El Museo del Grabado de Marbella desnuda al Viola creador y persona
Acoge la primera exposición monográfica de obra gráfica y pintura del artista en Andalucía
Marbella.Coincidiendo con el aniversario del nacimiento del artista hace 102 años en Zaragoza, el Museo del Grabado Español Contemporáneo (MGEC) inauguró ayer la primera exposición monográfica de obra gráfica y pintura de Manuel Viola que se monta en Andalucía a gran escala. La exposición que podrá visitarse hasta el próximo 7 de julio ocupa casi la totalidad de las salas de la pinacoteca de Marbella para mostrar la genialidad creativa de uno de los más populares integrantes del mítico grupo El Paso y, a través de fotografías y otros documentos originales, detalles poco conocidos de su azarosa vida digna de guión cinematográfico.
La exposición que reúne más de un centenar de piezas está comisariada por Javier Lacruz Navas, principal coleccionista prestatario de las obras de la exposición y autor de la monografía 'Manuel Viola. Entre la luz y la tiniebla', una de las más completas sobre el zaragozano hasta la fecha.
LA EXPOSICIÓN
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uTítulo 'Manuel Viola. Obra gráfica y pinturas'.
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uLugar Museo del Grabado. C/Hospital Bazán s/n. Marbella.
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uVisitas Hasta el 7 de julio, de martes a sábado. De 9.00 a 20.00 h.
Si la aportación realizada por Lacruz ha sido fundamental para montar esta singular muestra, no ha sido menos importante la ayuda del propio Rafael Canogar, cofundador de El Paso y patrono de la Fundación Museo del Grabado. El artista ha colaborado una vez más con la pinacoteca marbellí cediendo para la muestra la carpeta de litografías de El Paso editada por la galería L'Attico de Roma en 1960, cuando el grupo estaba a punto de disolverse.
Una joya que representa una rara avis «al encontrarse completa», tal como refiere el responsable del Museo del Grabado, Germán Borrachero. Contiene litografías del propio Canogar, Martín Chirino, Manuel Millares, Manuel Rivera, Antonio Saura y Viola -es patente la ausencia de Luis Feito, cuyo contrato con una galería de París le impidió figurar en la carpeta-.
Muy interesante es también la aportación que ha hecho a la exposición el Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos, institución dependiente de la Diputación Provincial de Zaragoza, que ha cedido las pruebas de estado previas a la edición de las 'Casidas'. Precisamente esta serie litográfica, obra cumbre de la gráfica contemporánea firmada por Viola en homenaje a Federico García Lorca, puede verse en la muestra junto a estampas sueltas y pinturas clave en la trayectoria del artista de Zaragoza.
Entre las pinturas fundamentales de la producción de Viola que exhibe el MGEC, destaca 'La Saeta', obra capital del informalismo español que determinaría su posterior ingreso en El Paso -el colectivo plástico más importante de la segunda mitad del siglo XX-, y que significaría su despegue como gran artista; o 'La isla de los muertos', pintura realizada sólo dos años antes de fallecer en 1987 y que ocupa un lugar principal en la última etapa del artista.
Esta ambiciosa exposición dedica también unos poco metros a la difusión del Viola antes de Viola, cuando era más poeta que pintor e ilustraba en Francia, país al que se exilió terminada la Guerra Civil española y donde permaneció una década. Se recoge así un dibujo de casi un metro cuya reproducción se incorporó a un artículo del grupo surrealista 'La Main à Plume'. Original y reproducción se rescatan para la ocasión. Los espectadores más curiosos caerán en la cuenta de que Viola firmó el dibujo como J. V. Manuel, uno de los muchos nombres que durante su periodo clandestino en Francia utilizó el artista, llamado realmente José Viola Gamón.
Iberia y La Ruperta
La muestra se dota asimismo de un apartado para ensalzar al hombre sobre el creador a través de documentación gráfica y textual, que revela, por ejemplo, su pasión por el flamenco; su referida afición a los seudónimos de la que deja constancia una carta que le dirigen bajo nombre falso; o sus argucias para permanecer en París gracias a un carné de estudiante becado pese a que no lo era.
«Manuel Viola tuvo una vida con mucha aventura y creo desde luego que fue uno de los artistas más conocidos de El Paso a nivel popular: llegó a pintar la carcasa de un avión de Iberia; Narciso Ibáñez Serrador le encargó un cuadro de la calabaza Ruperta para ofrecerlo como regalo en uno de los programas de 'Un, dos, tres'; y hasta hizo sus pinitos en el cine. Así que creímos importante incluir una parte referencial con fotografías y documentos originales que hablaran del Viola persona», explica el responsable del MGEC. Esta parte pequeña, pero curiosa y esencial de la exposición inaugurada en el Día Internacional de los Museos, complementa el bonito homenaje que le rinde el MGEC a uno de los protagonistas de la renovación artística de la España de la postguerra.
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