De los huevos benedict al lomo en manteca: nueve lugares para hacer 'brunch' en Málaga

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Si hablamos de 'brunch' en Málaga es ineludible este concepto que puso en marcha Lydia Nieto hace ya ocho años, cuando aún muchos casi ni sabían lo que era 'brunchear'. El objetivo no sólo era implantarlo, sino también romper con la idea de que era solo para las mañanas del fin de semana. Con esta filosofía ha ido creciendo hasta multiplicar sus locales tanto en el Centro como dando el salto a otras ciudades como Madrid, Alicante o Palma de Mallorca, llegando ya a nueve en total. La previsión es abrir al menos 25 entre España y Portugal antes de 2025. Siempre proclamando una corriente de alimentación saludable, con productos de temporada, panes artesanales, café de finca y ecológico. En un entorno informal, distendido, cosmopolita, divertido... Con imperdibles como los 'vengan pancakes' (con plátano asado, fresas y arándanos), la tortilla rellena de queso fundido o los huevos benedict en sus tres versiones (vegetarianos, con pavo o con salmón ahumado).

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Tampoco podía faltar el 'brunch' en este coqueto rincón que capitanea Raffaella Panico desde hace tres años en la calle Carretería y que acaba de ampliar al local de al lado gracias a su buen hacer y sus productos caseros. De su obrador salen tanto dulces napolitanos y americanos como sus rebanadas gourmet, el pan con harina biológica italiana (con una parte de harina con semillas de chia y grano saraceno) y los panecillos para hamburguesas y huevo benedict, uno de los reyes del 'brunch'. En este caso, además, se puede pedir en cruasán, que elaboran ellos mismos y que se ha convertido en la estrella de una carta donde tampoco tiene nada que envidiar el huevo Caramello Salato con salmón o el huevo de montaña con trufa, setas y patatas. Cuenta además con opciones para personas que sigan dieta sin gluten, vegetariana, keto o vegana.

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Café de especialidad, bagels, tartas caseras y tostadas son los platos fuertes de este acogedor local de la calle Panaderos, donde se deja libertad al cliente para hacer su propio 'brunch'. Su pan, elaborado con masa madre y harina ecológica, combina con una gran variedad de propuestas, desde los clásicos huevos benedict con pan brioche hasta la tostada francesa con nata mascarpone y frutas de temporada. Si les gusta el salmón, no se pierdan la propuesta con aguacate, queso feta y queso crema, con la opción de añadir huevo pochado para redondearlo. Y si prefieren algo más tradicional, tienen tanto en tostada como en bagel el jamón ibérico con aguacate. También ofrecen distintos tipos de zumos y bol de yogur con fruta fresca y granola.

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Una vez asentado en la calle Carretería como un paraíso para los fans de las tartas de queso, Ricardo Álvarez ha querido aportar también su granito de arena al 'mapa brunch' de Málaga con una personal propuesta que, como pueden imaginar, está centrada en el queso. De ahí el título con el que lo han bautizado: 'Cheesy brunch'. Ahumado, pecorino, parmesano... Con pan de masa madre, ya sea en forma de tostadas o bocadillos, así como focaccias, pan cristal, cruasanes o bagel. Se puede elegir entre una amplia variedad, por ejemplo, la focaccia trufada, la barra de jamón serrano con queso ahumado o el panino cristal con pistacho y pecorino, que recuerda a una de sus tartas estrella. Pues bien, quien quiera hacer su 'brunch' tiene la posibilidad de escoger entre las opciones de pan y completarla con café de especialidad, zumo de naranja y mini bol con yogur. Eso sí, ya que están por allí, lo suyo sería ponerle un postre a ese desayuno-almuerzo con alguna de sus más de veinte variedades de tartas de queso.

