El Málaga, ante otro cambio de ciclo

Con el compromiso de esta noche se cierran ciclos muy claros, como es el caso de la marcha del entrenador, Sergio Pellicer, uno de los hombres clave para que el proyecto malaguista haya llegado a buen puerto las dos últimas campañas, pero también parece que se pondrá fin a otros que resultaron angustiosos en determinados momentos. Tras superar un nuevo curso de transición, el equipo blanquiazul seguirá siendo austero el ejercicio que viene, pero menos que hasta ahora. Es previsible que la sanción de LaLiga se levante y la plantilla pueda disponer de más jugadores. El sufrimiento por una posible alineación indebida por no disponer de profesionales suficientes puede pasar a segundo plano, si bien el Málaga mantendrá su puesto, en principio, entre los más pobres del fútbol profesional.

Sin descartar ninguna opción

Será el momento de, pese a las carencias económicas, pensar de una forma más clara en estar en la zona media-alta de la clasificación, sin tantos contratiempos que afecten al equipo y con algo más de dinero disponible. Sin descartar ya ninguna opción, aunque los números no darán más que para buscar la salvación como principal objetivo. Habrá nuevo entrenador, dejando atrás el periodo más difícil del equipo blanquiazul de la última década. Pellicer se va completamente agotado tras un año y medio impresionante de trabajo en el campo y fuera de él (afectado por la destitución de Víctor, la intervención del club, la llegada de la pandemia y el parón del campeonato, el ERE a ocho jugadores, además del de los otros empleados...).

El entrenador malaguista dejará paso a José Alberto López en el banquillo, lo que supondrá el arranque de una nueva etapa, con una referencia distinta, unas costumbres diferentes, si bien el perfil de ambos tampoco es tan dispar. Pero el cambio de ciclo se ampliará a un grupo importante de jugadores que dejarán el equipo blanquiazul por distintas circunstancias. Unos finalizan contrato, otros sólo están cedidos y también habrá que tener en cuenta quienes salgan sin que esté ahora previsto, como puede ser la venta de alguno de los futbolistas comprometidos para la campaña que viene (Luis Muñoz y Juande son los dos jugadores por los que más se han interesado hasta este momento otros clubes).

Todo hace indicar, asimismo, que será el último encuentro que se juegue en La Rosaleda sin público. Desde el domingo 8 de marzo del pasado año todos los encuentros se han celebrado a puerta cerrada, sin espectadores, algo difícil de digerir para los seguidores y también para los futbolistas, que siempre reclamaron la presencia de la afición como apoyo para conseguir los objetivos deportivos. Parece claro que en el arranque de la próxima Liga, a mitad de agosto, el campo podrá poblarse de nuevo con un número de personas que ahora se desconoce. Pero siempre que la pandemia siga remitiendo...

Y todo ello en un partido de fútbol, en un choque de Segunda que repartirá los puntos habituales y en el que el Málaga se juega estar mejor clasificado, lo que también supone sumar algo más de dinero en los derechos de imagen. Pellicer dispone de numerosas bajas y tendrá dificultades para confeccionar un once compensado, como casi todas las semanas. Echará de nuevo mano de los canteranos en un choque especial para muchos futbolistas y también para él. Finaliza hoy un ciclo y mañana mismo arrancará otro nuevo con características comunes, pero seguramente con importantes novedades...