Hoy puede ser un gran día para el Málaga

Será el último partido del Málaga de la temporada, en la que se juega todo. El definitivo, el que abrirá las vacaciones veraniegas… Con todo en juego, la gloria de regresar al fútbol profesional y olvidarse de una temporada que no debió existir o, por contra, mantenerse, al menos, otro año más en el 'infierno', en la tercera categoría. Deberá afrontar el envite final a domicilio, con todas las condiciones y el ambiente adverso, pero el equipo de Sergio Pellicer no suele fallar fuera y, además, dispondrá de una importante representación de malaguistas en las gradas, con más de medio millar (pudieron ser miles si el Nástic dispusiera de más asientos para los visitantes).

En su partido de la temporada, el Málaga llega en óptimas condiciones, mentalizado para el objetivo, en una buena dinámica y con ventaja en el marcador, aunque esta sea mínima (2-1 en el choque de ida). La eliminatoria se completará con este choque de Tarragona, la vuelta, en el que al equipo blanquiazul le vale con el empate para ascender. Cualquier marcador que no sea una derrota en el Nou Estadi supondrá el buscado éxito de los hombres de Pellicer. Un marcador negativo, si es por un gol de diferencia, igualaría la eliminatoria y la llevaría hasta la prórroga. Si persistiera la igualada entre los dos partidos tras el periodo añadido, el Nástic subiría por disponer de una mejor clasificación en la competición regular.

El Málaga no sólo estará acompañado en el campo del Gimnástic por sus seguidores, sino que se desplazaron ayer las autoridades, componentes del club y la plantilla al completo, sin convocatoria. Es un día muy especial, pues representa la gran oportunidad de cambiar el rumbo tras el desastre de la temporada anterior. Son horas de nervios y emoción por parte de los aficionados en busca de una nueva sonrisa que pueda borrar la tristeza acumulada en los últimos años, desde que el cuadro de Martiricos bajó de Primera de una manera también incomprensible, sin corresponderle más que por una mala gestión.

Hoy puede ser un gran día, aunque para ello será necesario que el Málaga aguante, al menos, el empate. El equipo, sin embargo, no planteará el encuentro en busca de esta igualada suficiente, sino que su objetivo se centrará en mostrar su jerarquía en todos los órdenes. Pellicer ya ha confesado que sus jugadores no podrán entrar en provocaciones en lo que se prevé como una 'encerrona', en un permanente ambiente hostil e incómodo para los blanquiazules. El oficio y la experiencia de sus jugadores será clave para alcanzar el éxito, pues el Gimnástic intentará utilizar todos los resortes para llevarse el ascenso, que se quede en casa.

El Nástic ya empezó su estrategia de la final con la pérdida de tiempo, entre otras cosas, en el choque de ida, aunque no le funcionó del todo. Utilizando el victimismo y buscando la polémica. Para que el partido transcurra por los cauces de la deportividad y la justicia, la clave será el colegiado del encuentro, que no se deberá amedrentarse con la presión y el fuerte ambiente.

Sobre el campo, en cuanto a la alineación, poco importa en este momento. Estarán los mejores, los que componen la base del equipo. No se descartan nuevos retoques, como casi siempre, para adaptarse a las nuevas circunstancias y a la estrategia que Pellicer quiera aplicar en el encuentro. Ahora sí que no habrá tiempo para rectificar, lo que obligará a todos a mantener la máxima concentración, evitando errores o acciones complejas que puedan suponer imprecisiones. Este sábado de junio puede ser un gran día para el Málaga. A ver.