El Málaga, ante el partido más determinante de la temporada

Se avecina una jornada de contrastes, de emociones fuertes, porque la película puede cambiar drásticamente para los malaguistas y amenaza con marcar lo que queda de campaña. Habrá euforia con una victoria que supondría recortarle tres puntos de una tacada al rival a batir en este momento, y además se leería como una demostración de poderío con la que los seguidores blanquiazules recuperarían la ilusión por el ascenso directo, que tras la pasada derrota en Ceuta se diluyó.

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En cambio, una derrota, o incluso un empate, provocará resignación. De perder significará quedarse a trece puntos del primer clasificado, una distancia muy acentuada por mucho que resten otras 18 jornadas por disputarse. Así que sobran los ingredientes para que se viva un partido de alto voltaje en La Rosaleda. La expectación es máxima y se espera una gran entrada en el estadio. El club ha tomado medidas extraordinarias, como permitir la cesión del abono infantil para asistentes adultos debido al horario del encuentro, y también ha preparado un mosaico blanquiazul propio de las grandes citas que lucirá a la salida de los equipos antes que suene el pitido inicial.

Ambos equipos han preparado el enfrentamiento como una final adelantada. Esperan que se juegue a la máxima intensidad posible y que no haya prácticamente tregua. El Castellón es sobradamente conocido por su ímpetu a la hora de atacar, acumulando una gran cantidad de jugadores en el área rival, pero el Málaga se siente preparado para aguantar los envites y la consigna es responder con más agresividad.

El preparador malaguista, Sergio Pellicer, tiene claro que ante un Castellón que es el equipo que más faltas hace de la Liga hay que darle de su propia medicina para imponerse. Por esto se consideran especialmente importantes las bajas del central Nelson y el centrocampista defensivo Genaro en el Málaga, los dos perfiles potentes en el cuerpo a cuerpo y ausentes por sanción. Y a estas ausencias se unió recientemente también la del medio Juanpe, que sufre una nueva lesión muscular.

Aunque para la brega, el Málaga ha recuperado de imprevisto al extremo Kevin, quien ha forzado para estar en este trascendental encuentro. Se perdió el anterior encuentro ante el Ceuta y estaba previsto que fuese baja entre dos y tres semanas, pero está de vuelta en sólo una. Ahora la duda es si sería arriesgar demasiado que reaparezca directamente en el once titular. Es una pieza clave para el técnico, ya no sólo en el ataque sino también en labores defensivas, pero lo más seguro es que parta desde el banquillo porque sólo ha realizado tres entrenamientos con el grupo durante la semana. Sin embargo, en la última sesión de ayer tuvo muy buenas sensaciones.

Se prevé un duelo de muchos golpes, de un ida y vuelta constante entre ambos equipos, así que la opción de que Kevin entre más tarde como revulsivo encaja en el posible plan de partido malaguista. De inicio todo apunta a que los blanquiazules van a apostar por una formación con todos sus jugadores más veteranos, como Manu Molina o Dioni, que fueron suplentes la nefasta jornada anterior. En definitiva, la plantilla del Málaga asume este duelo ante el Castellón como una reválida para dar un golpe sobre la mesa cara a la segunda vuelta y tras comenzar 2024 con empate y derrota.