La Sociedad Gastronómica Viajera: el selecto club donde se viaja con el paladar sin salir de Málaga
Detrás de este viaje sin pasaporte están Antonio Fernández, alma máter del restaurante Araboka y apasionado embajador de la gastronomía, y José Luis Maireles, uno de los socios fundadores del establecimiento y creador de este concepto
El primer lunes de cada mes se viaja sin salir de Málaga. ¿Dónde? Concretamente en el restaurante Araboka. Allí se dan cita todos los socios de la Sociedad Gastronómica Viajera (SGV) para descubrir los platos y vinos típicos de algún lugar del mundo.
Detrás de este viaje sin pasaporte están Antonio Fernández, alma máter del restaurante y apasionado embajador de la gastronomía, y José Luis Maireles, uno de los socios fundadores de Araboka y creador de este concepto. Su propuesta es sencilla de explicar: viajar por el mundo a través de la gastronomía, sin levantarse de la mesa.
Todo empezó en 2016 con cinco socios apasionados por descubrir vinos y comidas de otras zonas geográficas. Ahí comenzó a fraguarse lo que hoy en día son más de 250 socios que se reúnen una vez al mes con el único objetivo de conocer y saborear nuevos productos.
La dinámica es siempre la misma: Antonio y su equipo eligen un país -o una región- como destino. Se lanza la convocatoria a través de un mensaje telefónico, se confirma la lista de pasajeros (o mejor dicho, de comensales), con un máximo de 100 asistentes y una lista de espera. Durante todo el mes se comparten pistas, sabores y guiños que despiertan la curiosidad. Finalmente, el lunes señalado se revela el menú inspirado en ese rincón del mundo, con elaboraciones y productos típicos, y una cuidada selección de vinos del país protagonista, pensados para lograr maridajes que sorprendan y emocionen.
Francia, Brasil o México ya han sido algunas de las paradas internacionales en esta ruta de sabores. Pero también se ha viajado por la geografía española, con escalas en Galicia, Asturias, Alicante o Cádiz, demostrando que no hace falta cruzar fronteras para vivir una experiencia sensorial extraordinaria. Sea cual sea el destino, el espíritu de la SGV permanece intacto: compartir, descubrir y disfrutar. Como bien dice Antonio Fernández: «Es fantástico celebrar la vida en torno a una botella de vino». Y eso es lo que se hace en cada reunión de esta Sociedad.
Cóctel en la terraza
La experiencia comienza en la terraza de Araboka, donde se sirve la primera parte del menú en formato cóctel. Un momento perfecto para socializar, brindar y abrir el apetito con pequeños platos. Después, los comensales se trasladan al salón, donde les esperan los platos principales y el postre, siempre elaborado por María García, de Candy Repostería Artesanal, quien piensa cuidadosamente en el dulce típico de la zona.
En ocasiones especiales, estas reuniones se acompañan de música en directo o espectáculos relacionados con la cultura homenajeada: mariachis para México, zambombas flamencas en Navidad... Cada cita es diferente. Incluso, en ocasiones que lo requieren, cocineros invitados se unen a la elaboración del menú para ofrecer una cocina a cuatro manos.
El mes que se viajó a Cádiz se pudieron degustar más de 60 referencias de vinos gaditanos: fino, fino en rama, amontillado, palo cortado, espumoso, palomino, baratillo, tinto, dulce y dulce de fermentación lenta. Todo gracias a la coordinación con proveedores, bodegas y productores que aportan su saber a esta Sociedad. En la mesa: chicharrón de Cádiz, papas «aliñás», atún de Tarifa, guiso con choco o lomo de retinto a la brasa. Todo un espectáculo.
La SGV se ha convertido ya en un referente gastronómico en Málaga y consigue algo poco habitual: que los lunes se esperen con ilusión.
El próximo lunes, el viaje es a Italia, tierra de vinos que son joyas en el mundo vinícola y de una gastronomía de tradición familiar. Ya estamos deseando conocer el menú.
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