Goiko Grill: la clave está en la carne

Ellos dicen que su ingrediente secreto es su staff, camareros y cocineros que derrochan pasión y ganas de hacer disfrutar con su trabajo. Pero emplear productos de cercanía, frescos y de calidad, y tener un estilo atractivo y desenfadado, también ayuda.

Buen producto, trato cercano y una marca cuidada han hecho que Goiko Grill haya crecido desde la pequeña hamburguesería situada en la madrileña calle de María de Molina, a los treinta restaurantes con los que cuenta en las principales capitales españolas.

«No hemos bajado la calidad en desde que abrimos. Somos tan buenos como la última hamburguesa que sale de la parrilla» sentencia Andoni Goicoechea, un médico venezolano de ascendencia vasca que cambió la bata por el delantal para crear este proyecto de hamburgueserías gourmet, que busca la excelencia en calidad y servicio.

Para ello cuenta con el mejor aliado posible: la materia prima. En Goiko Grill usan cortes de carne de origen español frescos («sin congelar», insisten), que pican y cocinan a diario. También elaboran cada día en los propios restaurantes las patatas, las salsas, y doran los panes que realizan para ellos una panificadora artesanal.

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Todo ello para dar forma a una carta formada por una selección de entrantes tradicionales (alitas de pollo, nachos, palitos de pollo, aros de cebolla o Teques, la versión venezolana de los palitos de mozzarella) y una amplia variedad de hamburguesas. Con el denominador común de la innovación y la contundencia, las propuestas van desde lo tradicional, como su famosa Kevin Bacon con carne picada mezclada con bacon, cebolla crunchy y queso americano; a homenajes a sus raíces como Aita (papá en euskera) con queso Idiazábal, tiras de pimiento del piquillo y aceite trufado; o Camburger, con plátano dorado, emulsión de Ron Santa Teresa y una rodaja de queso de cabra al grill; entre muchas otras. Además cada local cuenta con su propia hamburguesa exclusiva, que en el caso de Málaga es la Mulata, con queso Ardiona, rabo de toro, setas estofadas, salsa de carne, chips de vegetales y lechuga batavia.

Y aunque no es el restaurante ideal para aquellas personas que cuenten las calorías, Goiko Grill ofrece opciones un poco más ligeras con sus bowls de ensaladas o pollo thai.

Los más valientes (o previsores) podrán poner la guinda a la velada con postres como el Baticrumble, con bizcocho de canela, manzana cocida, pedazos de galleta de canela y avena con 2 bolas de helado de vainilla; o el Chunky Doughy, con trozos de brownie, helado de vainilla, sirope de caramelo salado y cookies de chocolate. Un menú para disfrutar sin pensar en los propósitos del nuevo año.

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