La nueva ilusión de Añón al frente de la revelación en el fútbol provincial
El exmalaguista siente que está viviendo una de las mejores temporadas de su vida como técnico en el excéntrico FC Málaga City, al que tiene muy cerca del ascenso a Tercera RFEF
Saber renovar ilusiones es el motor para no desistir de una pasión o una forma de vida tras una decepción o un fracaso. En el mundo del fútbol es una máxima y funciona como correa de transmisión, a veces tan corta como unos días. El combustible es la ambición de volver a triunfar, un concepto amplio. Sobre todo esto reflexiona Juan Carlos Añón a sus 58 años, con un largo historial de sinsabores y otros momentos dulces en su carrera como jugador y luego como técnico, sobre todo en el Málaga, club al que estuvo vinculado alrededor de 35 años en varias etapas distintas.
Añón recuerda su trayectoria con perspectiva y la paz mental que le aporta su último proyecto. «Creo que no he tenido mucha suerte en mi carrera. Quizás no estaba lo mejor preparado posible, aunque tenía mucha experiencia. Creo que ahora estoy sacando de mí todo lo que llevo dentro de lo aprendido y vivido todo este tiempo. Me siento realizado como primer entrenador. Estoy disfrutando», reflexiona en un encuentro con SUR. La razón de su idilio es el excéntrico Málaga City, un rara avis en el panorama provincial que se ha convertido en la revelación de la temporada en División de Honor y tiene muchas opciones de ascender a Tercera RFEF.
Se trata de un equipo que es punta de lanza de una academia internacional que empezó a operar hace una década en la Axarquía con apenas una docena de jugadores y se ha convertido en un destino para más de 100 aspirantes a futbolistas llegados desde todos los continentes. La mayoría de ellos no pueden ser federados por edad (la ley impide la migración de menores por motivos exclusivamente futbolísticos para evitar el mercadeo), pero sus familias invierten en formación mientras se preparan para una oportunidad de competir.
25 euros por victoria
Con el fin de facilitar esta evolución, la Málaga City Academy inscribió varios equipos en las categorías federadas más bajas hace unos años y ahora ya tienen a un primer equipo muy cerca de una Liga semiprofesional y en el que Añón se ha convertido en un referente del proyecto. Un éxito para el fundador George Jermy, un exjugador profesional con alma de empresario que ha conseguido desarrollar su idea fusionándose con personas del fútbol malagueño. También tiene en su nómina en otras funciones a Catanha, reconocido exdelantero del Málaga.
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«Me siento valorado y querido. Eso lo es todo para un profesional. Está siendo uno de los mejores de mi vida como entrenador, sinceramente», estima Añón, quien habla con cariño de su actual plantilla. Muy diferente de otras en las que ha trabajado desde que era segundo técnico con Peiró en un Málaga añorado. También fue primer entrenador del histórico filial que estuvo en Segunda A. «Mi equipo actual es muy joven y se compone de jugadores de la Academia que ya tienen 18 años y cuentan con nivel, y otras incorporaciones de jugadores que terminaron su etapa juvenil en Granada, Málaga y Almería y que han quedado fuera del radar de otros clubes, pero que han competido siempre en las categorías más altas de la base. Y ninguno de ellos tiene un sueldo. A los chicos sólo les ofrecemos una beca de alojamiento y una pensión alimenticia», explica. El único ingreso extra para estos futbolistas es una prima de 25 euros por partido ganado, algo que ha provocado que se rompa la previsión del presupuesto. El club no esperaba ni de lejos esta temporada.
«Es excitante porque nadie podría pensar que estaríamos ahí, ni nosotros mismos. Competimos con equipos con mucha trayectoria dentro del fútbol andaluz en Málaga, Jaén, Granada y Almería y que han tenido buenos años en Tercera o Segunda B. Y ahí estamos a pesar de ser un recién ascendido», valora sin echar las campanas al vuelo sobre un muy probable ascenso, marca de la casa. Lo cierto es que lo tienen de cara a falta de once jornadas. Han ganado a rivales directos y son segundos a dos puntos del líder, el Estepona, y con ocho de ventaja sobre el tercero, el Maracena.
«Ahora mismo el Málaga no tiene una cabeza visible que sea referente, exija y sirva de espejo», analiza Añón, siempre pendiente del club donde pasó 35 años
«Tenemos una plantilla corta y no podemos tirar de un filial. Hay que cuidar muchos aspectos para que la gente no se desgaste. No teníamos presión, pero ya se empieza a notar porque al vernos ya arriba queremos alcanzarlo. Pero me siento bien con los jugadores, el método y la propuesta», concluye ilusionado y con optimismo. En la conversación con Añón es inevitable hablar del Málaga, del que salió por última vez tras la irrupción de la pandemia. Analiza la situación del equipo y el club con una visión más panorámica. Entiende que lo que se ve en el campo es fiel reflejo de las carencias de la entidad.
«El Málaga no tiene ahora mismo una cabeza visible que sirva de referencia. Quien está dirigiendo el club no es una persona de fútbol. Y no es que sea necesario que haya sido jugador antes, pero sí que sepa exigir y mimar a los jugadores. El administrador está para otras cuestiones de salud económica. En eso es un gran gestor, pero el fútbol no es una fábrica o una empresa al uso. Al faltar esa referencia, todo va cayendo. La figura del director deportivo no puede ejercer como presidente. Y así les pasa a muchos en el club, que se ven obligados a hacer cosas que no son su cometido por la falta de recursos», opina. Sobre la dinámica del equipo, lo tiene claro: «Hay nivel para salir adelante».
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