Carmen Segura vuelve a ser la secretaria general del PSOE de Fuengirola. Tras haber sido destituida del cargo el pasado octubre al nombrarse una gestora ... por incumplir los estatutos del partido, la actual portavoz en el Ayuntamiento fuengiroleño ha ganado la asamblea celebrada en la noche de este viernes y donde su contrincante, la exedil Elena Álvarez, representante de las diferentes corrientes del sector crítico local, ha retirado su candidatura y tanto ella como su grupo no han participado en el proceso orgánico. Un hecho que evidencia que la fractura interna en el socialismo fuengiroleño continúa y hace augurar que los conflictos no han concluido.
La asamblea tuvo una baja participación, ya que de los 184 afiliados, ejercieron su derecho al voto 65. Segura obtuvo 64 papeletas y hubo una en blanco. Quienes apoyaban a Álvarez comparecieron al inicio de la reunión para notificar que retiraban su candidatura al entender que se cerraba en falso el problema existente en el PSOE de Fuengirola y abandonaron la asamblea, según confirmaron fuentes consultadas.
Lo sucedido evidencia que en su regreso al frente del partido en Fuengirola, el principal reto de la recién elegida secretaria general será intentar lograr una unidad y cohesión que ha sido inviable en las últimas tres décadas -el PSOE perdió la Alcaldía en 1995 y desde entonces gobierna el PP con mayoría absoluta- y que se ha ido recrudeciendo y enquistando a lo largo del tiempo. A día de hoy en el socialismo fuengiroleño existen diferentes 'familias' aglutinadas en torno a figuras como Carmen Segura; la exdiputada provincial Emilia Mañas; el exconcejal Antonio Contreras; la que fuera senadora Paloma Alonso; o aquellos que van por libre.
Gestora
La histórica crisis latente en el socialismo fuengiroleño volvió a estallar el pasado septiembre cuando los militantes se movilizaron y recogieron las firmas estipuladas por los estatutos del PSOE (el 40% de los afiliados; cabe recordar que a la asamblea de este viernes ha acudido el 35% de los afiliados, es decir, menos de los que apoyaron aquel movimiento y en este caso los asistentes eran afines a la secretaria general) para convocar una asamblea local donde se iba a presentar una moción de censura contra la gestión de Carmen Segura y su ejecutiva.
El hecho de que Segura no convocara en tiempo y forma esa asamblea provocó que el asunto trascendiera al ámbito provincial, donde la cúpula dirigida por Dani Pérez puso el caso en conocimiento del PSOE de Andalucía, cuyo comité de ética y garantías acordó establecer una gestora, que ha estado dirigida por el senador Rafael Granados.
Esta decisión no gustó a Carmen Segura, que en su momento estuvo alineada con Dani Pérez y ahora está «molesta» con el secretario general provincial del PSOE, según explican fuentes consultadas, que matizan que aún es prematuro aventurar en qué posición se situará Segura cuando se abra el proceso orgánico a nivel provincial. De momento, vuelve al cargo al que accedió por primera vez en 2017 y lo hace en un clima de división y con la amenaza de que los conflictos regresen al primer plano en cualquier momento.
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