura original».
Entre las curiosidades observadas durante la restauración, cabe advertir que el Señor contaba con un papel escrito y una fotografía anónima, detalle que no ha pasado desapercibido por el artista sevillano, aunque como ha reconocido, «es algo natural en imágenes devocionales que presentan huecos fácilmente accesibles».
Así pues, con la reposición al culto de la efigie cristífera, la Cofradía de los Estudiantes volverá a tener este fin de semana a sus dos titulares en el templo de la calle Compañía, toda vez que la Virgen de Gracia y Esperanza también pasó por una intervención, en este caso, a cargo de Francisco Naranjo, quien se centró principalmente en la aplicación de una nueva encarnadura. El regreso de la Dolorosa se produjo a mediados del mes de diciembre, en los días previos a su festividad.
El Cristo Coronado de Espinas es una escultura procesional debida al escultor malagueño Pedro Moreira, realizada entre 1945 y 1946. Se trata de una imagen del Señor sedente, coronado con una gruesa corona de espinas que le oculta la frente, y con la cabeza girada a la derecha. Su mano diestra se monta sobre la siniestra, tras ser amarrado con una soga, y ambas se apoyan en las piernas. El faldellín tallado, color crema, deja ver el pie izquierdo en su integridad y los dedos del pie derecho. Pero lo que más llama la atención es el color verde de sus ojos, que le otorga un sello inconfundible.
A lo largo de la historia, el Cristo de los Estudiantes ha sufrido varias intervenciones. Así, se tiene constancia de un trabajo de repintado, debido al también escultor malagueño Pedro Pérez Hidalgo en 1978, una actuación del propio Pedro Moreira entre 1984 y 1985, y las restauraciones desarrolladas por María Teresa Real Palma en 2001 y Juan Manuel Miñarro, entre octubre de 2021 y enero de 2022.
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