«El valor añadido del Club no es el deporte, sino la comunidad que se genera»

Bajo la filosofía de «crecer con el deporte», Real Club El Candado lleva casi 60 años ofreciendo a los malagueños actividades deportivas y de ocio a través de sus tres sedes con el objetivo de mejora constante, algo que ha incentivado su presidente, Manuel Calderón, desde que ocupase el puesto en 2018.

- El próximo año el Club cumple 60 años, ¿cómo ha evolucionado en este tiempo?

- Obviamente hemos vivido muchas fases a lo largo de estas casi seis décadas. Ahora estamos viviendo una fase ascendente y contamos con alrededor de mil familias socias, lo que supone casi 3000 personas. En lo referente a los servicios, históricamente el Club se compone de tres sedes que los definen claramente: la sede del Golf, donde se practica este deporte; el Puerto, en la que prima la actividad náutica tanto con la vela ligera como con el remo; y el Social, que además de ofrecer tenis y pádel, cuenta con piscinas y gimnasio.

- Una de las claves del Club es el arraigo que tiene entre sus socios, ¿cómo se consigue esto?

- El valor añadido del Club es la actividad familiar. El deporte realmente puede practicarse en cualquier gimnasio o espacio, pero aquí los socios realizan una actividad física en familia ya que la mayoría son padres que vienen con sus hijos y les van inculcando las disciplinas deportivas desde pequeños. A esto se suma el componente social que logramos a través de la hostelería y en el que juega un papel esencial Cervezas San Miguel, nuestro servicio de cerveza desde hace alrededor de 30 años.

- ¿Qué beneficios tiene para los socios?

- Desde el inicio de nuestra colaboración Cervezas San Miguel se ha incorporado al Club participando en todas las actividades, no solo en colaboraciones deportivas, sino en todos los eventos sociales que se desarrollan. Hay que tener en cuenta que creamos comunidad, por lo que se celebran comuniones, cumpleaños o aniversarios de nuestros socios. Y Cervezas San Miguel es un socio de viaje imprescindible en todo ese valor añadido que el club desarrolla a través de su hostelería.

- ¿Cómo es la oferta gastronómica que completa los servicios?

- Nuestra oferta gastronómica es muy amplia. Hacemos un esfuerzo para que la restauración esté al nivel que los socios y no socios esperan del Club. De hecho tenemos cuatro establecimientos: Restaurante El Candado Golf, con el chef Javier Hernández, en la sede de golf; Restaurante La Piedra en el social; La Taberna del Puerto, especializado en pescado, en el puerto; y el Candado Beach, más enfocado a eventos y celebraciones.

- También lleváis a cabo acciones de compromiso con el entorno.

- Sí, en los últimos cinco años se han creado dos proyectos, Candado Solidario y Candado Sostenible. Candado Solidario está orientado al desarrollo de actividades sociales como Candado con ellas, que vincula el remo y a las mujeres operadas de cáncer, y CanDown, en el que realizamos actividades náuticas con chicos y chicas con síndrome de Down. Además a lo largo del año se hacen eventos y campañas.

Por su parte con Candado Sostenible involucramos a los socios con campañas de concienciación medioambiental, haciendo jornadas de recogida de basura en las playas, por ejemplo. Además hemos hecho infinidad de cambios en el Club para mejorar nuestra eficiencia y sostenibilidad. De hecho el año pasado nos dieron un premio en el distrito en este sentido.

- El Club ha conseguido democratizar deportes como la vela o el golf, que antes eran más exclusivos.

- Sí, después de tantos años hemos conseguido acercar el deporte de la vela a la base, igual que el golf, a través de campañas de iniciación tanto para socios como para no socios porque cualquiera puede traer a su hijo a practicar con precios muy populares porque subvencionamos las escuelas, que no son rentables, pero merece la pena.

- ¿Qué momento vive Málaga a nivel deportivo?

- Málaga es un polvorín en todos los sentidos, turístico, social, gastronómico y deportivo. Es impresionante la espiral ascendente de los últimos años, y eso se nota en un club como el nuestro. Antes las familias se levantaban los fines de semana y se vestían para ir a comer, ahora vienen al club, practican deporte juntos y hacen vida. Es otra cultura totalmente diferente.