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Uno de esos sitios con más ADN malagueño para 'brunchear' en el Centro. Pan de Alhaurín, molletes de Antequera, aceite de Sierra de Yeguas... Mucho kilómetro cero y hasta lomo en manteca. Aunque, todo sea dicho, sus huevos benedict son unos de los más aclamados en la zona, con una base de mollete con pesto, jamón serrano y aguacate o salmón y aguacate, incluso con patatas fritas o ensalada. Al fin y al cabo, este plato es la especialidad de las hermanas Azahara y Violeta Rabasco, que hace apenas tres meses se mudaban definitivamente del pequeño local de la calle Nosquera a uno más grande en Ollerías sin perder un ápice de esa filosofía que se esconde tras su nombre desde hace ya casi siete años: (Des)ayuno-(al)muerzo. Su traducción del 'brunch'. No son pocas las propuestas que sirven, desde los platos combinados –entre los que se encuentra el María Montes con el mencionado lomo en manteca– hasta los diferentes tipos de tostas de pan de centeno y los cruasanes (ojo, hay uno con huevos benedict). Para los amantes del café, además, tienen una variada carta que lleva la firma de Artisan Coffee.

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Basado en un concepto de comida real, evitando procesados y recurriendo en la medida de lo posible a productos ecológicos y kilómetro cero, Lorenzo García apostó en 2017 por el 'brunch' y el desayuno y seis años después siguen llevando el peso de la carta. Tanto que han ampliado a un segundo local. Eso sí, en el original de Strachan podemos 'brunchear' todo el día. Café de especialidad, smothies y zumos de fruta natural, diferentes tipos de panes, bio bols y crepes destacan en su carta, donde sorprende además la variedad de huevos en cacerola (la clara queda cuajada y la yema, para mojar pan).

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Siempre le ha gustado a Rocío Sánchez el 'brunch'. Como desayuno fuerte o comida temprana ya sea por viaje, por trabajo o por simple placer de fin de semana. Evidentemente, en su carta, también tenía que estar presente con varios menús a escoger. Todos con zumo de naranja natural más café, infusión o cacao y bol de yogur griego con fruta de temporada y granola casera, y ya añadidos según gustos: una opción del obrador y una cookie de chocolate; huevos benedict o revuelto, cookie o tartaleta y el plus del vermú, copa de vino o cava; y el llamado Festival, que ya pueden imaginar por el nombre que incluso pueden llegar a la noche más que satisfechos porque ofrece, además de la base común a todos, una tabla con selección de queso, embutidos, huevo mollet, ensalada Nilsson, panes y degustación dulce, redondeando con vermú, copa de vino o cava. Se nutren en buena medida del cercano mercado de Atarazanas. El sabor casero es su fuerte, con producción propia. Todo es apetecible en su carta, pero si tienen oportunidad, no se pierdan el gofre con tortilla de patatas ni la shakshuka de calabaza y berenjenas. También tienen desayuno inglés y una amplia variedad de crepes, tortitas y dulces en este rincón tan cuqui como jugoso para todos los públicos y dietas. Además, cuenta con ludoteca y buenas propuestas de merienda durante los meses de invierno.

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No sólo de cereales viven en este rincón del Soho que atrae a diario a los más golosos. Es su especialidad, y los hay de un sinfín de sabores, texturas y colores, pero en The Cereal Boom también podemos encontrar un buen número de elaboraciones dulces y saladas para desayunar, comer, merendar y, por supuesto, 'brunchear'. Para ello, cuentan con sus propios 'combos' en carta. En ellos, además de las típicas tostas, huevos revueltos, crepes o cruasanes, obviamente hay una opción que incluye sus famosos cereales y otras más contundentes hasta con hamburguesa o pizza.

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Cerca de la mitad de la facturación de este nuevo proyecto se debe al 'brunch', de ahí que Nico Abatino haya decidido poner cada vez más el foco en este concepto del que presenta distintas alternativas de menú que ha ido ampliando vista la demanda. En todas las opciones hay una base similar: café o té y zumo de naranja y a partir de ahí varían entre tosta, galleta, yogur con granola y fruta, media luna o bizcocho. Por supuesto, entre los ingredientes no faltan los huevos revueltos, el salmón y el aguacate, del que pueden llegar a consumir cerca de 20 kilos al día. Y es que además de que el menú 'brunch' estrella es el que incluye la tosta de aguacate con huevos revueltos y tomate cherry, Mala Leche permite también la posibilidad de comerlo entre sus ensaladas y bocadillos. Crepes dulces o salados, bols de yogur griego, tartas y bizcochos son otras de las propuestas de la carta de este local de raíces argentinas que nacía hace apenas ocho meses con la intención de ofrecer «un café rico y una buena experiencia» jugando de forma irónica con el nombre. También tiene opciones veganas.