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La remontada de Fabrice Olinga
El exmalaguista, récord de precocidad en LaLiga, busca reactivar su carrera a sus todavía 23 años. Recuperado del calvario vivido tras su precipitada salida del Málaga en 2014 y asentado en el Mouscron belga, reflexiona en SUR sobre su 'nueva' vida
Fabrice tiene 23 años, pero habla como si ya tuviese 30. No tiene reparo en comentar con naturalidad todos los adjetivos que le han ido etiquetando los últimos años. Que si 'juquete roto' o 'promesa acabada'. El que aún sigue siendo el goleador más joven de la historia de la Liga presume de haber enderezado su vida y ya sólo conserva recuerdos bonitos de su convulsa adolescencia. «Nadie me va a quitar todo lo que he vivido para bien o para mal», reflexiona para SUR con un tono filosófico Fabrice Olinga (12-05-1996, Camerún) cuando reconstruye en su cabeza el famoso gol que anotó en el estadio Balaídos ante el Celta con 16 años y 98 días.
Fue un tanto que le dio la victoria a un Málaga con Isco, Toulalan, Joaquín o 'Willy' Caballero (que tuvo una actuación excelsa en ese partido) en la primera jornada de la temporada 2012-2013. El club malaguista ya tenía problemas económicos, se había desprendido de Rondón y Van Nistelrooy, y aún no habían llegado ni Saviola ni Santa Cruz. Por eso el técnico chileno obedeció las recomendaciones del director de La Academia en ese momento, Manel Casanova, y se llevó a un imberbe Fabrice en la convocatoria sin saber que acabaría haciendo historia. Ni la extraordinaria aparición del barcelonista Ansu Fati ha batido el récord del que era canterano malaguista, y que con 15 años ya fue mandado a jugar con el juvenil.
Vídeo de un gol histórico
¡Un GOL para la HISTORIA!
LaLiga (@LaLiga) August 18, 2018
📅 ¡#TalDíaComoHoy, en 2012, Fabrice Olinga se convirtió en el goleador más joven de #LaLigaSantander! ⚽👶
⏰ #LaLigaHistory ⏰ pic.twitter.com/OmHYulgND6
«He echado cabeza»
Casanova lo fichó del Mallorca, donde llegó con 12 años procedente de Camerún a través de la Fundación de Samuel Eto'o, con el que Fabrice aún conserva amistad. «Tuve la suerte de conocer a Manel Casanova, un señor al que he querido mucho (que descanse en paz). Él me dio la oportunidad de salir del Mallorca y crecer», precisa Fabrice desde Mouscron, su ciudad desde hace ya cuatro años. Allí encontró el botón de pausa a una frenética ruleta rusa que le llevó por cinco equipos (y países) diferentes en apenas año y medio en mitad de una inconsciencia embriagadora que lo devolvió a la casilla de salida en el mundo del fútbol después de hasta llegar a debutar con el Málaga en la Champions (en la fase previa ante el Panathinaikos).
Así fueron sus últimos cincos años
Enero de 2014. Del Málaga al Apollon Limassol chipriota por 500.000 euros. Un día después se fue cedido al Zulte Waregem belga.
Febrero de 2015. Fue traspasado al Sampdoria italiano.
Junio de 2015. Se marcha cedido al Viitorul de Rumanía.
Agosto de 2015. Ficha por el Mouscron.
Enero de 2018. Renueva hasta junio de 2021, por lo que cumple cinco temporadas en el Mouscron. Y hasta la actualidad.
«Todo lo que me pasó, por fortuna, me pasó siendo muy joven. Yo sé que tengo calidad y capacidad para acabar en un buen equipo donde pueda demostrar que tengo un nivel alto. Tengo claro que debo seguir trabajando. Hace dos años que no me lesiono porque he echado cabeza y me he concienciado de que tengo que aprovechar la oportunidad. Era algo que antes me daba igual cuando estaba en países raros y se me quitaron las ganas de jugar y estaba cada dos por tres lesionado», reflexiona el camerunés, quien ya ha archivado la etapa más negra de su vida, precipitada por un extraño traspaso del Málaga al Apollon de Chipre en 2014.
Fue tan raro que hasta apareció en una publicación de archivos secretos de 'Football Leaks', donde se denunció que había sido víctima de la codicia de su representante. El famoso intermediario es Pini Zahavi, que entre otras 'proezas' estuvo envuelto en la llegada de Neymar al PSG. «Pero yo no soy Neymar», corta Fabrice, que prosigue: «Yo no puedo ofrecerle una transferencia de 200 millones, y a pesar de eso me ayuda siempre que le necesito. Si fuera tan malo no seguiría en mi vida», aclara el exmalaguista, matizando que no es su agente oficial porque «a estas alturas no pienso en firmar con una agencia», pero sigue asesorándolo.
«Nunca quise irme del Málaga»
Y cambia de objetivo cuando habla de su salida de la entidad de Martiricos: «El Málaga tuvo mucha culpa porque recuerdo que Vicente Casado en ningún momento me explicó lo que había firmado. Eché en falta que alguien del club me hubiese dicho si estaba seguro de lo que iba a firmar. Yo pensaba que me iba cedido. El mismo Schuster me dijo en ese momento que me vendría bien la cesión para tener minutos e ir al Mundial (al final acabó siendo convocado por Camerún para Brasil 2014). Me di cuenta de que me iba traspasado a Chipre cuando desmentí un 'tuit' sobre el tema. Nunca habría firmado para irme traspasado. Pero, bueno, eso ya es pasado. A estas alturas ya me da igual lo que pasó», se sincera al tiempo que transmite perdón y positivismo el ahora '7' del Royal Excel Mouscron, un equipo de media tabla en la Pro League de Bélgica.
Allí lleva dos goles (uno en Copa y otro en Liga) en 15 partidos, 13 de ellos como titular. «Aquí en Bélgica estoy muy tranquilo. No puedo decir que esté triste, pero estoy bien, feliz. Estoy con mi familia, mi hijo de dos años, que está creciendo muy rápido», cuenta contenido hasta que desvela su inconformismo.
«Pero también siento que ha llegado el momento de poder dar un salto a otro club. Empiezo a aburrirme en esta Liga. Tengo algunas propuestas, pero ya no voy a ir a cualquier sitio. Tengo aún 23 años, aunque parezca que ya llevo una carrera de diez años, y conservo el potencial para poder acabar en un buen club. Ahora mismo no tengo nada concreto, pero me gustaría volver a España. Aquí tengo contrato hasta 2021, pero mi intención es salir», explica con detalle, razonando que entre otras cuestiones no está del todo cómodo con su rendimiento: «Mi mejor posición siempre ha sido de segundo delantero, pero, como tengo facilidad para el regate y las salidas con potencia, en el Mouscron me piden que me pegue a la banda. Eso realmente a mí no me gusta mucho. Pero, bueno, ahora sigo aprendiendo y creo que la suerte que no he tenido antes me va a llegar», se despide Fabrice, pero sin antes acordarse de sus lazos aún con Málaga: «Guardo contacto con Juanpi y también con Mula, que hace poco fue padre y su situación es muy difícil porque no puede jugar. Veo con pena al Málaga pero seguro que saldrá adelante; el fútbol necesita de él», termina, como durante toda la conversación, transmitiendo positivismo.
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