
REDACCIÓN
Viernes, 20 de abril 2012, 17:01
El pasado mes de marzo, cuando el sol alcanzaba la radiación más intensa registrada desde 2003, un grupo de estudiantes de un instituto de California lanzaron al espacio un pollo de goma para estudiar los efectos del astro. Para ello, los jóvenes ataron al muñeco (al que llamaron Camilla) a un globo de helio y lo enviaron a una altitud de más de 36.000 metros de altura.
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Equipamos a Camilla con sensores que medían la radiación", afirmó Sam Johnson, uno de los estudiantes participantes en el experimento, que formaba parte de un proyecto de astrobiología.
"A finales de año, tenemos previsto el lanzamiento de algunas unas especies de microbios para averiguar si pueden sobrevivir en la frontera de la Tierra con la atmósfera. "Esto solo ha sido un vuelo de reconocimiento."
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