Añón: «El Málaga no tiene una cabeza visible que sea un hombre de fútbol»
El exblanquiazul analiza la situación del club desde fuera y con perspectiva: «El director deportivo no puede ejercer de presidente», opina
Con motivo de la realización de un reportaje sobre su nueva aventura laboral en este periódico, Juan Carlos Añón valora desde fuera y con ... perspectiva la situación del Málaga más allá de los últimos acontecimientos. Alrededor de 35 años en el club le avalan para ofrecer su visión sobre el momento de la entidad. Entiende que lo que se ha visto en los últimos meses en el campo es fiel reflejo de las carencias de la entidad. A pesar de estar centrado en su trabajo con el FC Málaga City, al que tiene cerca de ascender a Tercera RFEF, no pierde de vista al equipo de su vida.
«Cuando un club está intervenido no existe una cabeza visible que sea referente del club, el que exija y sirva de espejo donde mirar. El Málaga no tiene ahora mismo una cabeza visible que sea una persona de fútbol. Quién está dirigiendo el club no lo es. Y no es que no haya sido jugador antes. Hablo de una persona de fútbol que sepa hablar o mimar a los jugadores», destaca Añón, reconocido por ser segundo entrenador con Joaquín Peiró y técnico del filial malaguista en Segunda.
«El administrador está para otras cuestiones de salud económica y mejorar todo el tema financiero. En eso es un gran gestor, pero el fútbol no es una fábrica o una empresa al uso. Al faltar esa referencia todo va cayendo, una cosa detrás de otra. Existe la figura del director deportivo, pero este no puede ejercer como presidente. Les pasa a muchos en el club, que se ven obligados a hacer cosas que no son su cometido. Es un poco complicada la situación del Málaga y quizás el equipo sea un reflejo de cómo está el club. Está todo relacionado», opina el exblanquiazul.
Fiel a una idea
Este análisis se produce antes del fichaje de Pablo Guede, por lo que intenta ofrecer una idea global sobre la problemática meramente deportiva. «Lo primero que haría es asegurarme de que el grupo de jugadores están con su entrenador y su idea de juego. Si esto no existe ocurre que se jugará desde la más absoluta desconfianza. No hay mayor fortaleza para un equipo que tener una idea e ir hasta el final con ella, con convencimiento y pese a los resultados», propone Añón.
Y pone un ejemplo popular. «Salvando las distancias, el Málaga de Pellegrini estaba de los últimos puestos en sus inicios, pero logró que todos fueran con su idea y consiguió que los resultados acabasen llegando. Lo que no se puede hacer es cambiar la forma de jugar de un día para otro. Con eso el jugador no atina y se ve desorientado», simplifica antes de acabar con su breve exposición de una manera positiva y optimista. «Creo que hay equipo suficiente. lo demostraron al principio de temporada jugando en casa. Entiendo que si se les da una idea concreta pueden llegar a realizarla», finalizó.
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