Secciones
Servicios
Destacamos
Las urnas hablaron y fueron rotundas y contundentes. El 28-M ya es historia y ahora, casi sin darnos siquiera un respiro, ya estamos metidos ... en otra campaña, la del 23-J, en una insólita maniobra de Pedro Sánchez que busca en la extraña fecha electoral un aliado, pero ya se sabe que hasta el rabo todo es toro y que en estos temas hay que dejar la carga pitonisa de unos y de otros, así que centrémonos en lo que ha pasado, que es incontestable, por mucho que algunos quieran hacer ver lo que no pueden.
En Málaga capital, donde el PSOE puso su mayor arsenal, 'Súper Paco' (título de la rotonda que publiqué en las municipales de 2019), ha arrasado y dado un verdadero repaso a sus rivales, que aún están sorprendidos, pero que no están dispuestos a la autocrítica y a reconocer sus errores en la campaña, que han sido muchos y variados: la izquierda, quizás dejándose llevar por las redes sociales, que son una parte ínfima de la opinión pública (que no la opinión pública), decidió hacer la campaña del catastrofismo, y ahí pincharon en hueso. Lo extraño es que nadie en el PSOE, ninguna de sus mentes brillantes, que las hay y muchas, le aconsejara a Dani Pérez que su mensaje, lejos de ilusionar alejaba a los votantes no afiliados: los malagueños están orgullosos de su ciudad, lo que no quita para que sean conscientes de que hay problemas, claro, y que hay cosas que corregir, también está claro, pero ni Málaga es un desastre ni una porquería, ni todo lo que se ha hecho está mal, ni se odia a los turistas, ni se quiere quemar en la mitad de la plaza a Moneo, ni todos los pisos turísticos son antros de ruina, ni ésta es una ciudad sin ley.
Esa fue la Málaga que describió la izquierda en campaña y especialmente el PSOE, y lógicamente su resultado fue demoledoramente negativo. A su izquierda, una confluencia electoral con el bagaje de un ministro (Garzón) que no ha movido un dedo por Málaga, y una ganadora de las primarias, que goza de muchas simpatías, derrocada por el 'dedazo'... Con este panorama 'Súper Paco' arrasó, y en la provincia, donde 'calcaron' la campaña, pues igual: estrellados. Lo extraño, repito, es que nadie en la izquierda lo advirtiera. Eso es lo que más sorprende, porque tampoco hay que ser muy lince para recordar la frase que dice más o menos «que sí, que puede que mi padre y mi madre tengan defectos, pero que nadie me los toque, oiga, nadie...».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Da a luz en la calle a la salida de unos cines de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.